Mireia Miranda y María Villaenmedio.
El
examen MIR es un día determinante para miles de futuros médicos que se juegan en una prueba todo su futuro laboral. Con sus carreras de
Medicina recién terminadas y tras un arduo estudio, muchos jóvenes llegan al día clave con la certeza de saber a qué especialidad aspiran y la necesidad de una gran nota para conseguirlo. No obstante,
hay otros factores que entran en juego; todo el mundo puede tener un mal día, los nervios te juegan una mala pasada, enfermaste en el peor momento posible o ese día la suerte no estuvo de tu lado.
Fue el caso de María Villamediana y Mireia Miranda quienes, tras un
decepcionante primer examen del MIR, que no cumplió con sus objetivos, decidieron repetir la prueba un año después para, con la ayuda de la
academia CTO y su
curso ReMIR,
ascender 3.800 y 3.900 puestos respectivamente.
“Tenía muy claro que quería hacer la especialidad de
Traumatología. Cuando vi mi resultado el año pasado, supe que no me llegaba para acceder a esa plaza, así que decidí repetir el examen.
No quería quedarme con la espinita de no haberlo intentado. Por un año más de estudio, sentí que valía la pena seguir luchando por lo que realmente quería”, explica María.
En el caso de Mireia, según ella misma explica, el resultado no se ajustaba a lo que ella había estudiado “no se correspondía con los percentiles que había logrado ni con los resultados de los simulacros durante la primera preparación. Y, además, i
nfluyó mucho que tuve un mal día el del examen: me puse muy nerviosa y eso me pasó factura”.
Distinta preparación
Ambas acometieron cambios en su preparación para el examen, para María la clave fue
estructurar mejor sus horarios. “El primer año estudié en Pamplona, donde hice la carrera, pero esta vez decidí venirme a casa. Eso me permitió organizarme mejor y ser más constante”. En el caso de Mireia, fue fundamental
hacer hincapié en aquellas asignaturas que más le costaron; “En mi caso eran
Endocrinología,
Neurología,
Nefrología y
Neumología. Sabía que esos temas me costaban más, pero hice un esfuerzo consciente por dedicarles más tiempo, entender bien la fisiología y no esquivarlos, aunque me resultaran pesados.
Ese esfuerzo marcó la diferencia”, comenta.
Además, la academia jugó un papel muy influyente en su mejora de resultados como ambas señalan;
“Destacaría la variedad de recursos que ofrecen. Si necesitas una clase en profundidad, la tienes. Si prefieres un vídeo corto y más directo, también. Hay ‘flashcards’, esquemas, resúmenes… todo muy accesible y útil”, comenta María.
“
Lo que más me ayudó de CTO en esta segunda preparación fue que cuentan con un curso específico para quienes repetimos el MIR. Está mucho más enfocado en hacer muchas preguntas, incluso de un nivel más alto, y se centra menos en el estudio teórico básico que ya hicimos en la primera vuelta. Me ayudó mucho repasar detalles más concretos, cosas que quizás la primera vez pasé por alto y que al final pueden marcar la diferencia”, detalla Mireia.
“Vale muchísimo la pena”
Tanto María como Mireia están convencidas de que repetir fue
la decisión correcta y así se lo hacen saber a quienes en la próxima convocatoria puedan pasar por una situación parecida a la suya.
“Desde mi experiencia, me gustaría transmitir un mensaje de ánimo. No es un camino fácil, pero si analizas bien qué ha fallado en tu primera preparación y qué puedes mejorar, es totalmente posible conseguir un mejor resultado.
Es importante tener muy claro por qué quieres repetir el MIR. En mi caso, lo tenía clarísimo:quería ser traumatóloga. Tener ese objetivo en mente me ayudó a mantener el foco durante todo el año”, afirma María.
“Es solo un año más, que pasa volando, y
vale muchísimo la pena si te permite trabajar toda la vida en algo que de verdad te gusta. Si no estás conforme con tu resultado, merece la pena intentarlo de nuevo. No es tiempo perdido: es una inversión en tu futuro”, comenta Mireia por su parte.
Mientras María que está “muy contenta de poder tener ahora la opción real de elegir”, lógicamente apostará ahora por
Traumatología (
la asignación es el próximo 5 de mayo),
Mireia sigue sin tener del todo claro su decisión:
“El tema de la especialidad sigue siendo un poco complicado. Ahora mismo estoy dudando entre dos médico-quirúrgicas, que me gustan mucho, aunque cada una tiene sus pros y sus contras. Estoy aprovechando estas semanas para acabar de decidirme. Una de las razones por las que repetí el examen fue porque quería acceder a una médico-quirúrgica, así que mi visión no ha cambiado del todo, pero sí
he aprendido que no hay una única especialidad que encaje contigo”, afirma la futura especialista.
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