El presidente del Consejo General de Colegios Farmacéuticos (Cgcof).
Cerca del cinco por ciento de
los accidentes en carretera en España están relacionados con la medicación, debido a
los efectos asociados a determinados fármacos. Hay productos que pueden provocar somnolencia, reducción de los reflejos, visión borrosa o mareos, por lo que el Consejo General de Colegios Farmacéuticos (Cgcof) ha recordado que hasta 5.400 prestaciones comercializadas y dispensables en las farmacias comunitarias influyen sobre la
capacidad de conducción.
El organismo colegial ha publicado
un listado con los medicamentos que pueden generar un mayor riesgo en los conductores. Estos son:
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Hipnóticos: Usados para tratar trastornos de sueño como el insomnio. Por ejemplo, medicamentos con melatonina, doxilamina o zolpidem.
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Ansiolíticos: Usados para tratar la ansiedad o incluso también en ciertos casos de insomnio. Es el caso de las benzodiazepinas como bromazepam, lorazepam o diazepam.
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Antidepresivos: Como amitriptilina o fluoxetina, y similares.
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Fármacos usados en el tratamiento de gripe o catarros: Como clorfenamina o dextrometorfano.
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Algunos analgésicos: Empleados para abordar el dolor, como los opioides.
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Fármacos antialérgicos o antihistamínicos: Utilizados frente a las alergias primaverales, como ketotifeno o dexclorfeniramina.
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Antiepilépticos: Como valproato o carbamazepina, entre otros.
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Fármacos usados para tratar el párkinson: Como levodopa o apomorfina.
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Fármacos frente a trastornos psicóticos (por ejemplo, el trastorno bipolar o la esquizofrenia): Es el caso de la olanzapina o quetiapina.
Asimismo, el ente ha afirmado que
el 36 por ciento de las presentaciones de medicamentos disponibles cuentan en su envase con un pictograma -un triángulo rojo con un coche negreo en el interior sobre fondo blanco- que alerta sobre su posible interacción con la conducción. Un detalle que puede resultar útil a los conductores que se suben a un vehículo
bajo tratamiento farmacológico, un 17 por ciento del total de personas que circulan por la carretera. De estos, tres de cada cuatro reconocen no tener información suficiente sobre el efecto de su medicación.
¿Cómo evitar los efectos adversos?
El Cgcof ha recomendado
evitar conducir al iniciar un tratamiento que potencialmente pueda disminuir reflejos o capacidad visual. También tener especial precaución con la administración conjunta de varios medicamentos, por el riesgo de que puedan interaccionar entre sí y provocar determinadas alteraciones en nuestra salud, y por supuesto, no consumir alcohol.
Eso sí, el organismo ha recordado que "los medicamentos no siempre producen un efecto negativo en la conducción". Incluso, pueden mejorar la capacidad del paciente al conducir al controlar la patología que padece. Por ello, siempre recomiendan
consultar a un farmacéutico cualquier duda que surja y
leer el prospecto del fármaco antes de ponerse frente al volante.
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