La Farmacia reivindica su rol asistencial en verano: "No somos solo cremas"

"A partir de julio no hay ningún horario tranquilo", ha dicho con celeridad una de las trabajadoras de una céntrica farmacia de Benidorm (Alicante). En la breve conversación se cuela un importante barullo, procedente de los clientes que se arremolinan dentro de la botica. Esta respuesta y ambiente sonoro se repite en buena parte de los establecimientos ubicados en localidades del litoral español, especialmente en las comunidades autónomas bañadas por el Mediterráneo y ambos archipiélagos. El motivo es la llegada de miles de turistas a dichos municipios. "Se nos triplica el trabajo", ha señalado Eva Pérez, empleada en la farmacia Serra Farrell de S' Arenal (Mallorca). "La población es tres veces mayor y por ende también nuestra clientela", ha continuado la titular de una farmacia en Xàbia (Alicante), Salomé Martínez. "Como mínimo, duplicamos. Sin duda, es nuestra mejor época del año", ha sentenciado el propietario de la Farmacia Central de Fuengirola (Málaga), José Luis Hurtado de Mendoza 

La combo sol y playa atrajo a más de 20 millones de visitantes extranjeros a España entre julio y agosto de 2023, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), una cifra que los expertos prevén que se vuelva a dar este año. Precisamente, la llegada masiva de turistas convierte a las farmacias en un crisol de culturas. "Atendemos en inglés, alemán, ruso, portugués, francés e italiano. Siempre nos hacemos entender y sino usamos el traductor del móvil", ha explicado Pérez. "Durante el verano, hablamos inglés y francés más que cualquier otro idioma", ha añadido Pilar Font, titular de una botica en Sitges (Barcelona). Reino Unido, Francia y Alemania son los principales mercados emisores para la industria turística española. 

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"Se nos triplica el trabajo en verano", ha señalado Pérez

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Pese a haber diferencias entre los municipios por las lenguas más o menos empleadas en los negocios, la disparidad debida a la localización geográfica se nota menos en lo que respecta a los productos más vendidos. Font ha enumerado remedios para la diarrea y las quemaduras y bloqueadores solares como lo más buscado por el cliente foráneo. Listado al que Pérez ha agregado los antihistamínicos y los artículos empleados para la cura de heridas y golpes. Por su parte, el titular de la Farmacia Torviscas de Costa Adeje (Tenerife), Andrés Bonet, ha citado también los distintos compuestos para combatir los virus de la gripe y la Covid-19 y fármacos con melatonina -hormona que regula los ciclos de sueño del cuerpo-. "Existe la creencia que las farmacias turísticas solo tenemos cremas, sin embargo, el 60 por ciento de nuestras ventas lo componen los medicamentos, frente al 40 por ciento del área de Perfumería", ha indicado el profesional canario. 

Asimismo, los farmacéuticos de zonas con un alto volumen de turistas se enfrentan a la dispensación de recetas extranjeras. Esto puede ser fácil en el caso de que estas tengan como origen la Unión Europea (UE), ya que son válidas en cualquier territorio de los países miembro. La dificultad proviene de las indicaciones de facultativos extracomunitarios, cuyos fármacos puede decidir el farmacéutica dispensar o no. En el supuesto de no tener claro el contenido del documento sanitario, el profesional de la botica derivará al paciente a un médico español para que le haga una prescripción válida a nivel nacional. 

Pros y contras del verano en la Farmacia turística

Los farmacéuticos consultados han destacado que el verano se traduce en un incremento de la actividad en sus negocios. El trabajo se multiplica en estos establecimientos y, a veces, hasta se dilatan los horarios, en comparación con los que ofrecen en temporada baja. Es más, en zonas turísticas, aparecen farmacias que mantienen sus puertas abiertas pasada la medianoche. "Siempre hacemos más horas en los lugares donde hay hoteles", ha puntualizado Bonet, cuyo establecimiento cierra a la 1:00 todos los días del año, tanto para los visitantes como para los trabajadores del sector turismo -casi tres millones de afiliados a la Seguridad Social según los últimos datos de Turespaña-. "Los turnos que tienen camareros, cocineros o dependientes son disparatados. Acaban tarde y antes de irse a su casa, se pasan por la farmacia. Si no estuviésemos nosotros, ellos no tendrían tiempo para comprar medicamentos", ha explicado.

