Los investigadores.
El equipo liderado por
Óscar Molina, investigador del grupo de Células Madre, Biología del Desarrollo e Inmunoterapia del
Instituto de Investigación contra la Leucemia Josep Carreras, ha descubierto los mecanismos fisiopatológicos relacionados con la
hiperdiploidía de leucemia linfoblástica aguada tipo B (LLA-B) pediátrica.
Para llevar a cabo el estudio,
publicado en la revista Blood, los expertos plantearon la hipótesis de que el origen de dichos mecanismos podía suceder en el momento en que la célula se divide: la
mitosis, un proceso celular que controla la distribución equitativa del material genético, ya duplicado y compactado previamente en los cromosomas, y los reparte en dos células 'recién nacidas'.
"Ya sabíamos que
hiperdiploidía de este tipo de leucemia surge en un
progenitor de células B en el útero. Sin embargo, los mecanismos moleculares seguían siendo un enigma. Observamos lo que sucedía justo en el momento de la
segregación cromosómica en LLA-B hiperdiploide para encontrar una explicación a este proceso oncogénico", ha explicado Molina.
"Los siguientes pasos serían estudiar si otros subtipos de LLA-B con números anormales de cromosomas comparten un mecanismo molecular común"
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Los investigadores, que usaron una gran cohorte de muestras pediátricas primarias de LLA-B de
54 pacientes, descubriendo que tres procesos y factores clave para una correcta segregación cromosómica durante la división celular estaban
dañados o inhibidos en las
células hiperdiploides.
Además, comprobaron que la interrupción artificial de estos procesos en las células sanguíneas con números cromosómicos normales generaba células hiperdiploides parecidas a las de las muestras LLA-B. Estos actores son el
complejo de proteínas de la condensina, responsable de ayudar a condensar correctamente el material genético en los cromosomas; la proteína aurora B quinasa, responsable de que los cromosomas se unan correctamente para que acaben dirigiéndose a los polos opuestos de la célula que se divide en dos.
Es más, en el punto de control celular de este último proceso (conocido como SAC) también se han visto
disfunciones. Con estos hallazgos, el equipo ha revelado los
mecanismos moleculares que se alteran en este
tipo frecuente de cáncer de sangre pediátrico.
"Los siguientes pasos serían estudiar si otros subtipos de LLA-B con números anormales de cromosomas, como el
LLA-B hipodiploide, que es un subtipo muy agresivo de cáncer de sangre pediátrico, comparten un mecanismo molecular común. Estos estudios permitirán generar los
primeros modelos preclínicos in vivo de leucemias con números anormales de cromosomas, cruciales para entender su origen y crecimiento. Esto facilitará el desarrollo y la prueba de
terapias más específicas y
menos tóxicas para estos cánceres sanguíneos pediátricos", ha zanjado Molina.
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