Javier Aranceta.
Qué comer para tener una buena guardia es una de las cuestiones que todo residente debe plantearse a la hora de desempeñar su actividad asistencial. Elegir qué alimentos ingerir y las horas en las que hacerlo son decisiones importantes que el sanitario tiene que tener en cuenta, ya que, una mala alimentación, sumado a trabajar a turnos, puede cambiar su reloj biológico.
Claves para mejorar la alimentación en el trabajo a turnos del médico.
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Así lo ha puesto de manifiesto
Javier Aranceta, profesor de Nutrición Comunitaria de la Universidad de Navarra, y presidente del Comité Científico de la sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC), durante su intervención en el
Foro ‘Al residente le interesa’, un evento organizado por Sanitaria 2000 con el auspicio de Quirónsalud y la colaboración de Coca Cola y Uniteco Profesional. “Sois unos de los colectivos con mayor valor añadido, por eso, es importante que tengáis en cuenta
los inconvenientes de comer a turnos o a horas no regladas, para poder minimizarlos y controlarlos”, ha explicado Aranceta a los residentes allí presentes.
Las guardias (donde es habitual variar los horarios de las comidas) hacen que el sanitario experimente
alteraciones de las funciones psicofísicas, pero también de los ciclos circadianos, provocándole fatiga, trastornos digestivos y nerviosos, así como un aumento del cansancio y del sueño acumulado, ha manifestado el experto.
Pero no solo eso. Estas alteraciones pueden provocar que el profesional
aumente el consumo de alimentos que en su día a día no ingiere con tanta asiduidad (como la cafeína o el azúcar), así como empezar
con hábitos pocos recomendados para su salud, como el tabaco. Si a esto se le suma que el trabajo a turnos limita el tiempo libre y familiar del sanitario, éstos necesitan mayor tiempo para recuperar una vida estable entre su faceta personal y profesional, indica Aranceta. “Todo tiene que estar armonizado de tal manera que
el médico pueda tener una vida ordenada y no sufra, o sufra en menor medida, los efectos secundarios de las guardias”.
Entre sus recomendaciones, este experto propone a estos sanitarios que hagan cenas ligeras y vegetables (y si es posible, llevar la comida de casa a las guardias), así como evitar las comidas copiosas; restringir las ingestas por noche (desde medianoche hasta las 6 de la mañana) y
no consumir bebidas con cafeína pasadas las 4 de la mañana. Asimismo, al hospital le recomienda que acondiciones un entorno físico donde haya espacio y equipamiento para que el trabajador pueda comer tranquilamente (con comedor, frigorífico…) y planifique los descansos para que pueda hacerlo, así como ofrecer asesoramiento nutricional.
La charla de Javier Aranceta ha tenido lugar en el Hospital Universitario Dexeus de Quirónsalud.
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