Los avances en el tratamiento de la enfermedad han permitido dar una vuelta a su pronóstico.
La presidenta de la Asociación Galega de Hematología y Hemoterapia (
AGHH), la doctora
Esperanza Lavilla, ha resaltado en las I Jornadas de Actualización Clínica en
Hematología que la curación del
mieloma múltiple "cada vez está más cerca" gracias a los avances en los
tratamientos de la enfermedad.
"De ser considerada incurable hace 25 años y con una
mediana de supervivencia que no superaba los cinco años en el mejor de los casos, ha pasado a
supervivencias prolongadas y en algunos casos respuesta mantenida", ha añadido la experta.
La inmunoterapia puede atacar directamente a las células tumorales o estimular la respuesta inmune del cuerpo
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La doctora Lavilla ha hablado en este sentido de las técnicas moleculares y de la
citometría de flujo para evidenciar la enfermedad mínima residual, acompañado de la aparición de fármacos con nuevos mecanismos.
Inmunoterapia en mieloma múltiple
Por otro lado, la especialista también ha destacado el papel de la
inmunoterapia como opción terapéutica para el mieloma múltiple, consistente en la destrucción de las células tumorales a través del sistema inmune del paciente.
"Dentro de la inmunoterapia existen varias vías de abordaje, ya sea mediante el ataque directo a las células tumorales o mediante la estimulación de toda la maquinaria inmune para que las destruya", ha apuntado la doctora Lavilla.
"Los profesionales contamos con daratumumab, un
anticuerpo monoclonal con un efecto doble: por un lado, provoca la destrucción directa de la célula maligna, lo que induce una respuesta rápida y, por otro, activación de los linfocitos T que parecen responsables de que la respuesta se mantenga en el tiempo", ha añadido.
Daratumumab está aprobado por la Comisión Europea desde abril de 2017, tras la
opinión positiva del Comité de Medicamentos de Uso Humano de la Agencia Europea de Medicamentos. Contempla dos regímenes diferentes de tratamiento en combinación: con bortezomib y dexametasona o con lenalidomida y dexametasona.
Leucemia linfocítica crónica
La leucemia linfocítica crónica también ha visto ampliadas sus opciones terapéuticas. La investigación de la enfermedad ha dado lugar a dos cambios en su manejo.
"Por un lado, la estratificación de los pacientes según
factores de riesgo clínicos y biológicos y, por otra, el desarrollo de nuevos fármacos con un mecanismo de acción que evita someter a los pacientes a quimioterapia, muchas veces difícil de tolerar a determinada edad", ha explicado la presidente de la AGHH.
La mitad de los pacientes diagnosticados de leucemia se encuentran
entre las edades de 67 y 70 años, por lo que se estima que la frecuencia de la enfermedad irá en aumento por el envejecimiento de la población y la supervivencia de los pacientes.
Nuevos fármacos que evitan la quimioterapia
"Los nuevos fármacos, como ibrutinib, han supuesto un cambio en el concepto y tratamiento de la leucemia linfocítica crónica"
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Sin embargo, los nuevos fármacos que evitan la quimioterapia también son importantes para los pacientes con peor pronósticos, entre los que se encuentran los portadores de mutaciones en p53 o con el gen de inmunoglobinas no mutado.
Éstos presentan una peor evolución que otros pacientes
cuyas células leucémicas tienen el gen mutado, es decir, que están en una fase evolutiva más madura.
"Los nuevos fármacos, como ibrutinib, han supuesto un cambio en el concepto del tratamiento de la enfermedad al
actuar sobre vías de señalización intracelular, como una terapia dirigida con un perfil de toxicidad muy favorable y resultados mejores que la quimioterapia convencional en la mayoría de los subgrupos de pacientes", ha resumido la experta.
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