Elena Fuente obtuvo la nota más alta para acceder al grado en 2017 y asegura que sintió presión por repetirlo en el MIR

Elena Fuente, R1 de Cardiología en el Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín.


22 jun. 2024 18:30H
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Obtener la máxima puntuación en las pruebas de acceso a la universidad no es sencillo pero Elena Fuente lo consiguió hace siete años para después iniciar una nueva etapa como estudiante del grado de Medicina. Pero al impecable 14 de la EvAU se ha sumado, este año, otro éxito. Tras haberse graduado y enfrentarse al examen MIR 2024 ha podido cumplir uno de sus sueños, obtener una plaza de Cardiología aunque, en esta ocasión, no ha sido la 'primera de la clase'. Con un número de orden del 672, esta R1 en el Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín reconoce que pese a la "presión" que ha sentido durante la preparación del examen por volver a ser la número uno, agradece no haber repetido un número tan elevado.

"Creo que es mucho mejor así. Haber conseguido otra vez una nota tan alta me hubiera sobreimpuesto una presión que no es necesaria ni beneficiosa para nadie", asegura en una entrevista a Redacción Médica en la que recorremos con ella su paso por el grado de Medicina, la preparación MIR y su nueva vida como residente. 

El examen de la EvAU ya queda muy atrás, pero vamos a regresar un poco a ese momento en el que conoció que tenía un 14 en la prueba. ¿Cómo lo sintió? ¿Esperaba una nota tan alta?

Me alegré mucho, la verdad. Sobre todo me sorprendí porque para nada esperaba sacar un 14. Creo que es algo que nunca nadie espera, obtener una nota perfecta y, sobre todo, porque creo que la única diferencia entre un 14 y una buena nota como un 13 o superior es tener la suerte de tu parte y, al final, hay cosas que no dependen de ti, así que me sorprendió mucho. Sobre todo me alegré por poder elegir cualquier cosa que quisiera estudiar.

Elena Fuente, R1 de Cardiología en el Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín junto a la redactora de la sección de Profesión, Paula Urrutia.


Vamos a hablar sobre esa elección. ¿Siempre quiso estudiar Medicina?, ¿Qué era lo que le llamaba más la atención de la carrera?

No, no lo tenía nada claro. Yo siempre he sido muy indecisa y mi 'top 3' de grados que tenía en mente antes de hacer la EvAU era, por un lado, Medicina, pero también me había planteado mucho estudiar Ciencias del Mar y alguna Ingeniería o Arquitectura, algo más de Ciencias puras. Lo cierto es que estaba un poco perdida pero al final elegí Medicina por intentar estudiar y trabajar de algo en lo que pudiera ver reflejado el bien a la sociedad de una forma directa. También me planteé la decisión de estudiar en Canarias o fuera. Una parte de mí siempre ha querido salir, pero como no tenía claro lo que quería estudiar cuando me decidí por Medicina, el hecho de saber que eran seis años me parecía mucho tiempo para estar fuera y hacerla en casa te da ese plus de comodidad.

Y una vez aterriza en el grado de Medicina de la Universidad de Las Palmas, ¿cómo fueron esos primeros años? ¿Se adaptó rápido al grado y cuáles fueron las mayores dificultades a las que tuvo que hacer frente?

Fue un cambio importante que no se hizo tan duro porque Medicina tiene mucha fama de que es un grado en el que haces mucha piña con tus compañeros y eso siempre te facilita para estudiar o trabajar en cualquier lado. Lo más complicado para mí fue adaptarme a tener que estudiar de apuntes, hacer tus recopilaciones, fiarte de anotaciones que no eran como los libros que te daba directamente el profesor. El organizarte tu propia forma de estudio fue difícil, porque no tiene nada que ver con el colegio.

