El cardiólogo Alfonso Castro Beiras reproduce recomendaciones de áreas hospitalarias de Galicia



23 jun. 2015 13:28H
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Javier Barbado. Madrid
El documento de trabajo presentado por el Consejo Asesor sobre el trabajo en red de los profesionales sanitarios y la advertencia de una asistencia fragmentada nada aporta novedoso. Por el contrario, obedece, al menos en la parte dedicada a la Cardiología, a una compilación de ideas ya analizadas al detalle en otro informe promovido por el propio Ministerio de Sanidad y la Sociedad Española de Cardiología (SEC) hace tres años, según ha ratificado a Redacción Médica quien entonces la presidía y hoy encabeza la Federación de Asociaciones Científico Médicas de España (Facme), Carlos Macaya.

Carlos Macaya, presidente de Facme.

El máximo responsable de Facme no comprende, a priori, el revuelo causado entre los dirigentes de la sociedades científicas de las tres especialidades que se estudian en el escrito del Consejo Asesor (aparte de la que atañe a los cardiólogos Neurología y Oncología), que para Macaya adquiere la forma inequívoca de borrador (aun cuando, en lo formal, fuentes de este último han ratificado a este periódico que se trata de un documento aprobado). O al menos no lo secunda más allá de comprender su deseo de haber sido consultados para elaborar el trabajo.

Para Macaya, el texto (esbozado o aprobado, tanto da) recomienda las mismas estrategias que se incluyeron en el informe de Facme titulado Estándares y recomendaciones en las áreas del corazón, “libro en el que está todo lo que se plasma en el informe del Consejo Asesor” y que, de hecho, fue coeditado por el propio presidente de Facme.

En efecto, ya se habló entonces de regionalizar los servicios, de crear unidades asistenciales y de cada una de las sugerencias desgranadas en el nuevo trabajo del organismo que asesora a Sanidad. “Creo que no es un informe que sorprenda o que llame la atención ni que refleje nada que no existiera antes; otra cosa es que no se conociera, pero en las estanterías del Ministerio estaba el documento y lo único que me ha sorprendido es que no figure en las referencias finales”, ha aseverado Macaya.

“La movilidad de los profesionales se hace en Madrid desde hace 14 años”

Preguntado por aspectos concretos como la movilidad de los profesionales entre hospitales –uno de los consejos que defiende el Consejo Asesor con vehemencia–, el presidente de Facme se reafirma en sus  impresiones acerca del informe, pues asegura que “eso se lleva haciendo en Madrid desde hace catorce años”. “Del Hospital Clínico San Carlos, por ejemplo, acuden todos los días a una sala satélite instalada en el Hospital de Leganés Y, desde hace cuatro años, van a Alcalá de Henares, que dispone de otra sala satélite”, ha precisado y añadido que “movilidad de personal ya se está produciendo, aunque no la deseable para ser más eficientes en el sistema”.

En cuanto al otro leitmotiv del estudio aprobado por Sanidad, la fragmentación de la asistencia (“que no de los servicios”, matiza Macaya) se debe, en su opinión, a una realidad observable en la práctica clínica diaria, donde se atiende a una población cada vez más envejecida y aquejada de procesos pluripatológicos de evolución crónica, esto es, un paciente con insuficiencia cardiaca a menudo también precisa ser atendido por una insuficiencia renal o una broncopatía o incluso un deterioro cognitivo incipiente, todo lo cual se encuadra en disciplinas y prestaciones diferentes, de ahí la disgregación de la asistencia a que se refieren los autores del trabajo.

Por último, Macaya corrobora instrucciones de este último relacionadas con la proporción que deberían guardar las unidades de hemodinámica, angioplastias y cirugía cardiaca con la densidad de las poblaciones del territorio donde se ubican. Y destaca que dos autonomías, Madrid y Comunidad Valenciana, incumplen esas recomendaciones de manera flagrante: “El informe recomienda que, para hacer una unidad de hemodinámica, se necesitan entre 400.000 y 500.000 habitantes, o, para hacer angioplastias primarias en veinticuatro horas, se precisa de una población aún superior. Sin embargo, en Madrid hay multitud de centros que practican angioplastias primarias y también hay, por todos lados, centros que realizan hemodinámica y cirugía cardiaca”, ha señalado.

“En Extremadura, por ejemplo, hay un servicio de cirugía cardiaca, pero son un millón de habitantes. O, en Castilla y León, en toda la autonomía hay solo tres servicios, pero es que son tres millones de habitantes. Sin embargo, en Madrid, hay un montón de ellos privados e incluso público (en el Rey Juan Carlos I, en la Fundación Jiménez Díaz, en el de Collado Villalba…)”, corrobora.

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El Consejo Asesor culpa a los médicos de fragmentar en exceso sus servicios (12/06/2015)
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