Residentes de 5 ramas en déficit aterrizan, a través de sus vivencias, las propuestas que deben ponerse en marcha

Cinco residentes de las especialidades deficitarias señalan los incentivos reales que se deberían impulsar en sus ramas médicas para ganar protagonismo
Cristina Pisano, Elena Collada, Aitor Dicastillo, Clemente García y Cristina Pisano.


28 oct. 2024 7:00H
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Ante la necesidad, expuesta por los decanos de Facultades de Medicina, de llenar de incentivos "reales" las especialidades deficitarias de Psiquiatría, Geriatría, Radiodiagnóstico, Medicina Familiar y Comunitaria o Anestesiología y Reanimación e impulsar estas patas de la profesión -incluso desde la propia Universidad, con una apuesta por "ilusionar" a los estudiantes con la dimensión social de la Medicina-, Redacción Médica se ha adentrado en las cinco especialidades 'deficitarias' para conocer, a través de los ojos de sus propios residentes, cuáles son esos incentivos objetivos que se deben promover dentro de la especialidad y su formación para ser 'motor de cambio'.

La Medicina Familiar y Comunitaria "debe recuperar el lugar que se merece", como apunta a este diario Elena Collada, R4 de Familia en el Centro de Salud Don Benito Oeste en Badajoz. Esto implica, según la residente, reducir las ratios de pacientes por médico a través de un aumento de personas y recursos en Atención Primaria. Pero el enfoque debe ir "más allá" y apuesta por una revalorización "social", con campañas que visibilicen el "rol esencial" que cumple en la salud pública.

"En En cuanto a la residencia MIR, sería ideal revisar los planes formativos para asegurar que incluyan más rotaciones hospitalarias y formación en técnicas específicas que muchas veces quedan descuidadas en el día a día de la Atención Primaria. Además, debería garantizarse una mejor supervisión y mentoría durante la residencia, de modo que el residente pueda sentirse acompañado y no simplemente como una mano de obra barata que ayuda a desahogar la sobrecarga asistencial", propone como incentivos para la residencia de Familia.

Para los residentes de Familia, el desafío radica en formarse en un contexto "tan apretado" y sin los recursos o el tiempo que se necesitarían para una buena supervisión. Las guardias y la presión asistencial no siempre permiten profundizar en el aprendizaje, y eso "puede ser frustrante": "Lo más duro como MIR es sentir que a veces no se tiene el tiempo ni los medios para ejercer la Medicina que se desearía, y que la situación no mejora a pesar de los esfuerzos", reconoce.


"El residente de Familia debe sentirse acompañado y no como una mano de obra barata que ayuda a desahogar la sobrecarga asistencial"



Geriatría e impulso MIR


Aitor Dicastillo es R2 de Geriatría en el Hospital Universitario de Navarra, asegura que la situación de su especialidad, tanto para residentes como adjuntos, "es compleja": "Es frustrante ver cómo, a pesar de su importancia en este contexto de envejecimiento poblacional indudable y más que conocido, sigue estando infravalorada en muchos hospitales". El resultado de ello es, concreta, una falta de recursos y una carga asistencial "muy alta" que repercute en el ambiente laboral, con compañeros "sobrecargados" y extendiendo su jornada "más allá de su horario laboral", además de en la atención a los pacientes.

"Es agotador ver que el esfuerzo no se corresponde con una mejora futura. Como residentes, puede que esto nos desmotive a querer formar parte de ello, y a buscar otras alternativas en países vecinos por ejemplo", añade. "Es fundamental mejorar la dotación de recursos, tanto de personal como materiales, en los servicios de Geriatría, recursos que deben corresponderse con la cantidad actual de pacientes geriátricos frente a otros grupos de pacientes. Otra mejora importante sería dar más visibilidad a la especialidad, tanto en el ámbito sanitario como en la sociedad en general, para que se entienda la relevancia del abordaje integral del paciente anciano y la incontestable necesidad de seguir preservando la calidad de vida de una población cada vez más anciana", menciona como incentivos.

En cuanto a la formación MIR, menciona que, en cada unidad docente hay "programas diferentes" y habría que valorar cada uno de ellos. En su opinión, destaca que hay problemas "más que conocidos" y para los que todavía no se ha aplicado ninguna solución, como el número de guardias de 24 horas mensuales que realizan: "La prioridad debería ser mejorar problemas que afectan a todos los especialistas en formación para después enfocarnos en cada especialidad".


