"En Cruces da igual si eres el 1 o el 3.000 del MIR; aquí somos una piña"

El Hospital Universitario de Cruces de puede presumir este año por haber sido elegido por la número 1 del MIR, Patricia Andrés, y el número 2 del MIR, Mikel Isla. “Algo que no nos había pasado nunca”, cuenta con satisfacción su jefe de Estudios, Marcelo Calabozo a Redacción Médica. Tanto Andrés como Isla se encontrarán dentro de un mes con un hospital “dedicado al cien por cien” a la formación de residentes, en el que tanto adjuntos, tutores como futuros especialistas “forman una gran familia tanto dentro como fuera del hospital”.

Calabozo no oculta el orgullo que supone para su equipo y para su centro hospitalario el que los dos primeros del MIR de este año hayan elegido Cruces para formarse en Dermatología, plaza elegida por la número 1, y Radiodiagnóstico, especialidad escogida por el número 2. “Dos servicios grandes y punteros en los que encontrarán las técnicas más avanzadas para especializarse”.

En el caso de Dermatología, Calabozo recuerda el legado que dejó el especialista José Luis Díaz Pérez, “una eminencia mundial en esta área”, que convirtió a este servicio en una referencia en País Vasco. “Todos los adjuntos en Dermatología son muy buenos. Los MIR podrán ver de todo y se podrán perfeccionar con un alto nivel de especialización. Además, se favorece mucho la investigación y las publicaciones”. 

Por su parte, Mikel Isla encontrará en Radiodiagnóstico un servicio “muy completo” preparado con “la tecnología más avanzada y moderna en lo que a imagen se refiere”. En las guardias, prosigue el jefe de estudios, “los residentes siempre están muy bien supervisados por los adjuntos”.

Un desembarco personalizado

Marcelo Calabozo, jefe de estudios del Hospital Universitario de Cruces desde 2018, cuenta que a partir de mediados de mayo, fecha en la que los residentes comienzan a incorporarse a sus plazas, se abre un periodo de presentación grupal en el que se enseña el hospital y se explica el funcionamiento del mismo. Pero es a partir de ahí cuando Calabozo comienza a presentarse a cada nuevo residente de forma personalizada, sin distinción de número de orden. “Aquí eres tan importante como si eres el número 1 del MIR como si eres el 3.000”, confiesa.

Cuando se le pregunta por el éxito de su hospital en lo que a formación de residentes se refiere, Marcelo Calabozo no duda en otorgar todo el mérito a su antecesor, Jesús Morán. Bajo su batuta, detalla, el Hospital Universitario de Cruces es “pionero” en formación de especialistas gracias a “un programa de formación muy reglado que desde 2008 establece guardias completamente supervisadas. Esto es posible gracias a un equipo de tutores formado por más de 170 especialistas”, concluye.

En total, el Hospital Universitario de Cruces cuenta con 450 residentes, de los cuales “la mitad son de fuera”. Sin embargo, Calabozo ha visto como durante estos años todos los MIR forman entre ellos una “piña”, consiguiendo que esta época “es la más bonita de sus vidas”.