La mayor afluencia de personas agrava otros problemas que afectan al ámbito farmacéutico como la delincuencia -en los meses estivales aumenta el número de robos en boticas- o la escasez de medicamentos -mal endémico del sector en España por la dependencia de terceros países-. "La mayor demanda de fármacos acentúa la falta de producto", ha confirmado Font. 

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"Los visitantes extranjeros requieren de un mayor número de recursos para ser atendidos", ha apuntado Galván

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Asimismo, las farmacias de las zonas turísticas padecen falta de personal para atender a la clientela creciente que entra en los locales. "Al final estas áreas están lejos de los barrios residenciales, por lo que a muchos no les interesa venir a trabajar aquí. Yo he tenido que formar a muchos de mis auxiliares por la dificultad de encontrar profesionales", ha lamentado Bonet. Precisamente, el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Santa Cruz de Tenerife ha destacado que estos establecimientos necesitan una plantilla que sepa idiomas, equivalencias de medicación extranjera y esté capacitada para lidiar con pacientes a horas de trabajo no habituales. "Los visitantes extranjeros requieren de más recursos para ser atendidos", ha apuntado el presidente del organismo, Manuel Ángel Galván, quien revela que se empiezan a buscar nuevos empleados en el mes de marzo. 

Pese a las dificultades, la parte positiva de esta estación del año para los establecimientos en zonas turísticas es el alza de la facturación. Bonet apunta a que, en su farmacia, en temporada alta, el 70 por ciento de los ingresos provienen del turista. Y es que, en algunos casos, el estío es clave para la propia rentabilidad de la botica. "Es nuestra mejor época del año, la que nos ayuda a sobrevivir", ha afirmado Pérez, quien a partir de noviembre ve como la frecuencia de transeúntes cae las calles de S' Arenal. 

Atención Primaria a pie de playa

La llegada del verano se traduce en una reducción de la actividad en toda la infraestructura sanitaria. No tanto por falta de pacientes, sino de personal. La dificultad de cubrir los puestos de los médicos y enfermeras que se van de vacaciones hace que varias comunidades autónomas hayan decidido limitar el número de camas hospitalarias y cerrar centros de Atención Primaria. Motivo por el que las farmacias se posicionan como primera opción de muchos pacientes. 

Esta situación se nota especialmente en las zonas turísticas del litoral español, donde las farmacias actúan de consulta. "En Xàbia no hay hospital y el centro de salud ofrece menos servicios, porque no hay tantos médicos en verano. Es lógico que acudan a nosotros para cualquier problema de salud menor, como quemaduras, fiebre o picaduras", ha aseverado Pastor. El cartel luminoso encendido hasta bien entrada la noche y la falta de información también favorecen a que los turistas acudan a estos establecimientos. "Los turistas vienen directamente a nosotros, ya que muchos se piensan que los centros sanitarios no les van a atender. Les pasa a los ingleses desde que salieron de la Unión Europea" ha dicho Hurtado de Mendoza. 

Según datos del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (Cgcof), más de dos millones de personas entran el día en las boticas. Por ello, el organismo reclama que se ponga en valor la capacidad asistencial de las farmacias para aligerar la saturación del Sistema Nacional de Salud (SNS). Un colapso que se hace más evidente en localidades que llegan a multiplicar por cinco su población en verano, como es el caso de Benidorm, Eivissa, Marbella, Salou, Almuñécar o Tarifa. Estas tres últimas no tienen hospital. "Nosotros nos convertimos en punto de referencia a nivel asistencial para los visitantes", ha transmitido el boticario de Fuengirola.