Bandera de la Unión Europea.
La
Unión Europea lleva, desde que irrumpió la pandemia, preparando la mayor
reforma de su legislación farmacéutica, con el principal objetivo de fortalecer su industria y hacerla menos dependiente de terceros países. Tras un largo proceso de consulta con expertos para establecer las principales líneas de actuación, la
Comisión Europea ha fijado la fecha en la que realizará la primera presentación:
el 29 de marzo.
Esta fecha será el pistoletazo de salida a una reforma farmacéutica que traerá
grandes incentivos a la industria farmacéutica encargada de desarrollar medicamentos estratégicos, así como un marco jurídico con menos normas y
burocracia, para lograr un acceso más ágil a la innovación en todo el territorio.
Según ha explicado la Comisión Europea a
Redacción Médica, el 29 de marzo es la fecha que se ha fijado para presentar la nueva revisión de la
Estrategia Farmacéutica Europea. Está previsto que haga pública su propuesta, y, a partir de este momento, sea posteriormente debatida en el
Consejo y Parlamento europeos.
La adopción de esta normativa tiene el objetivo de garantizar un entorno regulatorio que mejore la disponibilidad y accesibilidad de los medicamentos para todos los ciudadanos, y que, a su vez, acreciente la competitividad e innovación de la industria farmacéutica y asegure la
sostenibilidad de los sistemas sanitarios.
¿Cómo afecta a España la regulación farmacéutica europea?
España está también en pleno proceso de
renovación de su ley de medicamentos, la de Garantías y Uso Racional. De hecho, la reforma europea se plantea como base para la española. De momento, no hay una fecha concreta en el horizonte, ya que está en 'pañales' y aún no está elaborado el texto. Si bien, el compromiso del Ministerio de Sanidad "es tener la ley aprobada en
diciembre de 2023".
Así como el Plan Estratégico de la Industria Farmacéutica, que tiene objetivos como avanzar en el fomento de marcos de
colaboración público-privada y la consolidación de un ecosistema de innovación sólido con fuertes capacidades industriales nacionales y europeas, con el fin de impulsar el
acceso rápido y equitativo de los pacientes a los nuevos medicamentos.
Este proceso de actualización de la normativa farmacéutica en la Unión Europea (UE) representa una oportunidad única para garantizar que la región pueda beneficiarse de la
vanguardia de la I+D, responder rápidamente a las necesidades de los
pacientes europeos y volver a ser líderes mundiales en innovación farmacéutica.
Hallar soluciones colaborativas entre todos los actores implicados en la mejora del acceso a la innovación y crear los marcos de incentivos adecuados para facilitar el descubrimiento y la
próxima generación de tratamientos y vacunas en Europa contribuirán a mejorar la salud de los europeos e impulsarán la resiliencia y el crecimiento económico.
La industria farmacéutica europea ha presentado una serie de propuestas concretas para situar de nuevo a Europa a la vanguardia de la
investigación biomédica y todo lo que ello implica. El sector entiende que la futura Estrategia Farmacéutica Europea debería conciliar tres objetivos básicos de los sistemas de salud: el mejor acceso de todos los ciudadanos europeos a todos los tratamientos disponibles; la sostenibilidad de las cuentas públicas a través de la colaboración público-privada, implicando a las administraciones, industria farmacéutica, clínicos, comunidad científica y pacientes, y el desarrollo de la
actividad innovadora e industrial de las compañías farmacéuticas. En definitiva, conciliar acceso, sostenibilidad e innovación en un marco equilibrado para todos los
agentes concernidos.
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