La coordinadora en Madrid de la Plataforma APPI, Miriam Jiménez, y la voluntaria, Celeste Amaya.
Modernizar el PIR. Ese es uno de los nuevos retos que la Plataforma APPI (por una Atención Psicológica Pública e Integrada) se ha planteado en el marco de su primer aniversario. La organización, que nació a través de las redes para solicitar un aumento de plazas PIR, ha logrado crecer aceleradamente y, en tan solo 12 meses, cuenta con coordinaciones en todas las autonomías y varias Propuestas No de Ley (PNL) en el Congreso de los Diputados y diversas comunidades.
La coordinadora en Madrid de la Plataforma APPI, Miriam Jiménez, y la voluntaria, Celeste Amaya, han asegurado que, lejos de conformarse con los logros alcanzados, se dará un nuevo empujón para lograr que el Ministerio de Sanidad valore la posibilidad de crear tres nuevas especialidades en el PIR, así como promover una normativa más delimitada que impida el intrusismo laboral. En pocas palabras, dar pasos hacia un modelo sanitario donde la ayuda psicológica tenga un mayor protagonismo.
¿Cuáles son los orígenes de la Plataforma?
Miriam Jiménez explica las especialidades que solicitarán para el PIR.
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Celeste Amaya: Raquel Pérez, quien es psicóloga, planteó en las redes sociales lo que todos teníamos en mente: la necesidad de contar con más psicólogos en el Sistema Nacional de Salud y un aumento del número de plazas PIR. Con el objetivo de lograr estos cambios, difundió en Facebook la petición realizada en Change.org, que aún sigue vigente y que está dirigida a los consejeros de Sanidad de las comunidades autónomas y al ministro de Sanidad. A partir de ahí, la iniciativa empezó a crecer.
Miriam Jiménez: Cuando la iniciativa comenzó a coger peso, decidimos dar un paso más y solicitar reuniones con políticos que, al final, son quienes pueden hacer que estos cambios ocurran. Entonces, empezamos a movernos por comunidades autónomas. En Madrid, por ejemplo, nos reunimos con la Consejería de Sanidad, pero también hubo acciones en Valencia y Cataluña con los partidos políticos. El proyecto empezó a crecer y, entre octubre y noviembre, nos dimos cuenta de que realmente el objetivo que teníamos era mucho más amplio que pedir sólo más plazas PIR.
Fue en este momento cuando decidimos cambiar el nombre de la plataforma, así como registrarla. Decidimos llamarnos Plataforma APPI (por una Atención Psicológica Pública e Integrada) porque consideramos imprescindible que la figura del psicólogo clínico en la sanidad pública sea mucho mayor e iguale los estándares europeos. No nos cansamos de repetir que la media europea es 18 psicólogos por cada 100.000 habitantes, mientras que en España se alcanza el 4,5.
La plataforma comenzó con una sola persona, ¿cuántos son ahora?
Celeste Amaya: Somos más de 17.700 firmantes de la petición y dentro del grupo de Facebook, que es nuestro principal medio de difusión, somos más de 2.500 inscritos.
¿Cómo funciona la coordinación de una plataforma nacida en las redes sociales?
Miriam Jiménez: Todo comenzó un poco improvisado. Quienes estábamos desde el inicio del proyecto hemos ido quedando como los coordinadores de cada autonomía y, posteriormente, se solicitó la participación de voluntarios en la página de Facebook. Aquellas personas que tienen un poco más de tiempo y de ganas se animaron y forman parte de la coordinación regional. Como la plataforma solo tiene un año, aún hay comunidades que cuentan con equipos más sólidos que otros, pero se están tomando medidas para conseguir que aumente el número de coordinadores autonómicos.
¿Cuáles son las autonomías donde la Plataforma APPI tiene más fuerza?
Celeste Amaya: Tenemos mucha fuerza en Navarra, Asturias, Comunidad Valenciana, Galicia, Castilla y León, y Cataluña.
Miriam Jiménez: En Madrid, a pesar de ser la capital, nos hacen falta más personas que nos ayuden. Sin embargo, no es la única, ya que también tenemos que mejorar en Andalucía y Extremadura.
Específicamente en Andalucía, nos enfrentamos al problema de que, al contar con una amplia extensión geográfica, necesitamos de un mayor número de psicólogos que nos ayuden a coordinar las acciones y a difundir nuestros mensajes a lo largo de toda la autonomía.
¿Cómo han reaccionado las instituciones sanitarias ante vuestra petición?
Celeste Amaya explica la necesidad de una ley contra el intrusismo en Psicología Clínica.
