Álvaro Urbano Izpisúa.
La primera terapia
CART pública española, conocida como la
CART académica, está pendiente del dictamen de la
Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios tras haber recibido respuestas a las consideraciones planteadas tras la solicitud de autorización por parte del
Hospital Clínic de Barcelona, centro que la ha desarrollado y ahora la ofrece en uso compasivo.
“Estamos en el trayecto final de la
exención hospitalaria”, explica a
Redacción Médica el responsable del Servicio de Hematología del centro,
Álvaro Urbano Izpisúa, que deja claro, no obstante, que la agencia “aún no se ha manifestado sobre si se va a conceder la
exención hospitalaria o no”.
La exención hospitalaria es un mecanismo que permite al Clínic ofrecer esta terapia más allá de los ensayos clínicos y con unos datos más modestos que los que necesita un medicamento comercial para su aprobación. Eso sí, la terapia circunscribe su uso al propio hospital, por lo que
cada centro que quiera ofrecerla tendrá que solicitarla por sí mismo.
Nuevo ensayo clínico con la CART académica
Por ello, se está planteando un nuevo ensayo clínico con ARI0001, el nombre de esta CART académica, que está indicada para leucemia linfoblástica aguda y
hasta ahora se esta administrando a pacientes mayores de 25 años, es decir, una población que queda fuera de la indicación de las CART comerciales.
Urbano explica que en este ensayo clínico
participarán once hospitales españoles, si bien “nosotros prepararemos tanto el lentivirus con su constructo genético (la herramienta para modificar los linfocitos T del paciente y que puedan combatir las células cancerígenas) como la transformación de los linfocitos”. Una vez preparados, se enviarán al hospital de origen.
La intención es conseguir la exención hospitalaria en estos centros y que esta terapia “sea más asequible para los pacientes, tanto geográficamente como en el precio”. Aunque este no está cerrado (para eso se necesita primero la autorización de la Aemps), el hematólogo se atreve a calcular que
su coste rondará una tercera parte del de una terapia CART comercial. Es decir, estaría en torno a los 100.000 euros.
Segunda CART pública
El Clínic está iniciando ensayos con otra CART académica, denominada ARI0002, que será un CART BCMA (ARI0001 se dirige al receptor CD19) para tratar el mieloma múltiple. “Estamos reclutando pacientes, no solo en el Clínic: hay uno en La Arrixaca”.
"Queremos descentralizar la producción de CART, que ni los pacientes ni las células tengan que viajar"
|
Serán cinco los hospitales que participarán en este ensayo. Además del
Clínic y
La Arrixaca, forman parte del mismo el
Hospital Universitario de Salamanca, el
Virgen del Rocío de Sevilla y la
Clínica Universidad de Navarra. Este último centro también preparará las CART: el Clínic enviará los lentivirus “con el constructo” genético para que puedan realizar la modificación de los linfocitos del paciente en el hospital navarro.
“Con la CART BCMA hemos querido dar el siguiente paso, ver si es reproducible la creación del CART”, afirma Urbano. “Las primeras pruebas que hemos hecho, de donantes sanos, tienen resultados muy similares en ambos centros”.
“Queremos descentralizar la producción de CART, que ni los pacientes ni las células tengan que viajar”, apunta. “Se mantendría la centralización de los lentivirus y su constructo genético, porque tiene una gran complejidad”.
Posibilidades de licencia comercial
Volviendo a la CART CD19, el jefe de Hematología del Clínic explica que
los resultados son semejantes a los de las terapias avanzadas comerciales en efectividad y seguridad. Además, hay una serie de indicaciones (“leucemia linfática crónica, síndrome de Richter, linfomas foliculares…”) para las que se puede aplicar el uso compasivo pero que quedan fuera del ensay que busca la exención hospitalaria en once centros.
Si todo fuera bien, ¿se podría llegar a algún acuerdo con un laboratorio comercial para licenciar el medicamento en Europa? Urbano reconoce que, aunque
ha habido algún interés al respecto por algunas farmacéuticas, “no tenemos claras las cosas”. Temen, entre otros motivos, perder el control del medicamento y que el licenciatario decida finalmente no continuar el desarrollo de la terapia.
De cualquier manera, es una cuestión que están planteando al Ministerio de Sanidad. “Queremos saber qué piensan ellos y ver cómo abordar ese aspecto en el futuro”.
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.