El
linfoma no Hodgkin (NHL) es un grupo de cánceres que se originan en los ganglios linfáticos y afectan los glóbulos blancos del
sistema inmunitario llamados células B. En el NHL, las células B crecen sin control y crean tumores en los ganglios linfáticos, el bazo u otros tejidos. Según la
Sociedad Estadounidense del Cáncer, alrededor de 80.000 personas serán diagnosticadas con NHL en 2020, y 20.000 morirán por ello.
Hoy, la inmunoterapia es uno de los tratamientos más prometedores para pacientes con cáncer. A diferencia de las radioterapias o las quimioterapias, la inmunoterapia tiene como objetivo "encender" el sistema inmunitario del propio paciente para atacar y eliminar el tumor. Sin embargo, los tumores, incluido el NHL, a menudo mutan para
hacerse invisibles para el sistema inmunitario o incluso explotar las interacciones con las células inmunes para crecer.
Un equipo de investigadores dirigido por Elisa Oricchio en EPFL ha identificado uno de los
mecanismos utilizados por NHL para secuestrar el sistema inmune. Los científicos descubrieron que ciertos pacientes con NHL tienen una forma mutada y sobreactivada de una proteína
llamada catepsina S. Esta proteína es responsable de cortar otras proteínas en pequeños fragmentos que luego se exponen en la superficie de las células tumorales. Estos fragmentos median las comunicaciones entre el cáncer y las células inmunes.
"Cuando la catepsina S está activ
a, las células cancerosas interactúan con las células inmunes llamadas células T CD4 +, que ayudan al crecimiento del tumor, mientras mantienen la distancia social con las células T CD8 +, que atacarían y matarían el tumor", explica Elie Dheilly, uno de los autores principales del estudio.
La inhibición de la catepsina S redujo el crecimiento tumoral
La identificación de esta relación duplicada entre las células cancerosas y las células T llevó a los investigadores a
eliminar genéticamente la catepsina S para comprender cómo se vería afectado el crecimiento tumoral.
"Cuando la catepsina S está activa, las células cancerosas interactúan con las inmunes"
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La i
nhibición de la catepsina S redujo el crecimiento tumoral al invertir la comunicación con las células T: las células T CD8 + ahora atacaban el tumor, mientras que las células T CD4 + se mantenían a raya. Esto ocurre al inducir algo llamado "diversificación de antígenos", que genera una población diferente de fragmentos que ayudan a las células T a identificar y matar las células tumorales.
"Creemos que la
catepsina S podría representar un objetivo terapéutico importante", dice Elisa Oricchio. "Inducir la diversificación de antígenos es una estrategia terapéutica atractiva para aumentar la inmunogenicidad tumoral y mejorar la respuesta a las inmunoterapias en el linfoma, pero posiblemente también en otros tipos de tumores".
Durante el estudio,
Elena Battistello, coautora principal, desarrolló una nueva técnica de imagen para medir específicamente la actividad de la catepsina S. Usando esta técnica, Oricchio y su equipo han identificado y desarrollado nuevos inhibidores (solicitud de patente presentada) que podrían usarse para mejorar el tratamiento de
pacientes diagnosticados con LNH.
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