Los nuevos
residentes ya han comenzado a incorporarse a los hospitales. Una nueva etapa en la que nunca vienen mal los consejos de médicos experimentados para
calmar los nervios que pueden sufrir los MIR durante los primeros días de residencia. En esta línea,
Miguel Díaz (
@MDiazFuentes), un anestesiólogo, ha publicado en
Twitter una serie de
recomendaciones “para evitar el tan extendido
síndrome de intubación fallida del residente”.
En primer lugar, el
anestesiólogo sugiere darle tiempo a la preoxigenación. Destaca la importancia de saber ventilar, siendo más importante que saber intubar: “aplícate en la ventilación con mascarilla facial”, indica. La frase “no lo puedo intubar” deja de tener importancia cuando la comparas con la de
“no lo puedo ventilar”, señala.
En cuanto a la maniobra de
laringoscopia, esta debe ser “lenta y cuidadosa porque la prisa es para los ladrones y los malos toreros”, explica Díaz. Para ello, el MIR debe “hacerse amigo de la pala del laringo y, al avanzar, tener especial cuidado con la lengua, el labio superior y los dientes”.
"Solo veo carne" es una frase mítica de los R1 y, al principio, es normal que los nuevos médicos no vean nada. Aquí, Díaz propone "focalizar el objetivo del MIR en
identificar la epiglotis". Continúa señalando que si la lengua no está bien desplazada hacia la izquierda es "tarjeta amarilla". En relación con la epiglotis explica que "le gusta ir descalza", una frase que debe recordar el residente para no "carzarla" con la punta de la pala, que debe situarse en la vallécula.
Por último, recomienda
introducir el tubo por la derecha, sin perder de vista la glotis. "Debe entrar holgado, no hace falta atornillarlo", explica este anestesiólogo. Finalmente, para retirar el laringo de la boca es necesario "hacerlo con cuidado".
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