María Río, vicepresidenta y directora general de Gilead España y Portugal.
El
Sistema Nacional de Salud (SNS) ha aprobado la incorporación de
Lyvdelzi (seladelpar) a su cartera de servicios para el tratamiento de la
colangitis biliar primaria (CBP), en combinación con ácido ursodesoxicólico (AUDC) en adultos que no responden adecuadamente al AUDC solo, o como monoterapia en pacientes que no toleran el AUDC a partir del
próximo 1 de mayo.
Esta decisión se produce tan solo unas semanas después de la autorización por parte de la
Comisión Europea (CE), convirtiéndolo en el primer y único tratamiento que mejora de forma estadísticamente significativa los
parámetros bioquímicos y reduce el prurito en pacientes con CBP1-6.
El corto periodo entre la aprobación por parte del organismo regulador europeo y su incorporación al SNS resalta el potencial de Lyvdelzi (seladelpar) en el tratamiento de la CBP y la necesidad médica que tienen los pacientes en recibir este tratamiento. Esta aprobación representa
un avance importante, tanto clínico como sanitario, ya que las personas con CBP llevaban años esperando
nuevos avances terapéuticos. Con la llegada de este fármaco, los pacientes disponen de una nueva alternativa terapéutica con beneficios significativos.
La incorporación se ha basado en los resultados del estudio pivotal de fase 3 RESPONSE, controlado con placebo. El 62% de los pacientes tratados con seladelpar alcanzaron el objetivo primario de respuesta bioquímica combinada y el 25% normalizaron la fosfatasa alcalina. La terapia también ha demostrado
reducir de forma estadísticamente significativa el prurito, convirtiéndose en el único tratamiento en conseguirlo. En cuanto a la seguridad, la incidencia y gravedad de los eventos adversos fue
similar al grupo placebo.
"Las personas con CBP han contado con opciones terapéuticas muy limitadas, por lo que la llegada de Lyvdelzi (seladelpar) brinda la oportunidad de alcanzar una mejora significativa no sólo de los parámetros bioquímicos, sino también del prurito, un síntoma que compromete enormemente la
calidad de vida de los pacientes".
"Este avance es un hito más en nuestra larga carrera de búsqueda de tratamientos innovadores para pacientes que sufren enfermedades graves y donde apenas existen alternativas terapéuticas. Nuestra experiencia en el campo de las enfermedades hepáticas y nuestro firme compromiso con quienes las padecen, sin duda facilitará el que este nuevo tratamiento pueda llegar a todos los pacientes que lo necesiten lo antes posible", afirma
María Río, vicepresidenta y directora general de
Gilead España y Portugal.
Tras un seguimiento de hasta 30 meses, seladelpar demuestra una mejoría de la respuesta con el tiempo, donde el 81% de los pacientes alcanzaron respuesta bioquímica combinada y el 41% normalizaron la fosfatasa alcalina. Estos resultados provienen del
estudio ASSURE, actualmente en marcha y diseñado para evaluar la eficacia y seguridad a largo plazo.
¿Qué es la CPB?
La colangitis biliar primaria es una enfermedad hepática crónica y progresiva en la que los conductos biliares se destruyen, pudiéndose desarrollar
cirrosis e incluso requerir
trasplante hepático. Se estima que afecta a más de 9.000 personas en España, principalmente a mujeres jóvenes que sufren un deterioro rápido de su salud y de su calidad de vida. Por ello, es importante diagnosticarla y
tratarla cuanto antes.
El 90% de los pacientes con CBP presentan prurito, un síntoma que puede afectar de forma significativa a la calidad de vida, contribuyendo a la
privación del sueño, el aumento de la fatiga, síntomas depresivos y aislamiento social. Entre el 40-50% de los pacientes con CBP en tratamiento no alcanzan un control adecuado de los parámetros bioquímicos y clínicos y requieren lo antes posible de un
tratamiento bien tolerado.
Actualmente,
no existe una cura para la CBP, por lo que los tratamientos se centran en frenar la progresión de la enfermedad y reducir los síntomas asociados a la colestasis (flujo biliar alterado), como el prurito colestásico. La eficacia del tratamiento se mide, principalmente, a través de la mejora en los análisis bioquímicos del hígado, incluyendo la normalización de los
niveles de fosfatasa alcalina (ALP, por sus siglas en inglés), un marcador clave para medir la progresión de la enfermedad. Un nivel elevado de ALP de forma constante puede aumentar el riesgo de progresión de la enfermedad.
Gilead y la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) han colaborado estrechamente durante todo momento con el fin de
facilitar el acceso al tratamiento a todas las personas que lo necesiten en España.
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