Aunque se anticipó que la pandemia de
Covid-19 exacerbaría el agotamiento entre los profesionales de la salud, los
niveles de burnout de los médicos residentes
no se han visto especialmente alterados con la irrupción del virus. Así se desprende de un estudio elaborado por la Universidad de la Reina de Belfast y la Universidad Bezmialem Vakif, en el que se destaca que los niveles de agotamiento ya
elevados antes del estallido de la crisis sanitaria, así como una disminución relativa de la demanda debido a las restricciones sociales pueden explicar que no aumente el agotamiento emocional y la despersonalización de los
MIR.
Aún así, los autores del análisis liderado por
Hüseyin Küçükali catalogan de “preocupante” la disminución sustancial del
sentimiento de realización personal entre los residentes. “Sin una acción inmediata, puede tener
consecuencias graves en los recursos humanos y la calidad de la atención médica a corto y medio plazo”, advierten.
Este estudio transversal se realizó en médicos residentes de tres hospitales universitarios diferentes en Turquía en marzo de 2021, un año después de que la pandemia azotara el país. El
burnout, que se reconoce como un
problema global importante entre los trabajadores de atención médica, se mide mediante el
Inventario de Burnout de Maslach (MBI, por sus siglas en inglés), que evalúa tres dimensiones del mismo:
agotamiento emocional,
despersonalización y
realización personal.
Los datos recopilados se combinaron y compararon con los datos de un estudio anterior que se llevó a cabo en los mismos hospitales en diciembre de 2019, tres meses antes de la pandemia.
Participaron en este estudio un total de
412 médicos residentes, con una edad media de 27,8 años, de los que la mitad eran mujeres. En comparación con los niveles previos a la pandemia, los residentes tuvieron una
sensación de logro personal significativamente menor un año despué y no se observaron diferencias significativas en las puntuaciones de agotamiento emocional.
Más agotamiento emocional en mujeres MIR
No obstante, el
agotamiento emocional fue mayor en los residentes que eran
mujeres, tenían más turnos de noche, vivían con alguien con riesgo de
Covid-19 grave y experimentaban problemas personales durante la pandemia.
En el caso de la
despersonalización, según el estudio, aumentó a medida que aumenta la edad, el año de residencia y el número de turnos de noche. Además, el grado de despersonalización fue mayor en los residentes casados. Los residentes del hospital universitario estatal se sienten menos realizados personalmente que los de las universidades fundacionales.
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