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Celeste Amaya: Hemos percibido una disposición positiva ante la idea, pero muy escasa en hechos concretos para desarrollarla. Tenemos muchos apoyos porque no se trata de una petición exclusiva de los psicólogos o de los aspirantes a psicólogo clínico, sino de los propios pacientes y sus familiares, quienes reclaman una mayor presencia de los psicólogos en la sanidad. No obstante, faltan acciones.
En cuanto a las reuniones con los gobernantes o representantes de la Administración Pública, hemos percibido mucho apoyo a la idea y se ha debatido sobre los aspectos que se podrían mejorar para cambiar esta realidad. Aún no hay una solución general, pero sí tenemos respuestas puntuales que, para contar con solo un año, están bastante bien. Nos hemos sentido muy acogidos y muy escuchados, incluso en el Congreso de los Diputados, pero aún queda mucho trabajo por hacer.
¿Cuáles son las autonomías e instituciones sanitarias que se han mostrado más comprometidas con las peticiones de la Plataforma APPI?
Miriam Jiménez: El gobierno de Asturias ha estado muy implicado. Hasta el momento, ha presentado varias Propuestas No de Ley (PNL), así como también ha ocurrido en la Comunidad Valenciana, donde incluso se invitó a la Plataforma para estar presente en el debate del Congreso. No podemos pasar por alto que el Colegio Oficial de Psicólogos de Navarra, que se reunió con nosotros y abrió la puerta a posibles negociaciones, aunque luego el gobierno regional ha estado muy cerrado a debatirlas.
Celeste Amaya: Los buenos resultados también se han registrado en Madrid con la PNL que se presentó al Congreso de los Diputados. Lamentablemente, la medida ha ocurrido en un mal momento, ya que ha coincidido con la inestabilidad que se ha vivido durante los últimos meses por las elecciones, la disolución de las cortes y la espera de que se forme gobierno. Esperamos que la medida se retome con el inicio de la próxima legislatura.
Los rectores de las universidades también se han mostrado a favor de la Plataforma y han redactado un documento conjunto en el que defendían el aumento de las plazas PIR. En la misma línea están algunos colegios de psicólogos, entre los que destacaría al de Madrid.
¿Cuáles han sido los partidos políticos que más se han movilizado a favor de un aumento de plazas PIR?
Miriam Jiménez: Todos los partidos políticos con quienes nos hemos reunido nos han dicho que sí, a priori. Todos coinciden en que la figura del psicólogo es importante. Sin embargo, hay que reconocer que las autonomías que más se han movilizado a favor de esta iniciativa están gobernadas por Ciudadanos. Mientras que la PNL que se llevó al Congreso de los Diputados fue desde el PSOE.
Celeste Amaya: Hay que destacar que no tenemos ningún tipo de afiliación política. En nuestras bases nunca acordamos acudir a un partido político en concreto, sino que hemos apostado por reunirnos con todos por igual, ya estén en el gobierno o en la oposición. Para nosotros, la inversión en sanidad es beneficio para todos, para el gobierno que esté o para el que esté en la oposición, para todos.
La coordinadora en Madrid de la Plataforma APPI, Miriam Jiménez, y la voluntaria, Celeste Amaya.
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¿Cuál sería el pacto por la Sanidad idóneo para la Plataforma APPI?
Celeste Amaya: En el ámbito de la sanidad y salud mental es necesario que todos los partidos políticos estén de acuerdo. El bienestar de la población no puede ser una cuestión ideológica o política, sino de acuerdo común.
Las propuestas de plazas MIR de la próxima convocatoria apuntan a un aumento, mientras que las del PIR podrían seguir igual o reducirse, ¿a qué atribuyen esta decisión?
Miriam Jiménez: La noticia nos sorprendió mucho. No esperábamos que, después de toda la acogida que estábamos teniendo y la elaboración de PNL, fuese a ocurrir esto. Al contrario, esperábamos que se ampliaran las plazas PIR. ¿El motivo?, quizá sea el desconocimiento de la especialidad o que, ante la necesidad de recortar, opten por un sector que consideran menos importante como son los psicólogos.
Celeste Amaya: Esperaremos a las cifras definitivas para redirigir nuestra petición y buscar mejores resultados durante las próximas convocatorias. A nivel de comunidades, lo que nos han transmitido en las consejerías es que la decisión está vinculada con el presupuesto y otras limitaciones de carácter económico.
Una de las reivindicaciones de la plataforma es que las autonomías oferten, al menos, tantas plazas como las solicitadas por la Comisión Nacional de la Especialidad. Durante la última convocatoria, se habían propuesto 163 plazas y se han ofertado finalmente sólo 129. De ahí, la importancia de la PNL que se presentó en el Congreso de los Diputados donde, justamente, se solicitaba tomar la oferta de la Comisión como cifra de referencia nacional.
