La médica Berta Domínguez no ha podido comenzar su residencia pese a aprobar el examen MIR.
Coraje, perseverancia e ilusión. Si hay que elegir tres palabras que definan a
Berta Domínguez es fácil pensar en estos adjetivos. La joven, que en 2017 sufrió un accidente que la dejó
tetrapléjica, ha demostrado su tesón al conseguir
graduarse en Medicina y aprobar el examen MIR celebrado el pasado mes de enero. Sin embargo, la alegría por los éxitos cosechados ha dado paso a la decepción. Y es que, tras haber conseguido una plaza para hacer su residencia de
Medicina de Familia con el número 8.171, la facultativa se ha encontrado con un
'no apto' tras su evaluación sanitaria, por lo que no ha podido empezar su residencia como el resto de aprobados en la convocatoria. De momento, sigue esperando la petición realizada al Ministerio de Sanidad para un cambio "excepcional" de especialidad, una posibilidad contemplada para casos muy concretos.
Cuando
Redacción Médica entrevistó a la médica en 2018, la entonces estudiante soñaba con ser cirujana y acudía a rehabilitación neurológica en un centro de Tres Cantos (Madrid), dividiendo su tiempo entre los estudios y su recuperación. "La práctica me cuesta un poco más compaginarla. Yo vengo a rehabilitación todos los días, de lunes a viernes dos horas, y claro, los rotatorios son todos los días", explicaba en ese momento
Berta Domínguez, que terminó el grado en 2020 tras hacer las últimas rotaciones que le quedaban en el
Hospital Jiménez Díaz y se tomó unos años de
impasse antes de presentarse al examen MIR, ya con la vista en hacer Psiquiatría. "Hice el
Trabajo Fin de Grado (TFG) orientado a la
neuroplasticidad. Estuve unos años dedicándome a la rehabilitación más intensamente e hice un curso de Nutrición y Alimentación", recuerda la médica, que dio el paso gracias a la mejor compañía que imaginó: "El año pasado mi hermana terminó la carrera y vi la oportunidad de prepararme el MIR con ella".
Berta Domínguez durante la entrevista concedida a Redacción Médica en 2018.
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Domínguez ya se había inscrito para hacer el examen el año de su accidente, por lo que solo tuvo que renovar la instancia. "El pasado 21 de enero nos presentamos al examen. Anteriormente comuniqué mi
grado de discapacidad y mandé todos los documentos", rememora la joven, que necesitaba que le adaptaran el examen. "Me dijeron que no había ningún problema y que podía incluso ir con acompañante", explica Domínguez, quien tuvo más tiempo para poder hacer la prueba y subraya que el
Ministerio de Sanidad, "en todo momento", era consciente de su situación: "Hoy por hoy soy mucho más independiente, pero sigo tetrapléjica".
"Hoy por hoy soy mucho más independiente, pero sigo tetrapléjica"
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La médica tiene más movimiento y control de tronco que hace unos años, pero sigue teniendo limitaciones obvias, por lo que continúa asistiendo a rehabilitación. "La dejé el último mes de
preparación MIR; pero al terminarlo me metí en un intensivo al que iba tres horas de lunes a viernes. Eso no lo he dejado en ningún momento", explica la facultativa, que creía que iba a elegir antes por el
cupo de discapacidad, pero no se ha podido beneficiar del mismo.
Cuando este medio habló con ella en 2018, Domínguez quería seguir la estela familiar y dedicarse a la
Cirugía, sin embargo, sus aspiraciones habían variado desde entonces. "Mi pasión me viene de mi padre, que es cirujano general especializado en cáncer de colon. Cuando tenía 16 años me invitó a una operación y entré con él a verla. Duró seis horas y media, era un cáncer impresionante y yo estuve ahí como si fuera una niña con un caramelo", rememoraba durante la entrevista la médica. Con la perspectiva de los años, su meta está ahora relacionada con la
salud mental: "Me di cuenta que, por mucha innovación y tecnología que haya, la formación no la iba a poder realizar bien y
Psiquiatría me abría esa puerta
porque tanto para tratar como para diagnosticar al paciente no había ninguna barrera física. Pero no me alcanzó la nota".
Berta Domínguez soñaba con ser cirujana como su padre, pero tras el accidente sufrido se decantó por Psiquiatría.
