AMIR y CTO reconocen que si Sanidad aumenta el % de preguntas difíciles "estaría tirando piedras sobre su propio tejado"

Las academias CTO y AMIR analizan los simulacros MIR de septiembre en adelante y resuelven dudas sobre los cambios en la prueba de enero
Iván Blay Simón, médico residente y tutor de AMIR y Fernando de Teresa, director académico de CTO.


8 sept. 2024 16:10H
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Con la 'vuelta al cole', los aspirantes al examen MIR 2025 afrontan una etapa de cuatro meses hasta llegar al día D. Llegados a este punto, los futuros residentes tienen cada mes más nivel en su preparación y es por ello que los simulacros MIR tienen que adaptarse a esta evolución e ir subiendo en exigencia y dificultad, para mantener ese nivel de alerta y concentración necesario para el cada vez más próximo 25 de enero de 2025. Salir de la zona de confort en los simulacros tiene este año un 'plus' motivado por los cambios que se esperan para el MIR, como la eliminación de la nota de corte. ¿Cómo puede afectar esta a los simulacros y al estudio MIR? ¿Modificará Sanidad el MIR para hacer más complicado el aprobado?

Iván Blay Simón, médico residente y tutor de AMIR, reconoce que los "cambios" que experimentan sus simulacros MIR 2025 son "secretos", aunque no niega la presencia de innovación en las pruebas, especialmente en las ciencias básicas ya que asegura que este auge que se ha dado en las últimas ediciones MIR "va a seguir presente" y es un tema que "preocupa" a los aspirantes. Pero hay una cuestión muy clara: eliminar la nota de corte MIR no va a hacer que modifiquen sus pruebas.

"Creemos que es una decisión que no ha de modificar para nada nuestra forma de proceder, que no es otra que darles a los alumnos el mejor material posible para su preparación. Creo que no es apropiado y estaríamos dándoles menos herramientas para el futuro a nuestros alumnos, además de prepararlos peor para afrontar las preguntas del examen. Es nuestra responsabilidad que la preparación MIR sea óptima con vistas al día en que tengan que atender a un paciente en puertas de urgencias. No nos olvidemos jamás que formamos médicos y médicas", asegura.

Quienes tampoco han cambiado "en absoluto" sus simulacros pese a esta nueva decisión de Sanidad es CTO. Fernando de Teresa, su director académico, reconoce que la mayoría de sus alumnos quieren conseguir "el mejor número posible" que les dé las mayores opciones de poder elegir entre distintas especialidades. "Nuestros simulacros van a seguir con el mismo nivel de dificultad", confiesa.


Un MIR que no se irá a los extremos


Desde AMIR, consideran que el Ministerio no elaborará preguntas más rebuscadas o difíciles. "En los últimos años hemos encontrado el patrón y la estructura del examen y es poco probable que nos sorprendan en ese sentido, no serviría de nada aumentar la dificultad. Creemos que va a ser muy similar, con ciertos matices, y así estamos trabajando e instruyendo a nuestros alumnos. Siempre va a haber alguna pregunta rara, pero sucede todos los años, no es ninguna sorpresa ni se espera que aumente el porcentaje de este tipo de cuestiones. Estarían tirando piedras sobre su propio tejado", reconoce Blay.

De Teresa coincide con esta valoración y califica este cambio de "decisión equivocada": "Si el examen fuera mucho más fácil o difícil acabaría siendo menos discriminativo, y lo que el Ministerio quiere es que se marquen diferencias. Si un examen fuera o muy fácil o muy difícil, quedarían muchos alumnos en un intervalo de puntuaciones muy parecidas, y eso es lo que no quiere el ministerio".

Consejos para los simulacros MIR


Para poder afrontar con éxito los simulacros a partir de septiembre, en AMIR insisten en que la clave "fundamental" es hacerlos todos pero, sobre todo, corregirlos. "Que se realicen a las 16:00, la hora indicada, en condiciones extremadamente reales, que practiquen como si cada simulacro fuese su exámen del 25 de enero. Pero no debe terminar ahí el trabajo, y es que si después no se dedica tiempo a analizar qué se ha acertado y qué se ha fallado, el rendimiento no llega al 50 por ciento del esperado". Además, invita a los alumnos a que no se desanimen con los resultados, ya que ponen preguntas muy difíciles para prepararlos ante la mayor de las adversidades que se puedan encontrar ese día, y además los hacen sin haber estudiado el temario al completo, por lo que aún tiene mayor dificultad. 

Dentro de la rutina que aconsejan a los aspirantes que se van a enfrentar a estos simulacros, Blay explica que, antes de salir hacia la sede para hacer el simulacro, deben coger dos bolis, dos relojes, agua, comida que no haga ruido al comerla, tapones para los oídos, clips, DNI y pasaporte. El simulacro se estructura en dos bloques de 50 preguntas y dos bloques de 55, de 1 hora y 5 minutos cada uno de ellos, dejando las imágenes y las de reserva para el final. Si todo va bien, los aspirantes tendrán 10 minutos finales para repasar.

En el caso de CTO, De Teresa comenta que los simulacros "no son tanto un diagnóstico de su preparación, sino solamente un diagnóstico del momento en el que están de las asignaturas que tienen estudiadas recientemente". Por eso, el simulacro no es tanto para saber si están preparados o no, si no para entrenar y practicar. "La rutina es la que siempre recomendamos. No hay una modificación a partir de de septiembre, sino simplemente que ellos afronten el examen sabiendo que tienen que hacerlo como una prueba que les sirve para mejorar, progresar y conocer, pero que se lo tomen con la máxima concentración", concluye.
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