Directivos de la salud valoran las intenciones del Gobierno para avanzar en la independencia de este tipo de cargos

Jesús Sanz (ANDE), José Luis Escrivá y Patricia Alonso (SEDISA) piden decisión por resultados y eficiencia para la autonomía en gestión sanitaria.
Jesús Sanz, José Luis Escrivá y Patricia Alonso.


2 jun. 2024 17:15H
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El Ministerio de Función Pública de José Luis Escrivá marca el paso hacia un nuevo paradigma del directivo público, al que presumiblemente pretende dotar de más independencia y “espacio” para sus determinaciones. A grandes rasgos, las intenciones del economista han sido recibidas con optimismo por parte de los gestores de la sanidad, que aguardan a conocer la ‘letra pequeña’ de los planes del Gobierno. La toma de decisiones en base a resultados y alejada de arbitrariedades, señalan, debe regir cualquier propuesta política. “Menos autonomía supone transformar a gestores en administradores sin responsabilidades directas”, advierten.

Escasas semanas después de tomar la cartera del Ministerio de Transformación Digital y de la Función Pública, Escrivá avanzó en el Congreso de los Diputados su intención de elaborar un nuevo Estatuto del Directivo Público, entre otros objetivos, para desarrollar sistemas de selección “de carácter democrático” en base a perfiles y competencias y con retribuciones vinculadas a objetivos. También para otorgar a estos cargos mayor “autonomía”: “La forma en la que se ha operado en la Administración General del Estado (AGE) y, en general, en las administraciones, tiende a cierta desconfianza en el gestor, y no se le da espacio suficiente de toma de decisiones; ello inhibe la innovación y genera excesos de aversión al riego”, deslizó.


"La desconfianza en el gestor inhibe la innovación y genera excesos de aversión al riesgo"



Consultados por Redacción Médica, altos representantes de la Sociedad Española de Directivos de la Salud (SEDISA) y de la Asociación Nacional de Directivos de Enfermería (ANDE) ponen en valor el paso dado por el Gobierno, que esperan que pueda servir para reforzar un papel que, en el caso de los gestores sanitarios, se encuentra “muchas veces en entredicho”.

Pérdida de independencia en la gestión sanitaria


“Los gestores son, de alguna manera, los que ‘curan’ al hospital con sus decisiones, y por eso estas deben tomarse en base a resultados”, indica Patricia Alonso, vocal de la Junta Directiva de SEDISA, quien advierte de que una pérdida de independencia de este tipo de cargos podría derivar en un aumento de “arbitrariedades” externas.

Para Jesús Sanz, presidente de ANDE, la respuesta a si los gestores precisan de más espacio “no es sencilla”. “El Sistema Nacional de Salud (SNS) se enfrenta a profundos cambios que deben contestar a las necesidades actuales de profesionales y usuarios, y también a las organizativas y sociales —explica—. Para ello se necesitan decisiones políticas que no se pueden llevar a cabo sin una dirección y gestión profesional cualificada y razonablemente estable”.


"Menos autonomía supone transformar a gestores en administradores sin responsabilidad"



En palabras del responsable de la asociación enfermera, el sector público está actualmente sometido a una normativa “que hace muy difícil terminar con las bolsas de ineficiencia del sistema”. Por ello, ve “positivamente” que se abra de nuevo el debate sobre el papel de los gestores “para facilitar cambios innovadores”.

“Menos autonomía conlleva menos gestión, menos responsabilidad, menos liderazgo, menos decisiones; supone transformar a gestores en administradores sin responsabilidades directas en la resolución de los problemas importantes de las instituciones”, concluye.
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