José María Moraleda, Jorge Sierra, Ramón García Sanz (presidente electo de la SEHH), Carlos Solano y Miguel Ángel Calleja (presidente de la SEFH).
El éxito de las
terapias CART, cuyo número de pacientes candidatos a recibir este tratamiento parece aumentar por momentos, dejará obsoleta la distribución actual de centros. Así lo cree el presidente de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH),
Jorge Sierra, que señala que "hay más de
40 centros en España perfectamente capacitados para administrarlo".
Se basa en la cantidad de hospitales que realizan
trasplantes alogénicos de progenitores hematopoyéticos (conocidos popularmente como
trasplantes de médula) con total garantía de calidad y seguridad. Estos trasplantes son el espejo en los que hematólogos miran la evolución de esta novedosísima terapia celular: hay dos comercializadas en el SNS; la primera
se aprobó en diciembre y la segunda
esta misma semana.
Más de 600 pacientes
Sierra considera
"insuficiente" el número actual de centros de referencia para su administración –
designados por el Ministerio de Sanidad– y cree que en dos o tres años los pacientes a tratar sobrepasarán la capacidad de los que actualmente tienen el visto bueno del Gobierno central.
"Tendremos que acabar poniendo CART todos", advierte Moraleda
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Así, sostiene que los cálculos realizados por los especialistas consideran que habrá alrededor de un centenar de pacientes con
leucemia linfoblástica aguda candidatos a tratamiento, más entre 500 y 800 de
linfoma difuso de células B grandes, por lo que será imprescindible una ampliación de centros.
Sierra ha realizado estas declaraciones en el marco del curso
'Presente y futuro de la terapia con células CART', organizado por Gilead, laboratorio que ha invitado a asistir a
Redacción Médica, y auspiciado por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.
"Democratización" de su administración
Con respecto al número de centros,
Carlos Solano, presidente del Grupo Español de Trasplante Hematopoyético, considera que en la actualidad es suficiente ya que hay un "decalaje" con los cálculos desde que se inicia el tratamiento, pero que
el máximo de su capacidad se rebasará en dos o tres años, a lo que hay que tener en cuenta que las nuevas indicaciones de las CART van a aumentar el número potencial de pacientes candidatos.
En este aspecto también ha incidido
José María Moraleda, coordinador de la Red Española de Terapia Celular (Tercel), que aboga por la
"democratización de las CART", incluso como tratamiento ambulatorio en tan solo cuatro años, "dada la seguridad con la que se están llevando trasplantes hematopoyéticos en nuestro país".
"Tendremos que acabar poniendo CART todos, y lo que tendremos que hacer es ponerlos bien; si, además, investigamos un poquito, mejor", advierte, recordando que la existencia de los llamados
CART académicos no debe quedar en una anécdota.
CART académico
A este respecto, Jorge Sierra ha advertido que la consideración de la existencia de CART académicos como una
vía de abaratar la terapia comercial es errónea, "hay que apoyarlos sobre todo por su innovación y mejora".
Por ello, ha abogado por más
colaboración público-privada, que la investigación pública no se pierda y se siga fomentando, con socios privados que desarrollen clínicamente las innovaciones.
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