"Todos los que estudiamos Medicina coincidimos en que hace falta mucha más práctica en el grado"



¿Qué balance hace de la carrera en cuanto a teoría y práctica? ¿Estaba lo suficientemente repartido o cree que hace falta un cambio general en el grado de Medicina en ese aspecto? Y en cuanto a las prácticas, ¿cómo las gestionó y qué especialidades llamaron su atención?

No estaba bien repartido, para nada. Creo que todo el que estudia Medicina está de acuerdo en que hace falta mucha más práctica. Sabemos que la sanidad está muy saturada ahora mismo y los sanitarios, los médicos, los docentes, tampoco tienen tiempo para atender al estudiante por lo que las pocas horas que ya tenemos son poco efectivas y eficaces. Es cierto que cuando empiezas las prácticas te das cuenta que con que hagas muy poquito y con que te dejen un poco de libertad, aprendes mucho más que lo que puedes llegar a hacer durante años de teoría. Y sobre las especialidades, aunque no tuve nada claro que quería estudiar Medicina, con la especialidad no tuve dudas. Cardiología me llamó mucho la atención desde cuarto de carrera y luego hice las prácticas en sexto allí, en el Hospital Doctor Negrín, lo que me terminó convenciendo.

Desde el primer momento, Cardiología fue una asignatura que entendí muy bien y creo que esó ayudó que me gustase, porque se me daba bien. Es una asignatura y una especialidad muy fisiológica y si entiendes las bases puedes comprender toda la patología que sale de ahí. Me parece un órgano bastante simple que, como una vez escuché a un profesor decir, lo único que hace es coger sangre y sacar sangre, y a la vez es una rama muy dinámica y con muchas opciones. A la hora de subespecializarte tienes una parte de intervencionismo, una parte clínica, una parte de imagen...

"Durante las guardias de 24 horas, tienes que olvidarte de dormir y acostumbrar a tu cuerpo a sobrevivir".


A pesar de que al final decidió quedarse en casa no descartaba, en un futuro, completar su formación fuera de Canarias. Tras vivir el grado de Medicina al completo, ¿ha podido ver mundo? ¿Ha podido hacer alguna práctica fuera?

Sí, en cuarto de carrera me fui de Erasmus a Eslovenia y creo realmente que fue el mejor año de mi vida. Aunque me pilló la pandemia allí, teníamos bastante libertad en cuanto a restricciones y nos permitió movernos mucho por los diferentes países que rodeaban a Eslovenia. Pude ver mucho y estoy contenta con eso. Cuando llegamos allí en septiembre, en España estaban en plena ola con restricciones, cuarentena, y al llegar a Eslovenia, no había nada. Lo único que nos dijeron fue que teníamos que estar 14 días de cuarentena. Empezamos yendo a la universidad y a las prácticas hasta que se instaló el covid y empezaron a entrar las restricciones. Pero no me arrepiento porque fue un Erasmus bastante más íntimo y familiar, había menos gente, menos fiestas, y lo pasamos muy bien.

En cuanto a las prácticas allí, los primeros meses íbamos al hospital donde nos ponían muchísimos docentes que se encargaban de nosotros, me pareció una experiencia muy enriquecedora. Vi las diferencias entre un hospital y otro porque allí en vez de existir solo un hospital con todas las especialidades, hay diferentes bloques para cada especialidad. También me llamó la atención que el médico, por ejemplo, en vez de escribir él toda la historia clínica, lo que hace es dictarlo por voz y automáticamente se redacta, entonces pierde mucho menos tiempo, me pareció una sanidad bastante avanzada y bastante buena para el paciente. Ahora no descarto volver a salir fuera de Canarias durante la residencia, ya que en el hospital tenemos la posibilidad de hacer rotaciones externas y podemos ir tanto por España, Europa, como fuera de ella.

En relación al MIR, ¿cómo fue su preparación para el examen, cómo la estructuró? ¿Utilizó algún truco aprendido durante la preparación de la EvAU?

