Redacción. Madrid
La sociedad actual demanda soluciones para preservar y aumentar la salud, la belleza y el bienestar físico, social y mental de las personas. Retrasar los efectos del envejecimiento y prolongar la calidad de vida es cada vez menos un sueño y más una realidad. Esta demanda, unida a la preparación de sus profesionales y a la innovación continua en las técnicas, ha hecho de la Medicina Cosmética, Estética y del Envejecimiento Fisiológico uno de los ámbitos sanitarios que más se está desarrollando en los últimos años.
Este rápido desarrollo hace necesario que los profesionales que la ejercen estén formados, capacitados y oficialmente acreditados, y que los centros dónde se practica con excelencia sean reconocidos y reconocibles para los pacientes y para la sociedad. Las exigencias de seguridad y calidad asistencial de los pacientes, el intrusismo y la crisis económica contribuyen todavía más a esta necesidad.
Víctor García, |
Como respuesta, las sociedades científicas más importantes del sector han creado la Acreditación Europea de Belleza y Salud (BHEQM, por sus siglas en inglés), que se ha lanzado durante las XXI Jornadas Mediterráneas de Confrontaciones Terapéuticas en Medicina y Cirugía Cosmética, a las que han asistido más de 800 profesionales de la Medicina Cosmética, Estética y del Envejecimiento Fisiológico de todo el mundo.
La acreditación BHEQM es una iniciativa de la Sociedad Española de Medicina y Cirugía Cosmética (SEMCC) y de Áliad, y sus requisitos han sido revisados por expertos de las Sociedades Científicas que avalan la Marca.
Durante la presentación de BHEQM, Julio González, director general de Áliad, destacó la importancia de disponer de esta acreditación de excelencia ya que “permitirá a los pacientes identificar centros y servicios sanitarios que les ofrezcan efectividad y seguridad, y a los profesionales disponer de un marco y un reconocimiento complementarios al de su formación y capacitación, para demostrar su buen hacer”.
Como informó el Víctor García, presidente de la SEMCC, los centros acreditados dispondrán no sólo de una marca identificativa que avale la calidad de sus instalaciones, servicios, protocolos, elementos de seguridad, etc., pudiendo exhibirla como elemento diferencial de excelencia, sino que accederán a servicios de formación continuada e innovación, y a otras herramientas que les permitan mejorar continuamente su oferta y su atención a los pacientes.