Aplicado por un equipo de radiólogos en el San Juan de Dios de Aljarafe



13 sept. 2013 14:29H
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Javier Barbado. Madrid
Un equipo de radiólogos del San Juan de Dios de Aljarafe de Sevilla ha ideado un protocolo para descartar o confirmar la sospecha de fractura del escafoides (hueso de la muñeca que a menudo se daña al usar la mano para apoyarse en el suelo durante una caída) por medio de la resonancia magnética (RM), ya que a menudo la radiografía no permite apreciarla.

María Dolores Moreno, radióloga del San Juan de Dios de Aljarafe.

En este nuevo procedimiento se trata de diagnosticar la fractura lo antes posible y, para ello, una vez se ha hecho la primera radiografía sin que se detecte, si existen sospechas clínicas que impidan descartarla (como que el paciente refiera dolor) se prescribe a los quince días, de forma sistemática, una segunda radiografía acompañada de la RM. De este modo, si no existe fractura, se suspende la inmovilización de la muñeca, lo que previene su rigidez y facilita su rehabilitación. Además, se elude el recurso a la tomografía computerizada (TC) para llegar al diagnóstico, y, en general, se evita una serie de consultas y radiografías sucesivas, de modo que el ahorro global es considerable.

Se calcula que su puesta en práctica en el centro como protocolo establecido ha generado un ahorro de costes del 33 por ciento en aquellos casos en los que se utilizaba, en última instancia, la TC, según ha confirmado a Redacción Médica la especialista que lo lidera, María Dolores Moreno. “Además, no hablamos de hacer un estudio completo con resonancia magnética de la muñeca, sino uno específico para confirmar o descartar la fractura del hueso escafoides que dura la mitad de tiempo y evita la exposición a radiación inherente a la tomografía computerizada”, explica. Por otro lado, no todos los hospitales de aparato de TC y ésta resulta más cara que la resonancia magnética.

El programa, que se aplica desde hace alrededor de dos años en el propio centro, parte de un estudio previo que confirmó su utilidad y eficiencia. En él, a partir de 13 pacientes se pudo descartar de manera definitiva la existencia de fractura en 15 días, lo que permitió a los clínicos retirar la férula al paciente y proceder a la movilización precoz, lo cual “evita una posible rigidez articular y acorta el periodo de baja laboral”, precisan fuentes del hospital.

“En 12 pacientes se puso de manifiesto una fractura de escafoides. En seis de estos pacientes se observó, además, que existían otras lesiones asociadas a la fractura. La localización de estas lesiones permitió establecer un tratamiento específico de la afección. Y en ocho pacientes se detectaron otras lesiones a las que se dio el tratamiento correspondiente”, ratifican.

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