Nieves Martell y Jesús Gómez. |
Redacción. Valencia
Cerca de la mitad de las personas con hipertensión arterial (HTA) no logra controlar su presión arterial: un porcentaje que, sin lugar a dudas, llama la atención de los especialistas involucrados en esta patología, que persiguen el estudio de fórmulas que mejoren las cifras. Entre estos especialistas se encuentran los farmacéuticos comunitarios, cuyo papel puede ser clave, “no solo por la accesibilidad que ofrece la farmacia comunitaria, sino porque el propio profesional puede aportar mucho en cuanto a asesoramiento al paciente sobre medicamentos antihipertensivos y sobre la manera de evitar complicaciones a raíz de su enfermedad”. Así lo ha puesto de manifiesto Jesús Gómez, presidente de la Sociedad Española de Farmacia Comunitaria (Sefac), con motivo de la firma de un acuerdo de colaboración con la Sociedad Española de Hipertensión Arterial-Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial (SEH-Lelha).
La rúbrica de este acuerdo ha tenido lugar en el marco de la 18ª Reunión Nacional de la SEH-Lelha que ha comenzado este miércoles en Valencia. “Sin lugar a dudas”, explica Nieves Martell, presidenta de la SEH-Lelha, “estamos ante un importante problema de salud que obliga a sumar esfuerzos para evitar riesgos asociados a las altas cifras de presión arterial y para ayudar a los pacientes, tanto para controlar su enfermedad como para que tomen conciencia de la gravedad de no hacerlo. Por eso, tenemos una excelente colaboración con los farmacéuticos puesto que los consideramos aliados absolutos y que consolidamos ahora a través de este acuerdo”.
De hecho, el acuerdo no es la primera colaboración entre ambas sociedades, ya que en 2011 elaboraron conjuntamente la Guía de actuación para el farmacéutico comunitario en pacientes con hipertensión arterial (HTA) y riesgo cardiovascular (RCV). Ambas sociedades científicas reconocen en el paciente al principal responsable del control de la hipertensión arterial y, precisamente por ello, entienden que es necesario ayudarle. “El farmacéutico puede colaborar en que el paciente tenga mayor conocimiento sobre su problema, que aprenda él mismo a medir sus cifras de presión arterial y a que también sepa tener un control que evite complicaciones”, asegura Jesús Gómez. “Y en este sentido, la farmacia comunitaria, que es el centro más cercano al paciente, puede favorecer un mejor control y una intervención rápida”.
El convenio de colaboración se resume en la organización conjunta de actividades formativas, como cursos, seminarios o jornadas, el intercambio de experiencias de docencia e investigación (incluyendo publicaciones) y la realización de protocolos clínicos, informes, campañas y proyectos de investigación en torno a la hipertensión arterial. “Es un paso muy importante –concluye Gómez- porque creemos que para mejorar la atención integral al paciente es imprescindible que médicos y farmacéuticos comunitarios trabajemos de forma coordinada y con protocolos consensuados”.
Entre las primeras actuaciones en las que se concretará este acuerdo destaca el diseño conjunto de un programa de formación teórica y práctica para capacitar al farmacéutico comunitario en la implantación de servicios para el manejo del paciente con HTA y riesgo vascular.