¿Cuál sería el número idóneo de plazas ofertadas para la próxima convocatoria?
Celeste Amaya indica el posicionamiento de las autonomías ante la petición de aumentar las plazas PIR.
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Celeste Amaya: Hay un escollo principal al plantear un número: la falta de datos al respecto. Sabemos que hay una gran diferencia con respecto a la media europea, pero no hay cifras sobre las necesidades específicas del sistema sanitario español. No es absurdo pensar que, en España, sería necesario triplicar el número de plazas ofertadas, pero habrá que medir la sensibilidad económica de la decisión.
Miriam Jiménez: Los residentes son baratos en términos laborales. En el MIR se ha demostrado cómo compensa tener profesionales en formación, ya que están sacando el trabajo, pero a un coste menor que un adjunto. No terminamos de entender por qué no se ve igual en la figura del psicólogo.
¿Consideran que el modelo sanitario está preparado para asumir el aumento de plazas PIR?
Celeste Amaya: Actualmente estamos en contacto con los tutores de formadores PIR de los hospitales precisamente para recoger datos sobre esa viabilidad.
Miriam Jiménez: Si bien es cierto que, quizá, los centros de salud pueden carecer de la estructura física necesaria, tampoco puede convertirse en una excusa para no cambiar. No podemos sacrificar la calidad de la atención del paciente por la falta de huecos en los hospitales.
Esto ha pasado con especialidades médicas. En Radiodiagnóstico, por ejemplo, solían tener un solo MIR, pero con el paso de los años y el esfuerzo se logró que, actualmente, todo hospital solicite, al menos, unos cuatro residentes. Entendemos que ahora es difícil por la actual estructura, pero habrá que cambiarla poco a poco para adaptarse a las necesidades actuales de la población.
¿Han contemplado la posibilidad de organizar manifestaciones o campañas fuera de las redes sociales?
Miriam Jiménez: Es una opción que hemos estado valorando. El único inconveniente que encontramos es que, al estar tan distribuidos por España, nos cuesta focalizarnos en un solo punto para realizar una gran manifestación. Hasta el momento, estamos viendo cómo organizarlo desde una perspectiva logística para contar con la mayor representación posible de la plataforma.
Celeste Amaya: Sólo hemos estado presentes en otras manifestaciones que se han convocado por de asociaciones a favor de la salud mental y de familiares de pacientes. En esta línea, hemos procurado que, en todas las autonomías, los coordinadores estén apoyando las iniciativas que surjan y garantizar que la Plataforma APPI esté presente.
¿Los estudiantes de Psicología podrían ser el gran aliado faltante para alcanzar esa fuerza autonómica?
Miriam Jiménez revela que se aproximarán a las facultades de Psicología durante los próximos meses.
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Miriam Jiménez: De momento, la aproximación a los estudiantes es una asignatura pendiente. Consciente de la importancia del alumnado, nos hemos puesto en contacto con las universidades para facilitarnos la realización de charlas informativas sobre la plataforma y sumar nuevos voluntarios o que, simplemente, sepan a qué se enfrentarán al terminar el grado.
De hecho, la plataforma ya ha realizado una primera reunión con los estudiantes de la Universidad Nacional de Educación a Distancia de Castilla-La Mancha. Con el inicio de las clases, estaremos también presentes en la Universidad Autónoma de Madrid y, de a poco, iremos pasando por todas las facultades de España.
¿Cuáles son las otras grandes propuestas que la Plataforma solicitará durante su segundo año?
Celeste Amaya: Otra de las reivindicaciones es la lucha contra el intrusismo dentro de la psicología clínica. Queremos que quede bien definido, en una Ley de Sanidad, cuáles son las funciones exclusivas y dentro de un equipo multidisciplinar de un psicólogo clínico, para que se limite legalmente el ejercicio de la psicología y evitar que sea ejercida por personal no cualificado. Se trata de una cuestión ética y de responsabilidad con los pacientes.
Miriam Jiménez: Es fundamental separa la psicoterapia para adultos y la pediátrica. En este sentido, creemos necesaria la creación de nuevas especialidades dentro del PIR, comenzando por una destinada al paciente infantojuvenil. Además, se tendría que desarrollar una especialidad de Neuropsicología y otra de Psico-oncología y Cuidados Paliativos. Al menos, pedimos que se diferencie y se especialice el profesional que, al final, se va a encontrar con perfiles de pacientes muy distintos en su jornada. Esta es una de las propuestas que llevaremos ante Sanidad.
La coordinadora en Madrid de la Plataforma APPI, Miriam Jiménez, y la voluntaria, Celeste Amaya, durante la entrevista.
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