Las causas se concentran en la postura y el estrés adquiridos en el trabajo



20 oct. 2014 18:33H
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Redacción. Zaragoza
El 45 por ciento de la población ha sufrido dolor de cuello o cervicalgia en los últimos seis meses, según datos epidemiológicos analizados en la I Jornada de la Sociedad Aragonesa de Medicina Física y Rehabilitación (SMAR) sobre dolor cervical, un encuentro que se ha celebrado en el Hospital MAZ de Zaragoza con la colaboración de la compañía biomédica Pfizer.

Especialistas en Medicina Física y Rehabilitación, Neurocirugía, Traumatología, Reumatología o Medicina del Trabajo se han dado cita en esta jornada para abordar el manejo del dolor cervical, actualizar novedades científicas y consensuar líneas de actuación.

De izq. a dcha.: José Aso Escario, jefe Clínico de Neurocirugía del Hospital MAZ de Zaragoza; Esteban Mayayo, médico especialista en Radiología del Hospital Miguel Servet de Zaragoza; Ana Coarasa, médico especialista en Medicina Física y Rehabilitación  Hospital San Juan de Dios de Zaragoza y presidenta de la SMAR; Luís Garcés Pérez, médico especialista en Medicina Física y Rehabilitación del Instituto de Biomecánica de Valencia; Ricardo Jariod, médico especialista en Medicina Física y Rehabilitación del Hospital Miguel Servet de Zaragoza; Juan Aycar Barba, médico especialista en Medicina Física y Rehabilitación del Hospital de Amara (Complejo Hospitalario Donostia-San Sebastián); Enrique Sánchez Jiménez, médico especialista en Anestesiología y Tratamiento del Dolor del Hospital San Jorge de Huesca; y José María Climent, jefe del Servicio de Medicina Física y Rehabilitación del Hospital de Alicante.

 
“La incidencia del dolor cervical ha aumentado en las últimas décadas, especialmente en los países desarrollados”, ha explicado Ana Coarasa, presidenta de SMAR. Según datos epidemiológicos internacionales, hasta el 70 por ciento de la población confirma haber padecido cervicalgia al menos una vez en su vida.

“Es además un motivo de consulta muy frecuente”, ha subrayado esta médica. En referencia a las causas de este aumento, los especialistas apuntan a nuestro estilo de vida: “La tendencia se produce en relación con hábitos posturales y cambios en las prácticas laborales”, ha explicado José María Climent, jefe del Servicio de Rehabilitación del Hospital General de Alicante, que ha precisado, asimismo, como causas del incremento de casos los accidentes de tráfico y el envejecimiento poblacional.

Las claves de la prevención

La relación entre esta tendencia y el estilo de vida confirma que el dolor cervical puede prevenirse. “Un ambiente laboral preventivo, evitando movimientos repetitivos y  posturas forzadas mantenidas, y un control postural en actividades como el estudio o el manejo de ordenadores son buenos puntos de inicio”, ha detallado Climent. “La educación desde la escuela y la promoción del ejercicio físico diario son claves”, ha añadido Coarasa, quien también ha destacado la importancia de los estudios ergonómicos en el puesto de trabajo para evitar este problema.

Cuando falla la prevención y el dolor aparece, llega la hora de acudir a la consulta. “Las dificultades habituales en el diagnóstico radican en que no existe una relación clara entre los hallazgos de las pruebas radiológicas y los síntomas que relata el paciente”, han matizado desde SMAR.

El tratamiento también presenta obstáculos: “Es muy frecuente la proliferación de tratamientos no comprobados científicamente y la utilización de otros que han demostrado no ser efectivos, lo que crea falsas expectativas y un gran desembolso económico”, ha asegurado Coarasa.

Los últimos avances

En este sentido, la actualización de conocimientos por parte de los profesionales en jornadas como la celebrada en Zaragoza constituye una estrategia necesaria. “Lo más importante es el abordaje médico multidisciplinar consensuado creando circuitos asistenciales racionales”, ha ratificado Roque González, médico rehabilitador del Hospital MAZ.

Así, durante la jornada en este centro se analizaron los últimos avances destinados a facilitar el diagnóstico –nuevas técnicas biomecánicas y signos de alarma–, así como novedades en problemáticas específicas, como las provocadas por accidentes de tráfico. “La utilización de los sistemas instrumentales biomecánicos ha supuesto un importante avance para descubrir incongruencias”, ha señalado González, también secretario de SMAR.

La Medicina rehabilitadora sigue desempeñando un papel protagonista en esta área: “Es la base del tratamiento, incluyendo nuevos fármacos, técnicas intervencionistas como infiltraciones locales y bloqueos con nuevos fármacos, además de ejercicio terapéutico o terapias ortopédicas”, enumeró. “Dentro de las medidas que se han mostrado más efectivas se encuentra el ejercicio físico asociado a técnicas ortopédicas”, concluyó el especialista.

Impacto económico y psicosocial

El dolor cervical es una de las causas más frecuentes de baja o incapacidad laboral. “Los costes son altos para el sistema sanitario”, aseguró Javier García Campayo, psiquiatra del Hospital Universitario Miguel Servet, en Zaragoza. Y es que esta patología que afecta a todo tipo de trabajadores ocupa el segundo lugar después del dolor lumbar como causa de gastos anuales de compensación.

Las consecuencias no son sólo económicas. Los riesgos psicosociales del dolor cuando éste se convierte en crónico son importantes. “Casi sistemáticamente se asocia a depresión, porque las vías neurofisiológicas de dolor y depresión son las mismas. Esta depresión aumenta el dolor, la incapacidad laboral y para las actividades de la vida diaria y se asocia a un peor pronóstico y un mayor consumo de analgésicos”, aseguró el doctor García Campayo. “A la depresión se suele asociar además ansiedad, lo que facilita que se produzcan contracturas musculares, insomnio y fatiga”, ha indicado.
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