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Plaza MIR de Medicina de Familia
El pasado 17 de mayo, Domínguez fue a firmar su contrato para realizar la residencia en la
Unidad Docente Multiprofesional de Atención Familiar y Comunitaria de la zona Centro, asociada al Hospital 12 de Octubre de Madrid, donde no tuvo ningún problema pese a que su discapacidad, como ella misma subraya, "es evidente". Sin embargo, esa misma tarde, empezó un camino de obstáculos en el que ahora mismo está atrapada. "Fui a hacerme el examen de Salud Laboral y ya me dijeron que veían complicaciones para que yo fuera apta para el desempeño de la especialidad", recuerda triste Domínguez, quien tuvo que hacerse la segunda parte del reconocimiento dos días más tarde. "Me hicieron una
evaluación física muy cortita y me pidieron informes", relata la médica, que les facilitó el último documento realizado por el
Hospital de Tetrapléjicos de Toledo -donde le hacen un control anual-, y quedó a la espera de novedades.
"Fui a hacerme el examen de Salud Laboral y ya me dijeron que veían complicaciones para que yo fuera apta para el desempeño de la especialidad"
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El 22 de mayo estaba previsto un acto de bienvenida en el hospital, pero la médica tuvo un nuevo imprevisto que le impidió acudir con sus compañeros. "Me llamaron del
Servicio de Contratación de la Unidad Docente diciéndome que han recibido un informe de Salud Laboral como 'no apta' y mi contrato quedaba roto", recuerda compungida la médica, que pidió explicaciones al Servicio de Prevención de Riesgos Laborales, donde le afirmaron no haber realizado "ningún informe", siempre según la versión de la médica. A las pocas horas, recibió un email con la anulación de su contrato "sin ninguna explicación más", y el informe de Riesgos Laborales con la calificación de "no apta".
Cambio excepcional de especialidad
Con la ansiedad lógica ante esta situación y tras muchas llamadas sin respuesta, Domínguez contactó con la Asesoría Jurídica del Colegio de Médicos, donde ha recibido ayuda legal para afrontar esta situación. De momento, la médica ha pedido una
prórroga de la plaza, siguiendo el consejo de la propia
Unidad Docente, quien el 25 de mayo solicitó un "cambio excepcional de especialidad"a Sanidad. Todo ello, lidiando también con la Seguridad Social, pues figuraba que había estado cotizando desde el 23 de mayo, aunque el alta ya ha sido eliminada "sin ninguna explicación".
Tal y como explicó a este medio
Sheila Justo, vicepresidenta del sindicato médico madrileño (Amyts) y secretaría técnica nacional de Médicos Jóvenes y MIR de
CESM, la opción de
reelegir especialidad es una realidad en el caso de los MIR que sufren alguna patología o limitación que les impide desarrollar el trabajo en un Servicio concreto y resultan
"no aptos" en el examen de reconocimiento médico previo a comenzar la residencia. No obstante, advierte Justo, el 'cambio excepcional de especialidad' es un trámite que se inicia en el Ministerio de Sanidad y que "conlleva un tiempo" en el que tienen que darse dos factores determinantes, la aprobación de la Unidad y la elección de una especialidad "similar": " Es importante que
la nota de corte superada por el residente sea compatible con la nota de acceso a esa nueva especialidad".
"Hay gente que te pregunta por la lesión y la posibilidad de hacer Medicina. Te entran ganas de decirle: pues no"
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Hoy por hoy, Domínguez sigue esperando la respuesta de Sanidad a la solicitud de la Unidad Docente. Al cierre de esta edición, y preguntado por esta cuestión, el ministerio no ha concretado a
Redacción Médica en qué situación se encuentra. "No he tenido noticias y no quiero que se me pasen los plazos y me quede sin nada", lamenta la joven, "perdida" ante una "situación superdesagradable" en la que se ha llegado a cuestionar el esfuerzo realizado en los últimos años para
prepararse el examen MIR. "Tuve que aprender otra vez a coger apuntes, a estudiar con espasmos e hipotensión...Ha sido un esfuerzo brutal y lo he conseguido igual que todo el mundo", añade.
"Después de dejarme acabar la carrera de Medicina y presentarme al examen en el propio Ministerio de Sanidad, he aprobado el MIR, me han dado mi plaza y un día antes de incorporarme me han dicho que no podía ", lamenta la facultativa, que teme que su caso pueda
desalentar a personas en su situación que quieran ser médicos: "Hay gente que te pregunta por la lesión y la posibilidad de hacer Medicina. Te entran ganas de decirle: pues no".
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