La crisis económica ha puesto en evidencia el divorcio entre Administración y profesionales



10 feb. 2014 18:56H
SE LEE EN 3 minutos

Javier Barbado. Madrid
El cardiólogo y jefe de la especialidad en la Estructura de Organización de Gestión Integrada de A Coruña, Alfonso Castro Beiras, ha mostrado a este periódico su convicción de que, lejos de necesitar “grandes normativas” que fijen cómo crear Unidades de Gestión Clínica (UGC) en los hospitales españoles, lo que se precisa es que la Administración reconozca al médico su competencia en la microgestión del acto asistencial: “Nosotros resolvemos los problemas de los pacientes, no los económicos, pero las decisiones organizativas de las gerencias se basan en estos últimos y no se abren a la participación de los médicos en la mayoría de los casos”, ha criticado.

El cardiólogo Castro Beiras.

Desde su punto de vista, este divorcio entre las administraciones, los directivos y los médicos en los hospitales conduce a ineficiencias que, con la crisis económica, han salido a relucir (al no poder ‘taponarse’ con la compra de nuevos recursos) y han puesto en evidencia la necesidad de que sean los profesionales quienes decidan sobre a quién debe asistirse y cómo, pues cada paciente requiere de un abordaje específico que solo el médico conoce.

Preguntado sobre la iniciativa del Ministerio de Sanidad de elaborar un ‘decreto paraguas’ que aúne las normativas sobre UGC de las comunidades autónomas, Castro Beiras se ha mostrado conforme con el matiz adelantado por el departamento que encabeza Ana Mato de que tales entidades, en cualquiera de los casos, carecerán de personalidad jurídica propia: “Ni siquiera los hospitales la tienen, por lo que sería una barbaridad” que los médicos la ostentasen, ha señalado.

Sin embargo, agrupaciones con la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (Fadsp), han criticado el proyecto ministerial por cuanto, en su opinión, encubren una “privatización” de las prestaciones sanitarias al desvincular la toma de decisiones de las administraciones y gerencias y proporcionar autonomía a los profesionales, lo que, según este colectivo, equivaldría a introducir en el sistema sanitario criterios de competencia y de mercado “con muchas similitudes con la gestión empresarial”.

Para Castro Beiras, en cambio, existen ejemplos en España de iniciativas exitosas que demuestran la capacidad gestora de los médicos en aquello que los compete, esto es, la atención de los enfermos. Una de las que ha citado reside en el sistema de formación MIR: “La Administración convoca el examen, pero son los profesionales los que elaboran las preguntas y los corrigen por medio de las comisiones constituidas en el Ministerio; en un segundo paso, son los propios médicos los que forman a los residencias y lo hacen, además, a coste cero”, enfatiza. Y, por otra parte, el Sistema Nacional de Trasplantes, referente en el mundo, “está dirigido y coordinado, asimismo, por los profesionales de la salud” más allá de su coordinación política y administrativa.

Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.