Familia alerta: "No hay tutores suficientes para tantas plazas MIR"

La formación de especialistas en Medicina de Familia en la última década parece una carrera de obstáculos. Las repercusiones de la crisis de 2010 llevaron a recortar en plazas MIR, un hecho que ahora está teniendo su mayor impacto pues las comunidades se quejan de que no hay especialistas en las bolsas de trabajo para poder reforzar las plantillas para plantar cara al Covid-19.

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Llegado el momento de aumentar plazas, las autoridades se encontraron con un atasco monumental en las solicitudes de acreditación de unidades y dispositivos docentes. Hasta que no estuvieran resueltas no se podría elevar la cifra de residentes.

La acreditación ‘exprés’ de medio millar de unidades docentes ocurrió entre finales de 2018 y principios de 2019, lo que permitió aumentar notablemente las plazas MIR ofertadas en Medicina de Familia ese año. Pocos meses después se reabría el plazo para acreditar nuevas unidades.

Ahora, el MIR de Familia se enfrenta a un tercer problema. Con un aumento de más de 100 plazas MIR de Familia entre 2020 y 2021, los representantes de la especialidad temen que no haya suficientes tutores para garantizar la formación de los 2.238 que se incorporarán, probablemente, en verano del año que viene.

“Se ha instado a las unidades docentes a irse a los números máximos de las acreditaciones que tenemos”, explica a Redacción Médica Pilar Rodríguez Ledo, responsable del Área de Educación Médica de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), que es parte del equipo de la Unidad Docente de Medicina Familiar de Lugo y hasta hace poco fue vocal de la Comisión Nacional de la especialidad.

“Tendremos plazas acreditadas, pero no hay tutores con lo que formarse”, advierte, “ni centros de salud que puedan dar respuesta a los residentes. Les estamos engañando, si aumenta el número de residentes tiene que aumentar el de tutores”.

Reconocimiento de la figura del tutor MIR

Rodríguez Ledo recuerda encuestas entre los tutores que indican que el 60 por ciento no está motivado para continuar. Y es que, pese a tener que pasar por una formación y una acreditación, la figura del tutor no está reconocida (solo Cataluña y Baleares dan un incentivo económico a los docentes). Y, con la crisis del coronavirus, la sobrecarga asistencial ha dificultado la entrada de más médicos en la docencia.

Similar opinión tiene el coordinador del Grupo de Tutores de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), Rodrigo Abad, que insiste en que las unidades docentes tienen problemas para conseguir tutores para sus residentes.

“En los últimos años, algunas unidades docentes se están viendo muy limitadas al no contar con el número de tutores disponibles para la oferta de residentes”. Y esto pasa “en muchas comunidades autónomas”.

Igualmente se expresa Naiara Cubelos, MIR de cuarto año en León y miembro del Grupo de Residentes de la misma sociedad científica. “El problema son los tutores, que escasean. Con una subida importante de plazas, de más del 5 por ciento, habrá que buscar estrategias para tener tutores con los que se consigan los objetivos docentes, porque no vale que cualquiera sea un tutor”.

Si es un dato positivo el aumento de plazas MIR para Medicina de Familia y algo muy demandado no solo por los propios médicos sino por muchas voces del sector (y más con la crisis del coronavirus), los otros pilares de la formación sanitaria especializada española demandan estar a la altura para garantizar la calidad de la que, dicen, es una de las mejores del mundo.