Me preparé el MIR aquí, en Las Palmas, estudiaba en una aula de estudio que nos prestó desinteresadamente el Colegio de Médicos de Las Palmas. Nos dejó las llaves de un local y básicamente era para seis aspirantes que íbamos allí todos los días a estudiar y creo que eso fue un acierto. El hecho de ir siempre con un grupo de amigos, compartir las horas de estudio y la cena, se me hizo muy ameno y realmente me gustaron esos meses que estuve allí estudiando. En cuanto a trucos de estudio no he tenido muchos, lo único que siempre he sido muy organizada. Lo bueno que tienen las academias del MIR es que te lo dan todo súper masticado, te dicen desde la hora a la que tienes que levantar hasta la hora que tienes que comer, el descanso, el vídeo que tienes que ver en 10 minutos. Lo único de lo que te tenías que preocupar era de cumplir el horario lo mejor que pudieras y priorizar lo que tú pensabas que era más importante o que más falta te hacía.

"En el MIR me exigí menos que en la EvAU porque durante los años de carrera he aprendido a manejar mi autoexigencia y esa presión ha ido disminuyendo"



¿Y qué diría que fue lo más difícil de toda la preparación y del propio examen? ¿Cuáles fueron sus impresiones ese día? 

Lo más difícil fue mantener la calma durante el examen, yo fui una de las que al salir pensó que le había salido fatal. Pero al final es un simulacro, no creo que tenga nada de especial ese día, solo es cuestión de mantener la calma. Para mí, el examen fue igual o incluso más fácil que el de años anteriores, pero la dificultad añadida de los nervios lo convierte en un examen más complicado.  además en mi caso, de los nervios me salté alguna pregunta que otra y eso luego me hizo pensar que me había salido mal, pero los simulacros de mi academia, por ejemplo, eran bastante más complicados que el que pone el Ministerio de Sanidad.

En su caso, ¿sentía que había una responsabilidad añadida al apuntar a una de las especialidades que suele ser de las favoritas y de las que más rápido se agotan como es Cardiología? 

No, no creo que tuviera esa sensación. Soy muy autoexigente conmigo misma y siempre me pongo mucha presión, pero yo en mi cabeza, antes de hacer el MIR no me decía "quiero coger Cardiología, es mi única opción". De hecho si no hubiera llegado a Cardiología, hubiese escogido otra, o eso pensaba en un principio. Fui tranquila en ese sentido, pero en el momento de salir del examen y tener la sensación de que igual no me había salido tan bien como yo esperaba y que no me iba a dar para hacer esa especialidad, fue lo que me hizo darme cuenta de que realmente sí quería hacerla. Incluso me llegué a plantear repetir el MIR si no me daba. Respecto a otras especialidades que me gustaban, destaco Hematología, Endocrinología o Interna.

¿Considera que la presión era mayor o menor que en la EvAU? ¿Gestionó los nervios mejor o te exigiste más en el MIR?

Tal vez me llegué a exigir menos porque en el MIR iba con la mentalidad de que había muchas especialidades que me gustaban y que podía volverlo a hacer si no me convencía. Además, creo que durante estos años de carrera mi autoexigencia y esa presión que me pongo sobre mí ha ido disminuyendo y he aprendido a manejarla.

"Sacar de nuevo una nota tan alta me hubiese puesto una presión encima que no necesito y que no es buena para nadie".


¿Cree que es igual destacar en selectividad que en el MIR? ¿Pensó en algún momento que podía volver a figurar dentro de las mejores notas de la prueba? 

Es una presión que mucha gente me ponía encima. Al final, todo mi círculo sabía que yo había sacado un 14 en la EvAU y siempre está esa presión que te imponen de fuera de "ahora tienes que sacar el número 1", "ahora tienes que sacar muy buena nota para mantenerlo". Por esa parte sí que me sentí con esa responsabilidad de hacer un buen MIR.

¿Y cómo gestionaba esos comentarios y esa idea de mantener el éxito en su nivel más alto?

