Marisa Álvarez, executive director medical affairs de Gilead en España.
Gilead Sciences ha lanzado, en colaboración con la
Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH), la séptima edición de sus Becas Gilead-AEEH a proyectos de microeliminación de hepatitis C y diagnóstico y vinculación al Sistema Nacional de Salud (SNS) de pacientes con hepatitis D. Esta nueva convocatoria tendrá una
dotación de 390.000 euros -240.000 para proyectos de VHC y 150.000 para proyectos de VHD -, con un máximo de 30.000 euros por proyecto. En las seis ediciones anteriores, la colaboración de Gilead y la AEEH ha permitido la
financiación de 61 proyectos con unas ayudas totales de más de 1,4 millones de euros, en 10 comunidades autónomas y de las cuales se han
beneficiado más de 18.000 personas.
Esta nueva convocatoria pretende impulsar la realización de proyectos de
microeliminación de hepatitis C y de diagnóstico y vinculación al
SNS de pacientes con hepatitis Delta, lo cual resultará beneficioso para los pacientes, para nuestra sociedad y, en definitiva, para la comunidad científica, mediante la concesión de
aportaciones dinerarias destinadas a su ejecución.
"Es un gran orgullo volver a anunciar, por séptima vez, una nueva edición de las
Becas Gilead-AEEH para Proyectos de Micro eliminación en hepatitis C y de diagnóstico y vinculación al SNS de pacientes con hepatitis D, ejemplo claro de nuestro compromiso con los pacientes que padecen
enfermedades hepáticas. Tras más de 60 proyectos becados, no nos cabe duda de que la investigación y la aplicación del conocimiento adquirido en la actividad asistencial es primordial para mejorar la calidad de vida de los
pacientes con hepatitis virales y que hay que continuar potenciándolo cada vez más. En esta nueva convocatoria, seguiremos apoyando la implementación de proyectos multidisciplinares para facilitar el diagnóstico, la derivación y la curación de los pacientes con hepatitis C. Del mismo modo, fomentaremos el
conocimiento sobre la hepatitis delta, la hepatitis viral más grave y agresiva de todas, para poder mejorar el abordaje de los pacientes afectados por dicho virus", indica Marisa Álvarez, executive director medical affairs de
Gilead en España.
El plazo para la
presentación de propuestas se ha abierto este miércoles 8 de mayo y se extiende hasta el 14 de junio de este año, y, de nuevo, la AEEH será la encargada de
evaluar y seleccionar los proyectos. Esta edición contará con una ponderación de los criterios de evaluación para poner en valor la importancia de la colaboración multidisciplinar entre todos los profesionales sanitarios en la
eliminación de la hepatitis C y el mejor conocimiento de los pacientes con hepatitis D.
"Gracias a estas becas se han desarrollado en los
últimos proyectos de microeliminación que nos han permitido avanzar en la eliminación de la hepatitis C, permitiendo además trabajos colaborativos que son hoy un
modelo de atención al paciente", ha afirmado Manuel Romero, presidente de la AEEH.
Podrán beneficiarse de las ayudas, entidades sin fines lucrativos y beneficiarias de mecenazgo tales como fundaciones, asociaciones declaradas de utilidad pública, universidades públicas, Organismos Públicos de Investigación dependientes de la Administración General del Estado, Institutos de Investigación Sanitaria y Consorcios Públicos de Investigación adscritos a Organismos Públicos de Investigación en el ámbito de las ciencias de la salud que no hayan sido premiados en la convocatoria anterior. Se podrán presentar un máximo de dos proyectos por centro asistencial sanitario. Se entenderá como
centro asistencial sanitario aquel al cual está adscrito el investigador principal del proyecto. Cada investigador principal solo podrá presentar una propuesta de proyecto de investigación. El plazo de ejecución no debe
ser superior a 24 meses.