Gestionar la innovación en Radiodiagnóstico


Clemente García tuvo claro desde bien temprano que quería ser radiólogo. Pese a que asegura que recibió "alguna cara extraña" o comentarios cuando era estudiante del Grado, nunca dudó de la especialidad. "Mucha gente cambiaría de parecer si pasaran un día con cualquier radiólogo de su hospital para romper muchos mitos de nuestra especialidad y ver la importancia que tienen en el manejo de los pacientes", concreta ahora como R1 en el Hospital Morales Meseguer de Murcia. En este caso, la especialidad afronta una 'lucha' para integrar la innovación de forma realista y orgánica a la rama médica.

"Cada vez nos enfrentamos a un volumen mayor de pruebas que creo que acabará desembocando en un déficit de profesionales en el futuro. La Medicina moderna gira en torno a diagnósticos -que en la mayoría de casos se hacen mediante la imagen-, y cada vez hay técnicas más complejas y diversas que requieren una formación más especializada. Esto se traduce en que, en muchas áreas, nos vemos superados por la cantidad de trabajo que tenemos y que requiere conocimientos de especialista.

Esto para los residentes supone, muchas veces, el verse "desbordados", y choca todo lo que tienen que aprender con la cantidad de trabajo que afrontan. "No es tanto así en mi Servicio, en el que la docencia tiene un papel fundamental, pero sé que hay veces en las que mis adjuntos no pueden dedicarme todo el tiempo que ellos querrían para formarme por todo el trabajo que tienen", reconoce. A la mayor gestión de la especialidad para 'dejar huecos' a la formación de calidad, se suma el aumento de plazas tanto de residentes como adjuntos, como medidas para evitar el déficit en Radiodiagnóstico que "cada vez es más notable".


"Muchos compañeros del propio hospital ni siquiera nos conocen a los anestesistas, somos una especialidad desconocida incluso dentro del centro sanitario"



La 'desconocida' Anestesiología en el Grado


Minerva Rabadán, R1 de Anestesiología y Reanimación en el Hospital Morales Meseguer, eligió su especialidad "por descarte" y, realmente, no era consciente de cuál era la labor de estos especialistas hasta que aterrizó este año en la residencia. Confiesa que es una especialidad muy desconocida tanto para no sanitarios como para los propios médicos y que no se conoce la función que realizan en el hospital y lo variada que es.

"El mayor problema que veo, al menos en mi hospital, es la falta de personal, sobre todo, en la Unidad del Dolor. Suele haber una lista de espera larga tanto para consultas externas como interconsultas, y eso es algo que el resto de profesionales del hospital dan por hecho a la hora de pedir interconsultas a pacientes hospitalizados. Creo que todo el que conoce la Anestesia reconoce el trabajo y el esfuerzo que hacemos, asique el mayor problema quizás sea su desconocimiento", añade.

Su poca popularidad se palpa incluso entre los propios pasillos de los hospitales. Minerva señala que "pasan desapercibidos" en el propio centro sanitario porque no tienen contacto con otras especialidades: "Muchos de los compañeros del hospital no nos conocen, lo que quizás hace que el trato sea más distante entre nosotros".


Medidas concretas para impulsar Psiquiatría


Presupuestos en salud mental "insuficientes", equipos incompletos y una red "fragmentada". Estos lastres que comenta la R2 de Psiquiatría, Cristina Pisano, atacan directamente al progreso de la especialidad y su formación. "Se hace necesario invertir en estrategias que acerquen la red de salud mental a la persona, que incluya al entorno de la persona con malestar y que tengan perspectivas de emancipación de la red de salud mental", asegura.

Esto requiere proveer al sistema de equipos de trabajo con unas condiciones laborales "que permitan una atención adecuada", como una lista de espera baja, citas con la suficiente periodicidad y duración y disponibilidad para atenciones urgentes en el ámbito ambulatorio. Asímismo, añade a la ecuación la elaboración de un análisis sobre el origen del aumento del sufrimiento psíquico.

Además de enriquecer el 'imaginario colectivo' sobre "lo que se piensa que es salud mental", a nivel de formación especializada, Cristina concluye que es "vital" que los residentes tengan acceso a formación en intervención psicoterapéutica: "Al fin y al cabo, hasta la prescripción de fármacos es un acto que forma parte de la relación terapéutica. Igualmente, sería positivo instruirnos en aspectos transversales que atraviesan a las personas a las que acompañamos".
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