Un sanitario camina por el pasillo de un centro hospitalario.
Es un porcentaje ínfimo pero existen aquellos casos de
residentes MIR que suspenden su estancia una vez finalizado el proceso de formación. Así lo reconocen diferentes tutores consultados por
Redacción Médica que explican que “esos casos concretos no son la norma cotidiana entre los miles de residentes que se distribuyen por todos los
hospitales españoles, pero existen”.
En total, según la normativa del sistema de
evaluación de la formación MIR, son tres los casos concretos entre los que el Comité de Evaluación de cada hospital debe elegir para alegar una atribuir una
“evaluación negativa del residente”. Así, el primer caso se refiere a la falta de conocimientos o insuficiente aprendizaje susceptibles de recuperación. Por ello, se establecerá una
recuperación específica y programada que el
Especialista en formación deberá realizar dentro de los tres primeros meses del siguiente año lectivo. En este caso, el contrato se prorrogará, inicialmente, por tres meses, quedando supeditada su prórroga anual al resultado de la
evaluación.
El segundo supuesto es el único que comprende la rescisión directa del contrato del
MIR. Este hecho se refiere no solo a las faltas de asistencia de forma reiteradas no justificadas, sino que por notoria falta de aprovechamiento o insuficiente aprendizaje no susceptibles de recuperación la
Comisión Evaluadora puede despedir al sanitario en formación
El tercer supuesto, se refiere a períodos prolongados de suspensión del contrato, por incapacidad laboral transitoria u otras causas legales de imposibilidad de prestación de servicios superiores al 25 por 100 de la jornada anual. En este supuesto, la
Dirección General de Ordenación Profesional, podrá autorizar la repetición completa del período formativo.
Casos muy concretos
Estos tres casos, como bien explican diferentes tutores MIR
“son casos muy excepcionales”. “No es la norma cotidiana que un MIR suspenda. Hay que tener en cuenta que son personas con mucha vocación y muy preparadas, que llegan de hacer una carrera de seis años, más uno más de preparación para el examen MIR”, explica una voz autorizada del área de formación del
Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa.
Negativo, suficiente, destacado y excelente. Así es el mecanismo que se emplea a la hora de evaluar a los residentes. Según explican desde el
Hospital Universitario Gregorio Marañón, “la mayoría de residentes reciben una nota de destacado. Muy pocos suficiente. Y casos muy concretos y extraños reciben la calificación de negativo. Al igual que la calificación de excelente la reciben aquellos alumnos de sobresaliente que han realizado una estancia
MIR de diez”.
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