Las becas concedidas durante las seis ediciones anteriores (2018-2023) han promovido y dotado de recursos a
veinte proyectos de microeliminación dirigidos a población general y a atención primaria; otros diez a población psiquiátrica; ocho a población vulnerable/sin hogar;
ocho a población inmigrante; seis a usuarios de drogas; tres a población atendida en los servicios de urgencias; dos al servicio de cirugía, dos a población de centros penitenciarios y uno a las poblaciones de hombres que practican sexo con otros hombres y pacientes con post-covid. De los proyectos mencionados con anterioridad, 13 han sido dirigidos a aumentar el conocimiento en torno a la
epidemiología de hepatitis delta.
Además, todas estas becas están ampliamente distribuidas geográficamente por diferentes regiones y hospitales o instituciones sanitarias.
Cataluña ha sido la comunidad en la que más proyectos se han desarrollado en el marco de este programa (diecisiete en total), seguida de cerca por Andalucía y Madrid (doce y once, respectivamente). En la Comunidad Valenciana se han desarrollado seis, cuatro en Castilla y León, tres en Galicia e Islas Canarias, respectivamente; dos en Islas Baleares y Aragón y uno en el País Vasco.
Estrategia contra las hepatitis virales
La hepatitis C es un importante problema de salud pública por su
incidencia, morbimortalidad y costes sanitarios. No existe ninguna vacuna frente a la hepatitis C, pero se cuenta con tratamientos antivirales de acción directa que curan la enfermedad en más del 95 por ciento de los casos. La estrategia mundial del sector de la salud contra las hepatitis víricas, definida en mayo de 2016 por la Organización Mundial de la Salud (OMS) con el objetivo último de
eliminar las hepatitis víricas, estableció como metas mundiales para 2030 la reducción de las nuevas infecciones por virus de las hepatitis
en un 90 por ciento y la mortalidad por las enfermedades que causan en un 65 por ciento.
Tanto en el cumplimiento de estos objetivos establecidos por la OMS como en el desarrollo de las estrategias recomendadas para lograrlos, España podría ser uno de los primeros países en alcanzar la
eliminación de la hepatitis C en el mundo, más de 167.187 pacientes, lo que nos ha convertido en uno de los primeros candidatos a eliminar esta enfermedad. Estas cifras hacen que el objetivo de la eliminación esté mucho más cerca y pueda ser una realidad en nuestro país antes de 2030, aunque todavía queda trabajo por hacer. En este sentido, se estima que más de 76.500 personas sufren infección activa del virus C en nuestro país. Por ello es preciso identificar, diagnosticar y tratar a las personas que tienen hepatitis C y hacerlo además en los estadios iniciales para evitar que la enfermedad evolucione y su abordaje sea más complicado; además de
evitar la transmisión y nuevas infecciones. Habida cuenta de que muchas de esas personas pertenecen a grupos de población específicos y en situaciones de riesgo, y en ocasiones a colectivos vulnerables con dificultades de acceso al sistema nacional de salud, los programas de microeliminación para los que se conceden estas becas resultan fundamentales para avanzar en el objetivo de acabar con este problema de salud pública.
A ello se suma la
hepatitis Delta crónica, una enfermedad potencialmente mortal que solo afecta a personas con el virus de la hepatitis B (VHB). La coinfección con el VHD conduce a una enfermedad hepática más grave que el VHB por sí solo y se asocia con una progresión más rápida a la fibrosis y cirrosis hepática y un mayor riesgo de cáncer de hígado, trasplante hepático y muerte. Se cree que, al menos,
12 millones de pacientes en todo el mundo están coinfectados con VHD y muchos no son diagnosticados. Esto se debe, en parte, al conocimiento limitado de la enfermedad y a la histórica falta de tratamientos efectivos, lo cual hace que sea menos probable que los médicos realicen pruebas para detectar una enfermedad, existiendo una necesidad médica no cubierta y una necesidad de proyectos de investigación en esta área.
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