Eduardo Ortega Socorro / Imagen: Joana Huertas. Madrid
Durante los últimos meses, la cuestión de la protección intelectual de los medicamentos innovadores ha vuelto a estar en el candelero, con varios partidos políticos europeos reclamando que se atenúen sus efectos. Sin embargo, la patente es menos fiera de lo que la pintan, dado que el fármaco ya ha gastado más de la mitad del tiempo de exclusividad comercial que puede lograr para cuando llega al mercado, según Federico Plaza, de Roche.
Federico Plaza, Patricia Ramos y Pep Lluís Pons.
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“Más del 50 por ciento de este plazo lo utilizado para procesos de desarrollo y para superar los requerimientos regulatorios de acceso al mercado”, explica el también vicepresidente del Instituto Roche, quien añade que, por esta razón, la patente solo tiene efectos ‘comerciales’ durante unos ocho o diez años.
Con todo, Plaza reconoce que este periodo de protección intelectual ‘comercial’ es “incierto. Cada molécula tiene un desarrollo y un proceso regulatorio muy particular que va a incidir en el tiempo que va a poder disfrutar de exclusividad en el mercado”.
Asimismo, considera que cuando un fármaco ya aprobado logra nuevas indicaciones, estos novedados usos “no están bien protegidos. El periodo de patente no aumenta y algunos países, como España, bajan el precio”. Esto lo que le lleva a decir que, en ocasiones, la actividad de mantener investigaciones sobre productos aprobados “no compensa”.
Fracaso en compra pública innovadora
Plaza aborda estas cuestiones durante su intervención en el ‘Café con biotecnología: las patentes como motor de innovación en salud, ¿percibe la sociedad su valor?’, organizado por la Asociación de Comunicadores de la Biotecnología (ACB), en Madrid. En él también participa Pep Lluís Pons, director general de Innovación e Investigación de Baleares, quien indica que “los organismos públicos tienen que ser facilitadores en patentes”.
En este sentido, apuesta por iniciativas como la compra pública innovadora, aunque reconoce que “ha habido poca actividad en este campo y además con poco éxito”. Asimismo, lamenta que solo algunas comunidades autónomas hayan desarrollado legislación sobre patentes en el campo de la salud pública.
En el coloquio también participa Patricia Ramos, directora del área de patentes de PONS Patentes y Marcas Internacional, quien considera que “falta cultura de patentes en España. Y, al fin y al cabo, su desarrollo nos mide como país y nuestro nivel de innovación”.
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