aría Dolores Caballero Barrigón, presidenta de la Fundación Geltamo.
9 sept. 2021 18:55H
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El próximo 15 de septiembre se conmemora el Día Mundial del Linfoma, un tipo de cáncer hematológico producido por la proliferación maligna de linfocitos, que se inicia generalmente en los ganglios linfáticos. Aunque en España no hay análisis epidemiológicos reglados, la Red Española de Registros de Cáncer (Redecan) estima que cada año son diagnosticados 10.000 nuevos casos de linfoma, convirtiéndose en el cáncer de la sangre más frecuente. La mejora de la supervivencia global de estos pacientes ha incrementado la prevalencia de esta enfermedad hasta los 23.000.
En el último congreso de la Asociación Americana de Hematología (ASH en sus siglas inglesas), el Grupo Español de Trasplante Hematopoyético (GETH), de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH), presentó un estudio que mostraba una mortalidad del 35 por ciento en pacientes hematológicos con neumonía Covid. Esta cifra se incrementaba en aquellos pacientes que tenían enfermedad activa en el momento de la infección.
En el caso concreto de los linfomas, el Grupo Español de Linfomas (Geltamo) tiene en marcha un estudio propio cuyos primeros resultados fueron presentados en la última Conferencia Internacional sobre Linfoma Maligno. Se presentaron datos de más de 200 pacientes que confirman la gravedad de esta infección en este colectivo y, por tanto, la necesidad de prevenirla con seguridad ambiental y vacunas, así como un retraso en el diagnóstico y tratamiento de nuevos casos. La situación española es similar a la de los países de su entorno.
Con respecto a la inmunización frente al Covid-19, María Dolores Caballero Barrigón, presidenta de la Fundación Geltamo, ve “lógico” el rechazo de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA en sus siglas inglesas) a la tercera dosis en la población general, por ahora, y la recomendación para las personas cuyo sistema inmunitario presenta problemas. En la SEHH “se está estudiando la efectividad de la vacunación en cerca de 400 pacientes receptores de trasplante de progenitores hematopoyéticos (TPH) y/o de células CAR-T, algunos de ellos con linfoma”, señala la experta.
Esta investigación muestra cómo “los pacientes con linfoma que han recibido terapia CAR-T parecen tener peor respuesta a la vacuna que otros enfermos hematológicos” Aunque estos datos tienen que confirmarse, “son un punto de partida importante”.
Expectativas de la inmunoterapia celular adoptiva basada en linfocitos T
En España, la terapia CAR-T se administra, previa indicación del hematólogo, en pacientes con linfoma B difuso refractario sin más opciones terapéuticas. “Sus resultados en nuestro país son muy similares a los reportados por otros países europeos”, indica la doctora Caballero. Según los resultados preliminares de un estudio de vida real con CAR-T liderado por Geltamo, “una tercera parte de estos pacientes ya son largos supervivientes. Y las expectativas de esta terapia son infinitas, con nuevas indicaciones y nuevos CAR-T que llegarán en los próximos años”, señala.
Junto a ello, “los anticuerpos monoclonales biespecíficos y otras pequeñas moléculas están dando resultados muy esperanzadores en pacientes con linfoma”, recalca.
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