El "desfasado" plan nacional de cronicidad, freno para terapias adaptadas

La Estrategia de Cronicidad en España ha cumplido diez años y se encuentra desactualizada. Es la opinión de pacientes, industria farmacéutica y sociedades científicas que piden que se "refuerce la figura del paciente crónico como eje de la gestión clínica" y han creado una iniciativa para ello. Por parte del Ministerio de Sanidad existe una predisposición a hacerlo, pero no hay plazos ni fechas concretas por el momento. Un primer paso sería poner en marcha un grupo de trabajo con todos los actores implicados para dar este nuevo enfoque al abordaje que pasaría también por pivotar entre Atención Primaria y Comunitaria.

"Es necesario redefinir un plan global de abordaje de la cronicidad adaptado a la coyuntura sanitaria, social y económica actual, que además refuerce el papel los profesionales implicados en la atención de las personas con patologías crónicas y promueva la colaboración interdisciplinar", afirman fuentes del sector.

Por ello, se ha impulsado la plataforma 'Cronicidad: Horizonte 2025' cuya principal apuesta es la implantación de un modelo sociosanitario que pivote sobre la Atención Primaria y Comunitaria como "columna vertebral en la atención al paciente crónico". De esta forma se lograría un abordaje integral y multidisciplinar, con perspectiva a largo plazo, con el objetivo de "aliviar y mejorar la adherencia de los pacientes": "Sobre todo para mejorar su calidad de vida y garantizar al mismo tiempo la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud (SNS)".

Otro aspecto esencial que debería abordar esta nueva estrategia de la cronicidad es el empoderamiento del paciente y su inclusión como agente activo en el manejo de su enfermedad. Por este motivo, consideran "necesario" construir modelos organizativos que incorporen la dimensión de la dignidad y la humanización de la asistencia sanitaria. 

Asimismo, adelantarse a las enfermedades es estar un paso por delante, así que también se debería incorporar la prevención y promoción de la salud. Además, si se acompaña de autocuidado y la adquisición de hábitos saludables es posible no solo envejecer con mayor calidad de vida, sino lograr un "menor porcentaje de ingresos, episodios agudos y empeoramiento de la condición general".

22 millones de pacientes crónicos

En España hay 22 millones de pacientes crónicos, con una prevalencia especialmente concentrada en los mayores de 55 años. Esta cifra seguirá aumentando todavía más con el incremento de la esperanza de vida. Por lo tanto, ser conscientes de esta realidad es más necesario que nunca. El abordaje de la cronicidad es uno de los principales retos tanto del SNS como de la industria.

"Los pacientes con enfermedades crónicas necesitan un seguimiento continuado por parte de los profesionales sanitarios y representan un porcentaje importante de la atención en las consultas de Atención Primaria y del gasto sanitario total", explican los impulsores. "Es necesario replantear la atención de estos millones de personas para hacer más eficiente el sistema y para incidir más y mejor en su calidad de vida", añaden.

Escuchar la voz del paciente

En esta plataforma está también la voz de quienes sufren esta cronicidad a través del Foro Español de Pacientes y la Alianza General de Pacientes. desde su perspectiva piden cambiar el modelo de sanidad basado en el hospital y los casos agudos a uno en que "se priorice una atención integral, más personalizada y centrada en las necesidades del paciente".

"Garantizar la participación del paciente en la gestión de su enfermedad, el acceso a su información clínica y una mayor información contribuye también a mejorar su posición. Este mejor acceso a la información beneficia también a los profesionales sanitarios que de esa forma pueden detectar posibles ineficiencias en el sistema y la atención", sostienen los pacientes.

Por su parte, las sociedades científicas también han identificado la necesidad de humanizar la asistencia sanitaria. Como ejemplos para ello mencionan fomentar y facilitar el acceso de las personas afectadas a redes de que complementen la atención sociosanitaria, definir catálogos de prestaciones y servicios esenciales o garantizar la equidad a contemplar la dimensión de la dignidad.

Por último, ponen de relieve que el impulso de la digitalización de la salud debe irá acompañado de programas de formación y el mantenimiento de unas infraestructuras adecuadas para que "ningún paciente se quede fuera del sistema".