Miguel Malo, jugador de balonmano en el equipo Balonmano Huesca, que compite en primera división de la liga nacional.
El
examen MIR siempre es exigente y en la mayoría de casos se convierte en "lo más importante y crucial" para los futuros residentes, aunque no siempre esta tensión y dificultad que caracteriza al MIR tiene que ser una prioridad. Existen historias diferentes, alternativas que valoran la preparación de este examen pero que deciden
no fijarse como meta obtener una plaza a la primera. Este es el caso de
Miguel Malo, graduado en Medicina en 2022 y que actualmente esta preparando su primer examen MIR, pero con una peculiaridad: es
deportista de élite. Miguel pertenece al equipo de Balonmano Huesca, que compite en la 1º división de la liga nacional (Asobal).
Este médico y actualmente estudiante de
CTO, ha compaginado durante los seis años de carrera su otra pasión, el balonmano, y contra todo pronóstico, ha decidido que, por el momento, su prioridad es el deporte. "Sin embargo,
no he querido dejar de lado la Medicina y me voy a presentar al
MIR 2024, aunque no voy con la presión de obtener una plaza obligatoriamente, sino para que me sirva de experiencia para años futuros y, por qué no, probar suerte", explica a
Redacción Médica. La situación de Miguel es especial, ya que ha tenido que arriesgarse y
preparar un MIR "diferente" a lo habitual. Precisamente CTO cuenta, para estos casos, con un
programa de becas para deportistas de élite, que facilita la preparación MIR isin dejar de lado sus carreras deportivas.
"Quizá una parte que se me ha hecho difícil ha sido la decisión de realizar una preparación al MIR diferente al resto de mis compañeros. Al final, la vida del aspirante a médico está muy definida socialmente ya que la mayoría hacen los 6 años de carrera, luego un estudio intenso del MIR y posteriormente la residencia. Sin embargo,
hay muchos más caminos que son igual de válidos para la sociedad. En mi caso, he decidido desviarme un poco del más típico para luego volver a incorporarme. Y eso, a nivel personal me costó asimilarlo y decidirlo por el
miedo a no seguir al rebaño y los comentarios que se podían generar fuera de mi círculo más cercano. Pero está claro que era la decisión que quería tomar", asegura.
"Tuve miedo de los comentarios que se podían generar fuera de mi círculo sobre priorizar el deporte este año a la preparación MIR"
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Con respecto a la
preparación del MIR de la mano de CTO, Miguel insiste en que, de momento, está teniendo "pocas dificultades" ya que gracias a la organización de la academia y de la forma en la que se está planteando la preparación se le está haciendo "muy llevadero": "Lo positivo de mi organización es que en todo momento el tutor con el que estuve en contacto entendió que me apetecía, tras unos años muy intensos compaginado ambas facetas,
priorizar el deporte. Por ello, su reflexión fue la de intentar ir poco a poco en la preparación; sin prisa, pero sin pausa. Eso me ha permitido que mi objetivo en el
examen MIR del 2024 no sea alcanzar una plaza, sino no dejar de lado la Medicina. Además, el no tener esa presión de llegar al examen en las mejores condiciones, me está permitiendo disfrutar del camino y
tomarme el estudio como un continuo aprendizaje", añade.
Compaginar balonmano y Medicina, reto a nivel mental
Para Miguel,
el balonmano ha sido una "vía de escape" de la Medicina y la preparación MIR, y viceversa. Tanto el deporte profesional como la carrera requieren una "gran intensidad y esfuerzo" para llevarlas con éxito, sobre todo, a nivel mental. "Estar las 24 horas del día pensando exclusivamente en una de ellas se me hace muy duro. Por ello, durante la época de exámenes en la carrera, el momento de entrar a la pista y olvidarme por un momento de todo lo relacionado con la Medicina me permitía encontrarme mucho mejor tanto física como mentalmente. Ahora ocurre al revés: el
estar unas horas aprendiendo y estudiando el MIR olvidándome de todo lo demás me sirve de vía de escape", reconoce.
La 'clave' para compaginar deporte y estudio es poder "enamorarse" de ambas facetas, y de intentar encontrar un equilibrio entre ambas. Durante el 6º curso de Medicina, donde la mayoría de sus compañeros estaban empezando a preparar el examen, a nivel personal le era
"muy difícil" sacar tiempo de estudio, ya que entre las prácticas del hospital, los entrenamientos por las tardes y los desplazamientos para jugar los fines de semana, apenas quedaba tiempo. "Al explicar mis deseos y mi motivación para seguir con el deporte, en CTO me organizaron una
preparación del examen MIR durante 5 meses teniendo en cuenta mi situación y dándole mayor prioridad al deporte. El principal objetivo era no dejar de lado la preparación y que todo esfuerzo que hiciera durante estos meses me pueda servir en un futuro para tener mayor conocimiento de mi pasión, la Medicina, y para poder afrontar de una mejor forma el examen MIR si finalmente este año no obtengo una plaza", insiste.
"Me llaman la atención especialidades como Traumatología o Rehabilitación, para poder unir en mi profesión mis dos pasiones, el deporte y la Medicina"
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La carrera de Medicina siendo deportista "por fases"
Antes del examen MIR, el compaginar la carrera de Medicina con el balonmano, en el caso de ha tenido varias etapas. El año que para él tuvo una mayor dificultad fue 3º, cuando decidó irse a vivir a Zaragoza y desplazarse todas las tardes a Huesca a entrenar.
El cambio a la Facultad de Zaragoza fue grande: 200 compañeros en clase, mayor distancia con el profesorado y mayor dificultad de las materias sumado a todas las tardes entre coche y entrenamientos y jugando en la Liga Asobal, que requería desplazamientos por toda España. "Recuerdo que en el primer cuatrimestre suspendí mi primera asignatura. Yo no estaba acostumbrado a ello y fue como un
toque de atención para darme cuenta de que esto no iba a ser sencillo. Quizá fue el peor momento de la carrera", recuerda.
En 5º y 6º de Medicina, comenzaron las prácticas en el hospital y volvió a Huesca ya que tenia la posibilidad de hacerlas en el
Hospital Universitario San Jorge. "Pese a que dejaba a mis compañeros en Zaragoza y me daba mucha pena, pensaba que era la mejor forma de poder compaginar ambas cosas. Y lo noté en mi rendimiento deportivo. Durante esos años, me sentí muy motivado y contento con el balonmano, me estaban saliendo bien las cosas y podía compaginarlo mucho mejor", asegura.
El sueño a futuro del 'deportista MIR'
A pesar de que Miguel
aún no tiene clara la especialidad a la que le gustaría dedicarse en el futuro, no ve una mala opción poder compaginar dentro de su profesión sus dos pasiones,
el deporte y la Medicina. Por ello,
especialidades como Traumatología o Rehabilitación siempre le han llamado la atención. Durante el último rotatorio de la carrera en el servicio de Cardiología, conoció a fondo esta especialidad y también se "enamoró" de ella, por lo que no descarta esta alternativa.
Decida lo que decida, su objetivo es claro: "Quiero hacer el MIR, quiero tener una especialidad y a partir de ahí formarme para ser el mejor profesional posible. Sinceramente, ahora mismo
no me preocupa cuándo llegará ese momento de empezar la especialidad, ni si podré o no compaginarlo con el balonmano profesional. Prefiero vivir el presente, ahora mismo estoy muy contento y orgulloso pudiendo estar centrado en el balonmano y sin dejar de lado la Medicina y la preparación del MIR", concluye.
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