Jordi Vila Estapé y Manuel Cotarelo.
Cada año
mueren en España 4.000 personas a causa de bacterias con una gran resistencia y que no responde a los antibióticos. Estos datos se estiman que empeorarán: en 2050 fallecerán 10 millones de personas, es decir, 30 cada 90 segundos, según calcula la Organización Mundial de la Salud (OMS). Desde el 18 hasta el 24 de noviembre se celebra la ‘
Semana Mundial de Concientización sobre el uso de antibióticos’. Con este motivo, MSD ha presentado una campaña, llamada ‘
Hagamos un buen uso de los antibióticos. Comparte el mensaje, súmate’, con vídeos de 90 segundos de duración que pretende concienciar para frenar los datos que la OMS prevé. Además, desde la empresa han organizado este martes un encuentro en el que han abordado la problemática desde varias aristas.
Para ello han contado con la participación de
Jordi Vila Estapé, jefe del Servicio de Microbiología del Hospital Clínic de Barcelona;
Manuel Cotarelo, director médico de Enfermedades Infecciosas de
MSD España; y
Bruno González-Zorn, director de la Antimicrobial Resistance Unit de la Universidad Complutense de Madrid y asesor de la OMS, a través de un vídeo.
La resistencia a los antibióticos se da cuando las bacterias cambian o mutan a lo largo del tiempo y dejan de responder a los tratamientos antibióticos, según ha explicado
Cotarelo.
Vila Estapé ha añadido que además de las mutaciones, a veces también ocurre por la transferencia de genes entre estas bacterias. “
El principal factor que desencadena esta aparición de estas bacterias superresistentes
es el uso y el abuso de los antibióticos”, concreta. El experto lo ha desgranado en cuatro ecosistemas: el uso de antibióticos en países en vías de desarrollo, en la comunidad, en hospitales y en veterinaria.
Todos los ponentes han coincidido en la importancia de abordar el uso de los antibióticos no solo a nivel humano, sino también en veterinaria y agricultura, es decir, 'One Health' que tenga en cuenta todos los ecosistemas. González-Zorn ha incidido en la concienciación de los profesionales de la salud, de ganaderos y familias con mascotas para el uso responsable de antibióticos, a pesar de que, según ha detallado, entre 2014 y 2020
se ha reducido en más de un 50 porciento el uso de antibióticos en animales.
Otro aspecto que ha afectado a la resistencia a los antibióticos ha sido la llegada de la pandemia: “A nivel de asistencia primaria apenas había prescripción de antibióticos porque la gente no acudía. Pero a nivel hospitalario,
por el desconocimiento que teníamos [sobre el coronavirus] nos llevó a utilizar en demasía los antibióticos”, ha desarrollado Vila Estapé. Hay muchas infecciones víricas que provocan una sobreinfección bacteriana y como no se sabía muy bien cómo se comportaba este virus, se prescribían muchos antibióticos, ha contado.
A toda esta problemática se le suma otra cuestión: la diseminación de dichas bacterias, que puede ser a nivel local, de comunidad o global, según ha detallado Vila Estapé. Existen varios mecanismos por los cuales estas bacterias pueden diseminarse a nivel global, como el consumo globalizado de alimentos o los viajes internacionales a países en vías de desarrollo, por ejemplo. Para combatir esta propagación de manera individual, el lavado de manos es un buen aliado.
Aunque la situación sobre la resistencia a los antibióticos es delicada, se han establecido planes en la mayoría de países para no agravarlo, como el Programa de optimización de antibióticos (PROA). Vila Estapé defiende que
las acciones se deben tomar a diversos niveles. Por un lado, a nivel hospitalario que, aunque “se está haciendo muy bien, es donde más problemas tenemos”. A esto habría que añadir a nivel comunitario y a nivel de educación sanitaria. Es importante, según han recalcado, usar los antibióticos solo cuando están prescritos por médicos y no volver a utilizarlos en otras ocasiones aleatorias.
En España
la automedicación sigue aumentando por segundo año consecutivo, según el
V Estudio de Salud y Estilo de Vida de Aegon presentado recientemente. Concretamente, el 26 porciento de la población lo hace.
Además, se ha abordado el desarrollo de nuevos antibióticos, ya que existe un problema de diseño de estos. Vila Estapé ha comentado que, a pesar de que
en los últimos dos años no han aparecido en el mercado ningún antibiótico nuevo, sí que hay concienciación y “la industria farmacéutica está volviendo a apostar por diseñar nuevos”. En esta cuestión, Cotarelo ha insistido en
la importancia de la colaboración entre los ámbitos públicos y privados.
El símil con el cambio climático
Vila Estapé ha apostado por hacer un símil entre la resistencia a los antibióticos y el cambio climático: en ambos casos los causantes son las personas; aunque es un problema palpable, en la calle no existe una conciencia de que esto ocurre; por último y el desenlace puede ser similar, ya que
si no se hace algo se tendrá un problema “muy importante”.
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