Javier Barbado. Madrid
Las terapias oncológicas ya se encuentran integradas en los centros del Sistema Nacional de Salud y contribuyen no solo a mejorar la salud de los pacientes con más probabilidades de respuesta adecuada al tratamiento, sino también a ahorrar el coste y los efectos secundarios que llevan aparejados las terapias no seleccionadas en función del perfil genético, tal como ha corroborado a Redacción Médica el director médico del Hospital La Fe de Valencia, Javier Palau, y ha difundido asimismo durante una jornada científica sobre este asunto organizada por la Fundación Ad Qualitatem y en la que ha colaborado Amgen.
José Luis Motellón, director médico de Amgen; Alfredo Milazzo, presidente de la Fundación Ad Qualitatem; y Agustín Rivero, director general de Farmacia del Ministerio de Sanidad. |
Esta clase de tratamientos parten del análisis, en el laboratorio, de las piezas del tumor extirpado, en las que se hallan biomarcadores genéticos que ayudan a seleccionar qué pacientes son propensos a responder de la manera adecuada a determinados fármacos. “Hablamos de algo que los médicos intentamos hacer desde hace años y que ahora se aplica en tumores como el de mama o el de pulmón y, asimismo, en la leucemia aguda y crónica –por ejemplo, se puede citar el empleo de imatinib en pacientes con leucemia mieloide crónica–”, explicó Palau. “No sería ético ni coste-efectivo dejar de valerse de estos recursos que ya forman parte de la realidad del Sistema Nacional de Salud”, ratificó.
De izq. a dcha: Javier Palau; Miguel Ángel Calleja, vicepresidente de la Sociedad Esañola de Farmacia Hospitalaria; Víctor Rodríguez; Nieves Martín, directora técnica de Farmacia del Sacyl; y Encarnación Cruz, subdirectora general de Farmacia y Productos Sanitarios del Servicio Madrileño de Salud (Sermas). |
También en declaraciones a este periódico, el jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital del Mar, Joan Albanell, ha resumido los últimos avances en el campo de la Medicina personalizada oncológica, y ha destacado tanto la utilización de un anticuerpo monoclonal, el panatimubab, como los resultados de una investigación internacional “en la que se han definido y ampliado los biomarcadores que ayudan a perfilar mejor la indicación en este tipo de tumor”, por lo que vaticina que se discutirán largo y tendido en el Congreso Internacional de Chicago del próximo mes, y, una vez sea revisado, llegará a implementarse en España.
Palau se dirige al auditorio durante la jornada organizada por la Fundación Ad Qualitatem. |
Albanell también ha resaltado del foro la mención de cuatro nuevas terapias para el cáncer de mama aprobadas en Estados Unidos (tres de ellas, también en Europa): anticuerpos contra la proteína HER2; monoclonales T-DM1; terapia que ayuda a aumentar la eficacia de la terapia hormonal (everolimus) y el anticuerpo monoclonal denozumab, que retrasa las complicaciones manifiestas en tumor de mama con metástasis.