Yo intentaba pensar siempre que lo quería hacer lo mejor posible pero por mí misma, por competir conmigo e intentar sacar la mejor versión de mí. Estos meses de estudios intensivos los quise aprovechar para aprender toda la Medicina que pudiera porque durante los seis años del grado tienes mucho tiempo de estudio pero es bastante distendido, por lo que puedes aprovechar los 9 meses de estudio MIR en los que tu única responsabilidad es aprender para después ir al hospital y poder ser un buen médico, que era mi principal objetivo. Quise poder aprovechar esos meses para formarme lo mejor posible y dejar un poco de lado el número que sacara que, al final, es un número y a no ser que tengas tus opciones muy cerradas de que quieres estudiar en un hospital y una especialidad determinada, no vale para mucho.

¿Y hasta qué punto cree que ayuda tener un expediente tan brillante en el proceso para ser médico?

Creo que es totalmente irrelevante. Una vez entras en la especialidad lo más importante es que demuestres que eres un buen médico, una buena persona, que te desenvuelvas bien en la práctica, el cómo tratas tanto al paciente como a tus compañeros, el querer ayudar... Todo eso es muy diferente a lo que puede haber en tu currículum, que no te vale para nada en el día a día.

¿Qué sintió al enterarse de su número de orden? ¿Cómo se gestiona el hecho de pasar de ser la mejor calificación de la EvAU a ser una más dentro de la residencia?

Yo creo que mucho mejor, creo que haber conseguido otra vez una nota tan alta me hubiera sobreimpuesto una presión que no es necesaria ni beneficiosa para nadie y cuando me enteré de mi número, que además metí la plantilla con mucho miedo, me alegré muchísimo. Recuerdo decirle a mi hermana que iba a poder escoger Cardiología y ya con eso era suficiente.

"Creo que es irrelevante tener un expediente brillante para llegar a ser un buen médico"  



Aterrizamos ahora en el momento más actual, como R1 de Cardiología. ¿Cómo ha sido su llegada al hospital? ¿Cómo ha vivido este primer mes de residencia?

Estos meses me han hecho reafirmar que he elegido bien. Empezamos en mayo, pero ese mes fueron solo cursos y clases teóricas, para conocer lo básico que tenemos que saber cien por cien antes de empezar a trabajar en el hospital. Ya en junio empezamos en el Servicio, en mi caso empecé en Cardiología con guardias de puertas. Todos nos han acogido, tanto a mí como a mis compañeros residentes. Fuera al hospital nos han hecho quedadas para que estemos más cómodos y se ve que entre ellos se siguen ayudando. Creo que el ambiente no podría ser mejor y estoy muy contenta por lo que me espera.

En la guardia de puerta me ha sorprendido la cantidad de sobrecarga asistencial que hay. Cuando me decía alguien que había estado esperando en Urgencias ocho o nueve horas, una parte de mí pensaba que eso era que los médicos se lo estaban tomando con calma, pero la verdad que no. Una vez está dentro ves la cantidad de pacientes que hay y el buen equipo de trabajo que hay, que en ningún momento descansan o lo hacen lo menos posible, intentan sacar todo el trabajo para adelante y aún así hay mucho tiempo de espera y faltan muchas mejoras en el Servicio. En mi opinión faltan instalaciones y faltan más recursos, porque la verdad que el personal, tanto médicos, como enfermeros, celadores y auxiliares, son súper trabajadores, están todos dispuestos a ayudar en todo momento y el ambiente es bueno, pero sí es verdad que, durante estas guardias, tienes que olvidar de dormir y acostumbrar al cuerpo a sobrevivir.

¿Qué le pide a los años de residencia que le quedan por delante?

Pido, desde luego, una buena formación, poder llegar a ser una buena cardióloga y, a la vez, disfrutar de la residencia, tanto con mis compañeros como con la gente que vaya conociendo y espero poder salir fuera de Canarias también para hacer alguna rotación externa.
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