“Si se baja la aportación del paciente, es imposible meter nuevas vacunas en el calendario”

Eduardo Ortega Socorro / Imagen: Cristina Cebrián. Madrid
Julián García Vargas, exministro de Sanidad  en tiempos de Felipe González, es crítico con el camino que ha tomado la sanidad española.  “Año tras año, en el Sistema Nacional de Salud (SNS) hemos incumplido los presupuestos, y seguimos haciéndolo”. De ahí que se haya llegado a una situación “bastante dramática”.

José Luis Puerta López Cózar, Ricardo Brage, Ángel Gil y Julián García Vargas.

Julián García Vargas explica su visión sobre la salud pública y los problemas del SNS.

Pero sus palabras son especialmente incisivas en el ámbito de la salud pública. “En el Sistema Nacional de Salud fallamos en las decisiones”, que, sean correctas o no, "siempre se discuten". De esta manera se refiere a la medida de aumentar la aportación del paciente a los productos y medicamentos financiados, incluida en el RDL 16/2012. A pesar de las críticas a esta idea , él la apoya y afirma: “Si se baja la aportación del paciente, es imposible meter nuevas vacunas en el calendario”.

Asimismo, respecto al propio calendario vacunal, ha reclamado que “no puede ser de mínimos, sino coherente” y reclama que se escuche más a las asociaciones de pediatras en este asunto. Por otro lado, advierte de que “España es uno pocos países” de su entorno “que no está trabajando en una estrategia nacional de salud, y la necesita poniendo el acento en la prevención”.

20º aniversario

Ricardo Brage, durante su intervención.

García Vargas aborda estas cuestiones durante la celebración del 20º Aniversario de Sanofi Pasteur MSD, acto que ha tenido lugar en las oficinas de la compañía en Madrid. Su director general, Ricardo Brage, recuerda que este laboratorio es líder del mercado europeo y español en vacunas y apunta que habrá hasta cuatro lanzamientos durante los próximos años.

Además, reitera el compromiso de la compañía con la prevención y la salud pública, al tiempo que defiende tanto el valor sanitario como el económico que tienen los antígenos que produce. “Por cada euro invertido se logran ahorros directos de hasta cinco euros y de hasta 17 en costes indirectos”, asegura.

Considera que hay que evitar “desequilibrios en la demanda” de vacunas y que es necesario dar con una fórmula de compra que respete tanto la sostenibilidad del SNS como el crecimiento demográfico.

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