Marc Fabregat Raventós y Alberto Blanco Sánchez, estudiantes de la Academia AMIR.
Los aspirantes aún siguen asimilando los cambios anunciados para el examen MIR 2020. Los estudiantes se enfrentarán a
175 preguntas, más diez de reserva, en un tiempo máximo de cuatro horas. Un nuevo formato que, según explico el Ministerio de Sanidad, pretende
“reducir la ansiedad de los aspirantes” al ofrecer un examen más corto.
Redacción Médica ha contactado con dos estudiantes de la
Academia AMIR que desde el primer día en el que se conocieron estos cambios ha podido realizar numerosos simulacros con los que enfrentarse a estas nuevas condiciones. Dos puntos de vista que resumen el sentir general de los casi
14.000 aspirantes que
concurrirán al examen para médicos.
Marc Fabregat Raventós y Alberto Blanco Sánchez, ambos coinciden en explicar que esto cambios “no” reduce el estrés de los aspirantes,
“ni mucho menos”. “Lo que verdaderamente reduce la ansiedad del opositor es poder conocer la fecha del examen MIR, que aún no se conoce”, denuncian tanto Alberto como Marc.
"Nuestro mayor miedo es que el día del MIR nos encontremos ante un examen que no se parezca a los simulacros"
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Pese a coincidir en ese ponto, tanto Marc como Alberto difieren a la hora de valorar el nuevo formato de examen. Para el primero, el cambio ha sido
“peor”, porque “ahora me está resultando más difícil acabarlos con tiempo”. Mientras que Alberto señala que para él, tras realizar 4 simulacros,
“me he sentido mejor”.
“Creo que con una hora menos se llega más fresco al último tramo de preguntas y esto permite mantener un buen nivel de concentración durante todo el examen, de forma que se reducen los fallos por mala lectura o por la presión del número de preguntas que quedan por contestar”, señala Alberto Blanco.
¿Volver al modelo anterior?
En cambio, cuando se les cuestiona sobre si prefieren el modelo anterior, Marc Fabregat crítica que “llevábamos casi 20 simulacros con el modelo antiguo, y
el hecho de que nos cambiaran el modelo creo que no le hizo mucha gracia a nadie”.
Por su parte, Alberto Blanco se muestra más optimista y confiesa que “tuve buenas sensaciones”. “Al corregir los simulacros de 235 preguntas me di cuenta de que fallaba algunas preguntas del final por leer mal, debido al cansancio. Además, aquel primer simulacro de 4 horas fue el primero en que pude corregir las preguntas dudosas. Por eso prefiero el actual modelo en lo que se refiere a la realización del examen”, subraya.
Así mismo, el ser la primera promoción que se enfrenta a estos cambios no despierta tanto pánico a Marc como Alberto. Si el primero reconoce que “va a ser un MIR diferente para todos y lo mejor que podemos hacer es seguir la rutina que nos ha fijado
AMIR y llegar al examen lo mejor preparados que podamos”, para el segundo, el ser la primera promoción, le supone bastante “miedo”.
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