Personal sanitario en el pasillo de un hospital.
Un estudio publicado en la revista científica
New England Journal of Medicine demuestra que las guardias de los
MIR más largas de lo habitual
no afectan negativamente en la seguridad del paciente.
Pese a que una gran variedad de estudias demuestran lo contrario, los investigadores realizaron un ensayo con 63 programas MIR en
Medicina Interna durante el
curso formativo 2015-2016.
Las etapas se dividieron aleatoriamente en dos grupos: la primera adoptó unas jornadas de trabajo estándar, evitando las guardias de trabajo. El otro permitió horarios de trabajo más flexibles y no especificaba límites en la duración del tiempo de las guardias o el
tiempo de descanso obligatorio entre turnos.
Los autores del estudio hallaron que las tasas de mortalidad entre los pacientes durante 30 días de trabajo fueron similar en ambos grupos. En datos, tras los 30 días de evaluación de los pacientes, la tasa de mortalidad de estos fue del 12,6 por ciento en los años previos a la investigación, pasando al 12,5 una vez se analizó el caso en el programa de
horarios flexibles, sin descanso obligatorio.
Las jornadas con programas de horarios fijos presentaron una tasa de mortalidad del 12,7 por ciento en año previo al estudio, frente al
12,2 por ciento durante la evaluación de la investigación.
Según los autores del estudio, estos datos demuestran la necesidad de
"permitir a los jefes de estudio de los hospitales dar más flexibilidad en los horarios de trabajo de los MIR, dado que queda demostrado que a más horas de trabajo no se afecta negativamente a la seguridad de los pacientes”.
Oposición
En oposición, un estudio respaldado por el
Instituto Nacional del Corazón, Pulmón y Sangre: ‘Eficacia comparativa individualizada de modelos optimizando la seguridad del paciente y la educación de residentes’, decía que una jornada de 32 horas consecutivas equivale a error por parte de los
MIR.
La práctica, que afecta a algunos de los
MIR durante las guardias en su formación sanitaria especializada, favorece a la aparición de errores graves en un 35,9 por ciento, según las conclusiones presentadas en dicho estudio.
Las equivocaciones incluyeron malas decisiones vinculadas con el diagnóstico y el uso de medicación, siendo más prevalentes que en otros grupos con turnos laborales de 16 horas o menos. En la investigación se cita a otros autores que demostraron que, en el caso de los
MIR en las áreas de Cuidados Intensivos, las jornadas de 30 horas repercutía en un exceso de sueño que repercutían en fallos de atención o concentración, viéndose reducidos respectivamente con una reducción de las horas trabajadas.
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