Redacción. Madrid
Este jueves se ha celebrado la primera edición del Proyecto Delta, un encuentro organizado por Novartis y dirigido a gerentes de hospitales, que tiene como objetivo poner en común las bases para establecer un sistema sanitario sostenible, con una gestión de recursos más eficiente, ofreciendo la máxima calidad asistencial a los pacientes.
Los modelos actuales en el sector sanitario están viviendo un momento importante debido a las políticas de ajustes, al incremento de la cronicidad y multimorbilidad asociado a una sociedad en un proceso acelerado de envejecimiento. Ante esta situación, los sistemas sanitarios están iniciado profundas transformaciones conscientes de la necesidad de cambios en la gestión sanitaria.
Foto de familia de los gerentes de hospital y directivos de compañías asistentes a la jornada.
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Este encuentro, que ha contado con la participación de Deusto Business School Health, Esade, la Sociedad Catalana de Gestión Sanitaria (SCGS), la Fundación Ad Qualitatem y la Sociedad Española de Directivos de la Salud (Sedisa), ha permitido que los expertos debatan y compartan estrategias de gestión de sostenibilidad para el sector y, a partir del análisis y la investigación, profundicen en las condiciones que permitirán a los altos directivos afrontar con éxito el futuro.
Asimismo, el objetivo del foro es diseñar un documento que defina el rol que el gerente de las instituciones sanitarias tiene que desempeñar a partir de este momento y en un futuro a corto y medio plazo.
En palabras de Bengoa, director de Deusto Business School Health, “las soluciones que se están buscando para mejorar la calidad del sistema sanitario demandan innovación y cambios organizativos y tecnológicos, así como un nuevo liderazgo que permita definir un nuevo modelo más sostenible del sector”.
En este sentido, ha señalado que “varias comunidades autónomas han hecho de la gestión eficiente de la cronicidad una prioridad y han implementado iniciativas para conseguir la Triple Meta de mejorar los resultados de salud de la población, la calidad de la prestación sanitaria y hacer un uso más eficiente de los recursos disponibles”.
Ante el actual contexto sociosanitario, marcado por el envejecimiento de la población y la transformación de enfermedades agudas en crónicas, el directivo se enfrenta a un nuevo paradigma, especialmente en lo relacionado con la gestión de los recursos. Ramón Cunillera, Director Técnico de Sociedad Catalana de Gestión Sanitaria (SCGS), ha señalado que “en los próximos años tendremos que organizarnos de forma distinta, poniendo las estructuras (personas e instalaciones) al servicio de los procesos, y ello requiere de decisiones directivas valientes, con liderazgo profesional y soporte del gobierno de la entidad”. Ha añadido que “los directivos necesitarán nuevas habilidades para lograr compromisos de todos los agentes para afrontar los cambios”.
Entre las reflexiones debatidas en el encuentro destaca la importancia del seguimiento y la evaluación de los resultados obtenidos en salud como medida clave para promover la eficiencia en todos los procesos.
“Necesitamos indicadores que nos permitan medir la presencia de aquellos factores que determinan la buena gestión, la que obtiene buenos resultados para la organización, para sus profesionales y para los pacientes. No será suficiente con que los directivos de las entidades hagan el análisis de cómo están y tracen estrategias de mejora, los equipos directivos tendrán que poder medir su evolución en paralelo con la medición pública de sus resultados”, ha incidido Ramón Cunillera.
Aprovechar los recursos de forma óptima
Manel Peiró, vicedecano de profesorado de Esade, señala que “ante el actual escenario es importante que las instituciones asistenciales lleven a cabo una buena gestión para aprovechar los recursos de manera óptima y así conseguir una mejora, tanto desde un punto de vista asistencial como económico”. Ha añadido que “la mejora de la gestión pasa por que las instituciones tengan una autonomía real y que sus resultados asistenciales y económicos sean relevantes para determinar los recursos que se les asignan”.
Los expertos reunidos en el encuentro han destacado, además, la necesidad de dirigir la reforma a la reorganización de la atención asistencial, centrándola en las necesidades del nuevo perfil del paciente, y a la implementación de nuevos modelos de compras y financiación.
“La reforma debe enfocarse al desarrollo de la gestión por procesos y a una organización basada en equipos más horizontales y menos jerarquizados. Uno de los cambios que se prevé es el desarrollo de la atención clínica, la descentralización de decisiones de los equipos directivos a los responsables clínicos y que estos asuman una mayor autonomía y mayor capacidad de decisión, no solo en los aspectos asistenciales, sino en aspectos de gestión, organización y planificación de sus unidades”, ha indicado Joaquín Estévez, presidente de Sedisa.
Estévez ha puesto de manifiesto que el sistema sanitario actual está orientado a la atención sanitaria, a la reparación de la salud y no a la prevención. “Es un sistema orientado al paciente agudo, a las situaciones críticas, pero no al paciente crónico que utiliza mayoritariamente el sistema” Asimismo, ha añadido que “es necesaria la reorientación del sistema y facilitar más información a los ciudadanos que son más exigentes, más insatisfechos y cada vez más informados”.
Por su parte, Raquel García Gordón,
Manager de Market Access de Novartis, ha señalado, “la implicación y organización de Novartis en el Proyecto Delta pone de manifiesto nuestro compromiso con aquellas iniciativas que promuevan la mejora de la gestión sanitaria. Tenemos que seguir trabajando para alcanzar modelos de colaboración que contribuyan a la sostenibilidad del sistema sanitario”.
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