Cristina Arbona, vocal de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH) y directora del Centro de Transfusiones de la Comunidad Valenciana.
Las personas con
sangre tipo O tienen entre un 9 y un 18 por ciento menos de probabilidades de padecer el Covid-19, la enfermedad que provoca el nuevo coronavirus, en comparación con aquellas que tienen otros tipos de sangre, según los resultados preeliminares del estudio genético de
'23andMe sobre Covid-19'. Cristina Arbona, vocal de la
Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH) y directora del Centro de Transfusiones de la Comunidad Valenciana, responde a
Redacción Médica el motivo de estas diferencias.
"Este estudio y otro del mismo grupo, presente en
The New England Journal of Medicine vienen a corroborar los datos que ya se habían publicado y que observaban una menor distribución, en comparación con lo esperado,
del grupo O en pacientes con infección SARS-CoV-2 en China. Los estudios de asociación genética, recientemente publicados, analizan la importancia de ciertos genes en el riesgo de infección por SARS-CoV-2 y la gravedad de la misma, y observan esta relación con
el gen ABO, localizado en el cromosoma 9", ha indicado Arbona.
Ha añadido que igualmente existe una asociación con otros seis genes localizados en el cromosoma tres, y que parecen tener implicaciones directas con
la funcionalidad del virus o otros con la repuesta infamatoria.
La experta ha explicado que este artículo demuestra que el riesgo de adquirir la infección es menor (9-18 por ciento) en los sujetos de grupo O, frente al resto de grupos sanguíneos, y además, se demuestra
una variación considerable en el comportamiento de la enfermedad entre los pacientes infectados con el síndrome respiratorio agudo severo y ciertos factores genéticos, entre los que destaca también
el gen ABO (locus 9q34.2).
"De forma que los sujetos infectados de
grupo sanguíneo A tienen mayor riesgo que los de otros grupos en desarrollar la complicación grave respiratoria, mientras que
el grupo O confiere un efecto protector frente a la misma", ha apuntado.
Evidencia de su implicación en la defensa inmune
Y es que, según has manifestado Arbona, los grupos sanguíneos o antígenos de grupo eritrocitario están formados por
proteínas, o carbohidratos unidos a proteínas o a lípidos, la mayoría determinados genéticamente. "Para la mayoría de ellos se desconoce su significado, aunque cada vez existe una
mayor evidencia de su implicación en los mecanismos de defensa inmune".
"Sin embargo, algunos grupos presentan otras funciones asociadas: unos son moléculas fundamentales para la integridad de la membrana como
el sistema Diego o el Gerbich; otros tienen funciones enzimáticas o de transporte, como
el sistema Kidd, y el Kell; o actúan como receptores de adhesión o relacionadas con el complemento".
En el caso del coronavirus SARS- CoV 2, "el efecto protector frente a la infección de grupo O parece relacionado con
la presencia de los anticuerpos naturales anti-A y anti-B, esos que también son responsables de la reacción hemolítica aguda
cuando transfundimos sangre ABO incompatible".
"El virus, en su cubierta va añadiendo carbohidratos, con estructura similar a la de los grupos AB. Los anticuerpos anti-A y/o anti-B presentes en la saliva y otras secreciones corporales de los llamados sujetos secretores actuarían bloqueando la entrada del virus. Así, los sujetos de grupo O, con anticuerpos anti-A y anti-B,
neutralizarían de manera más eficaz el virus, explicando en parte, el menor riesgo de infección de estos", ha asegurado Arbona.
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.