Frenazo a la estrategia internacional de Almirall

Jorge Gallardo, presidente de Almirall.

Redacción. Madrid
Al anunciar su ERE en España, Almirall daba como razón la caída de las ventas del grupo en su país de origen. También servía como justificación del enfoque internacional que la compañía presidida por Jorge Gallardo había dado a su estrategia en la última década. El anuncio de que complementará los 180 despidos de España con otros 190 en las filiales europeas parece dar un frenazo a esas aspiraciones.

Esta reestructuración parece responder a los malos resultados que ha tenido el grupo a nivel global, ya que en 2013 tuvo unas pérdidas netas de 33,7 millones de euros. Estas malas cifras tendrán como consecuencia el despido del 12,5 por ciento del total de su plantilla (2.969 empleados). Este jarro de agua fría a las aspiraciones internacionales del laboratorio no ha sido obstáculo, sin embargo, para que su consejo de administración se haya subido el sueldo el año pasado un 24,6 por ciento.

El laboratorio barcelonés tiene filiales en Alemania (donde dispone además de dos centros de excelencia), Portugal, Reino Unido, Francia, Italia, Bélgica, Países Bajos, Dinamarca, Polonia, Suiza y Austria. Algunas de ellas tienen más de 20 años de vida (Bélgica y Portugal), mientras que otras apenas superan el lustro: la oficina de Austria se abrió en 2007; de Polonia y Reino Unido, en 2008, y la de Dinamarca (que además sirve de plataforma para comercializar en Finlandia, Suecia, Noruega e Islandia), en 2010.

Por el momento quedan a salvo de los ERE las filiales americanas, de mucha más reciente aparición: México comenzó su andadura en 2000, pero Canadá hizo lo propio en 2012 y en EEUU la reciente adquisición de Acqua sería el pistoletazo de salida a su andadura en el país.

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