Elisabeth Stampa, presidenta de Medicines for Europe.
Para aumentar la equidad en el
acceso del medicamento biosimilar y generar así ahorros en los sistemas sanitarios de los países miembros de la
Unión Europea (UE) es necesario dar un giro a las políticas que se están llevando a cabo en estos fármacos. Concretamente, desde Medicines for Europe, la patronal del genérico y el biosimilar en la UE, consideran que es necesario
reformar los mecanismos de adquisición e incentivar su uso.
"Los beneficios de los medicamentos biosimilares son claros: son rentables a los sistemas de salud, ofrecen más opciones terapéuticas para los pacientes y su uso
aumenta el acceso a los medicamentos en toda Europa", sostienen desde la agrupación. De hecho, les preocupa especialmente la
"creciente disparidad" en el acceso a fármacos para
enfermedades autoinmunes (artritis reumatoide, enfermedad inflamatoria intestinal, psoriasis) con un 114 por ciento de brecha; un
50 por ciento en cáncer; o un 20 por ciento en diabetes.
En esta misma línea, la patronal que preside Elisabeth Stampa apunta otras medidas específicas que ayudarían al salto del medicamento sin patente. Por un lado, apuestan por crear un
sistema regulador europeo eficiente para medicamentos biosimilares, que se adapte a la ciencia reguladora biológica más avanzada y simplifique los requisitos, especialmente en el
campo de la comparabilidad en medicamentos biológicos.
Por otro lado, consideran que hay que asegurar un mercado competitivo con múltiples proveedores y "eliminar los impuestos de recuperación injustos que penalizan a la única industria que aporta ahorros a la sanidad".
El 50% de fármacos no tendrá un biosimilar
No obstante, la
reforma de la Estrategia Farmacéutica Europea puede ser la senda para crear este camino, tal y como indica Julie Maréchal-Jamil, directora de biosimilares Policy & Science de Medicines for Europe: "Nuestra visión de disponibilidad, accesibilidad y
asequibilidad de terapias biológicas está alineada con la reforma de la política farmacéutica de la UE para brindar acceso, disponibilidad y asequibilidad. Pero hay un gran desafío, ya que los datos muestran que el 50 por ciento de los medicamentos biológicos que
pierden la patente probablemente no verá la
competencia de un medicamento biosimilar".
En España, desde la
Asociación Española de Medicamentos Biosimilares (Biosim) están trabajando para que estos fármacos estén cada vez más presentes en el Sistema Nacional de Salud (SNS). En este sentido, hace escasos meses Extremadura fue la primera CCAA en
estrenar un acuerdo de beneficio compartido de biosimilares. Se trata de un pacto para mejorar la eficiencia de los hospitales a través del uso de un fármaco de este tipo que genera ahorros que se pueden aplicar en otros aspectos de la clínica. En nuestro país, el uso de biosimilares permite
un ahorro del 30 por ciento en el gasto sanitario y Extremadura estima que, con su grado de penetración y la implantación de este acuerdo, podría ser del doble. Aunque todavía es pronto para ver los resultados del mismo.
Además, el ministro de Sanidad, José Miñones, ya ha anunciado que los biosimilares tendrán un hueco en el
Plan Estratégico de la Industria Farmacéutica que se está gestando. Aunque se sabe poco todavía, desde el Ministerio han adelantado que habrá medidas para impulsar el uso tanto de estos fármacos
como de los genéricos.
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