Permite cribar a los enfermos susceptibles de responder al tratamiento



23 abr. 2013 18:52H
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Javier Barbado. Madrid
Las terapias oncológicas ya se encuentran integradas en los centros del Sistema Nacional de Salud y contribuyen no solo a mejorar la salud de los pacientes con más probabilidades de respuesta adecuada al tratamiento, sino también a ahorrar el coste y los efectos secundarios que llevan aparejados las terapias no seleccionadas en función del perfil genético, tal como ha corroborado a Redacción Médica el director médico del Hospital La Fe de Valencia, Javier Palau, y ha difundido asimismo durante una jornada científica sobre este asunto organizada por la Fundación Ad Qualitatem y en la que ha colaborado Amgen.

José Luis Motellón, director médico de Amgen; Alfredo Milazzo, presidente de la Fundación Ad Qualitatem; y Agustín Rivero, director general de Farmacia del Ministerio de Sanidad.

Esta clase de tratamientos parten del análisis, en el laboratorio, de las piezas del tumor extirpado, en las que se hallan biomarcadores genéticos que ayudan a seleccionar qué pacientes son propensos a responder de la manera adecuada a determinados fármacos. “Hablamos de algo que los médicos intentamos hacer desde hace años y que ahora se aplica en tumores como el de mama o el de pulmón y, asimismo, en la leucemia aguda y crónica –por ejemplo, se puede citar el empleo de imatinib en pacientes con leucemia mieloide crónica–”, explicó Palau. “No sería ético ni coste-efectivo dejar de valerse de estos recursos que ya forman parte de la realidad del Sistema Nacional de Salud”, ratificó.

De izq. a dcha: Javier Palau; Miguel Ángel Calleja, vicepresidente de la Sociedad Esañola de Farmacia Hospitalaria; Víctor Rodríguez; Nieves Martín, directora técnica de Farmacia del Sacyl; y Encarnación Cruz, subdirectora general de Farmacia y Productos Sanitarios del Servicio Madrileño de Salud (Sermas).

También en declaraciones a este periódico, el jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital del Mar, Joan Albanell, ha resumido los últimos avances en el campo de la Medicina personalizada oncológica, y ha destacado tanto la utilización de un anticuerpo monoclonal, el panatimubab, como los resultados de una investigación internacional “en la que se han definido y ampliado los biomarcadores que ayudan a perfilar mejor la indicación en este tipo de tumor”, por lo que vaticina que se discutirán largo y tendido en el Congreso Internacional de Chicago del próximo mes, y, una vez sea revisado, llegará a implementarse en España.

Palau se dirige al auditorio durante la jornada organizada por la Fundación Ad Qualitatem.

Albanell también ha resaltado del foro la mención de cuatro nuevas terapias para el cáncer de mama aprobadas en Estados Unidos (tres de ellas, también en Europa): anticuerpos contra la proteína HER2; monoclonales T-DM1; terapia que ayuda a aumentar la eficacia de la terapia hormonal (everolimus) y el anticuerpo monoclonal denozumab, que retrasa las complicaciones manifiestas en tumor de mama con metástasis.  

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