José Manuel García Almeida, responsable de la Unidad de Nutrición del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Virgen de la Victoria.
La especialidad de
Nutrición en el hospital
estaba "huérfana de herramientas". Así lo ha reconocido
José Manuel García Almeida, responsable de esta Unidad en el Hospital Universitario Virgen de la Victoria de Málaga, quien ha valorado la
revolución que ha supuesto para el Servicio la incorporación de la
bioimpedancia vectorial, una herramienta que "hacía falta" y que ha supuesto un cambio en el área.
José Manuel García: "Como nutricionista no podía seguir funcionando con una báscula".
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"Como especialista en Nutrición,
no podía seguir funcionando con una báscula, porque no me ayuda a diagnosticar el fenotipo a los pacientes.
Necesitamos herramientas capaces de dar un diagnóstico de composición y función preciso", señala García sobre la bioimpedancia vectorial, un método exacto y no invasivo que proporciona datos sobre la composición corporal de una persona.
Ha presentado este avance en el marco de la
Jornada 'Hospital Innovador' del Hospital Universitario Virgen de la Victoria, un encuentro organizado por
Redacción Médica y la Sociedad Española de Directivos de la Salud (
Sedisa), con el patrocinio de
Boehringer Ingelheim y la colaboración de
Abbott.
Anteriormente, se empleaban técnicas para medir al paciente y estimar los cambios de composición, pero en la rutina del día a día
"ni siquiera las guías tienen prácticas estandarizadas". El peso, la altura, o medidas subjetivas como palpar al paciente son las que se emplean para determinar la estimacion de la grasa muscular, por lo que existe "una gran necesidad de avanzar en este aspecto". "Había muchos impedimentos y uno de ellos era la
escasez de herramientas. Con una báscula es difícil estimar un cambio en la composición, pero en esto nos ha venido a apoyar la tecnologia, que ha revolucionado nuestro funcionamiento con técnicas como el
point of care que se pueden hacer a pie de cama y dan calidad a la valoración", asegura.
José Manuel García narra cómo ha cambiado la forma de trabajar en la Unidad de Nutrición.
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Ángulo de fase, la clave del cambio en Nutrición
García ha explicado que la palabra clave que le cambió su visión de la Nutrición fue el
ángulo de fase, un electrocardiograma de las células y del agua que es predictor al cien por cien del pronóstico de mortalidad, por lo que es una herramienta que se puede conseguir de todos los pacientes y una
guía de opción pronóstica que se relaciona con casi toda la Medicina.
"Gracias a la bioimpedancia vectorial tenemos la capacidad de detectar factores de riesgo y puntos de encuentro.
Esta herramienta nos ha aportado luz a la hora de diagnosticar", señala el nutricionista.
El ángulo de fase es útil en muchas ramas de la Medicina, como en el caso de la Oncología. "Es clave, porque los estadios clínicos miden bien la enfermedad, pero
el ángulo de fase mide muy bien al paciente, por lo que la combinación de ambas consigue que sea muy pronóstico", especifica.
Sobre el camino hacia el que se dirige la línea de investigación pronóstica, es claro: "
Medir músculos debe ser imprescindible para todos los profesionales. La Nutrición no es una disciplina fácil y no podemos ir a kilo. Tenemos que hacer un buen diagnóstico pronóstico para alcanzar los objetivos", concluye.
"La Nutrición no es una disciplina fácil, tenemos que hacer un buen diagnóstico pronóstico".
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