Henar Hevia, Josep Antoni Ramos-Quiroga, Víctor Pérez Sola y Marina Díaz.
Este lunes se escribe una nueva hoja en la historia del
tratamiento de la depresión grave. Sanidad ha dado luz verde a la financiación de la esketamina para pulverización nasal, comercializada por Janssen bajo el nombre de
Spravato, primer y único tratamiento aprobado en España para el trastorno depresivo mayor resistente al tratamiento (DRT), que se encuentra en formato de spray nasal. Gracias a él y su "rápida actuación" se reducen las ideas suicidas, la
hospitalización y la cronicidad de la propia enfermedad, ha apuntado Henar Hevia, directora médica de Janssen España. No obstante, está dirigido a pacientes a los que se les haya
administrado otros dos tratamientos y no hayan experimentado la respuesta adecuada. La Comisión de Precios de Medicamentos (CIPM) había rechazado financiar este medicamento en dos ocasiones en lo que va de año.
Henar Hevia, directora médica de Janssen España.
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En este sentido, Hevia ha apuntado que se trataba de una "
necesidad médica no cubierta" y que hacía
50 años que no se lanzaba una opción terapéutica con este
nuevo mecanismo de acción. Otro de los aspectos revolucionarios de este fármaco es su rápida actuación: "Los antidepresivos tradicionales hacen
efecto entre 5 y 8 semanas, en ese tiempo aumenta el riesgo de suicidio", ha indicado. Sin embargo, Spravato comienza a mostrar respuestas positivas
a las 24 horas de su administración y a las
cuatro semanas los síntomas depresivos remiten en una gran cantidad de pacientes.
Por su parte, Víctor Pérez Sola, presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría y Salud Mental, ha explicado la importancia de este nuevo tratamiento y
la inversión que supone para la sociedad. "Uno de cada 20 enfermos con depresión se suicidarán", ha especificado Pérez. Por esta razón, ha resaltado la necesidad de invertir en salud mental porque "
cada euro que se utiliza revierte en cinco".
Víctor Pérez Sola, presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría y Salud Mental.
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Asimismo, ha reflexionado sobre la
complejidad de las enfermedades mentales, que dificulta tanto los diagnósticos como la creación de soluciones terapéuticas: "La innovación e investigación en enfermedad mental
tarda entre 10 y 15 años en lanzar un tratamiento, mientras que para otras patologías el tiempo está en 5-10 años", ha concretado.
Administración hospitalaria
Este nuevo fármaco
es de uso hospitalario, es decir, se dispensará en farmacias de estos centros y su administración necesita la supervisión del profesional. Por el momento, está destinado a adultos, pero ya se está estudiando
para población pediátrica y mayores de 65 años, ha avanzado Josep Antoni Ramos-Quiroga, jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario Vall d’Hebrón.
Ramos-Quiroga ha participado en el desarrollo clínico de la molécula y ha considerado que Spravato supone "un
cambio de paradigma en el tratamiento de las depresiones más graves". Las cifras de los ensayos clínicos avalan este 'antes y después' que supone este fármaco: "El
69 por ciento de los pacientes tienen respuesta positiva y el 53 por ciento
remiten la sintomatología", ha expuesto.
Josep Antoni Ramos-Quiroga, jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario Vall d’Hebrón.
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Todo ello repercute en los
costes de hospitalización y en la calidad de vida de los pacientes y sus familias, que "aumenta notablemente". En este sentido, ha comentado que los días que tardan en hacer efecto los otros tratamientos para la depresión grave
"se traducen en atrofia neuronal", una situación que ya no ocurre con Spravato.
Evitar la cronicidad de la depresión
Uno de los grandes retos en torno a la depresión es
evitar su cronicidad. Marina Díaz Marsá, presidenta de la Sociedad de Psiquiatría de Madrid, ha incidido en este desafío porque casi
el 30 por ciento de las personas con depresión tiene
episodios recurrentes y el 15 por ciento desarrollará esta patología de forma crónica.
En cuanto al perfil del paciente para el que es adecuado este nuevo tratamiento, la experta ha apuntado que son aquellos que tienen una depresión grave, con
alteración en la capacidad de disfrute, sensación de falta de energía, elevada ansiedad y riesgo de suicidio. "Uno de cada tres pacientes con depresión no responden a los tratamientos. En mi consulta veo como
les falta luz en los ojos y cuando conseguimos remitir los síntomas,
reaparece ese brillo", ha concluido Díaz.
Marina Díaz Marsá, presidenta de la Sociedad de Psiquiatría de Madrid.
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