Redacción. Madrid
Los servicios de Farmacia Hospitalaria son una pieza crucial en el posicionamiento terapéutico de los medicamentos y, además, actualmente juegan un papel determinante en la utilización y optimización de la farmacogenética como criterio de selección de fármacos para pacientes con diferentes patologías. De ahí que la III Jornada de Excelencia en Farmacia Hospitalaria, organizada conjuntamente por la Fundación Salud 2000 y la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), que se ha celebrado durante la mañana de este jueves, se centre en “analizar el presente y el futuro de la implementación de los recursos y conocimientos de farmacogenética en los servicios de Farmacia de los hospitales españoles”, afirma José Luis Poveda, uno de los coordinadores de la reunión y presidente de la SEFH.
De izquierda a derecha: Virginia Bosí, del Hospital La Fé; Hendrick-Jan Guchelaar, del Leiden Medical Center (The Netherlands); Carmen González Madrid, presidenta ejecutiva de la Fundación Salud 2000; María Sanjurjo, del Hospital Gregorio Marañón; Alberto Jiménez, del Complejo Hospitalario de Granada; Mª Jesús Lamas, del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago; Miguel Ángel Calleja, del Complejo Hospitalario de Granada, y Xavier Milara, de la Fundación de Investigación del Hospital General Universitario de Valencia. |
Como resalta el Miguel Ángel Calleja, también coordinador del encuentro y que trabaja en el Complejo Hospitalario de Granada, “es esencial evaluar el estado actual de la farmacogenética en los servicios de farmacia nacionales, así como planificar el desarrollo futuro de este ámbito con el liderazgo de estos servicios”. Poveda añade que “el conocimiento del genoma humano ha abierto grandes oportunidades, tanto para el diseño y obtención de nuevos fármacos como para el desarrollo de la farmacoterapia personalizada”.
Durante la reunión se ha revisado el estado actual de la farmacogenética en los servicios de farmacia nacionales y de evaluar su futura aplicación en áreas tales como la oncología, se analiza su impacto en la sostenibilidad del actual Sistema Nacional de Salud (SNS). Como invitado estelar, se ha contado con la intervención del Hendrick-Jan Guchelaar, del Centro Médico Leiden (Holanda), que expondrá el plan nacional aprobado en Holanda destinado a facilitar la inclusión en la práctica clínica de recursos farmacogenéticos recomendados por las principales autoridades sanitarias mundiales.
Importantes beneficios
La aplicación de la farmacogenética ayuda a seleccionar el mejor fármaco para cada paciente, haciendo posible una medicina más personalizada. “Este tipo de abordaje”, destaca Calleja, “permite evitar a los pacientes reacciones adversas al medicamento o reducir las tasas de inefectividad de los tratamientos”; por lo tanto, expone, “la aplicación de la farmacogenética en la práctica clínica nos permite ganar tiempo (en algunos casos vital, como sucede en oncología) y ahorrar dinero (también esencial en el momento actual)”.
Y es que, como subraya Poveda, “la implementación de ciertas pruebas farmacogenéticas debería contemplarse como una medida de eficiencia y de ahorro”. A su juicio, “la aplicación de la farmacogenética permitirá ahorrar costes, al optimizar el tratamiento de los pacientes que tienen más probabilidades de responder, evitando los costes y los efectos secundarios en aquellos otros enfermos en los que es poco probable que respondan o no lo hagan adecuadamente”.
En este contexto, los farmacéuticos de hospital tienen un papel fundamental, siendo “los principales responsables de la correcta aplicación de estas técnicas”, afirma Poveda, quien recuerda que “aunque inmersos en equipos multidisciplinares, los farmacéuticos de hospital estamos implicados en la selección y protocolización del uso del medicamento en todo el ámbito sanitario, además de realizar de forma habitual el seguimiento farmacoterapéutico en los pacientes”.
Oncología, reumatología, nefrología y cardiología, entre otras disciplinas, son las principales áreas terapéuticas que se están beneficiando más en estos momentos de los progresos en farmacogenética. “Los beneficios se asocian principalmente con la mejor selección de fármacos, asegurando una mayor efectividad y seguridad”, apunta Calleja.
Como se resalta en esta jornada, en el ámbito de la oncología es dónde se objetivan más progresos, especialmente con la mejor selección de medicamentos específicos para el paciente, evitando efectos adversos y anticipando resultados de eficacia. Ya en reumatología y cardiología, la farmacogenética está ayudando sobre todo en la selección de pacientes que van a responder mejor a terapias complejas y novedosas. En nefrología, las técnicas farmacogenéticas que están empleándose están haciendo posible una mejor elección de la dosis, evitando y prediciendo efectos no deseados.
Plan Nacional
Sin embargo, a pesar de estas potencialidades y realidades, la implementación de la farmacogenética en los centros hospitalarios españoles se enfrenta a importantes obstáculos.
Uno de los más importantes, en palabras del Calleja, “es que su aplicación no está siendo homogénea, dependiendo mucho de liderazgos en los diferentes centros y/o comunidades autónomas”. Por eso, propone, “sería deseable tener un plan nacional establecido que permita priorizar la determinación de aquellos polimorfismos que recomiendan los organismos reguladores (como la FDA o la EMA), tal y como se realizó en Holanda”.
Respecto al posible impacto de la creciente incorporación de tests genéticos en la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud, Poveda recuerda que, “como toda tecnología sanitaria, cada test farmacogenético deberá evaluarse antes de su implantación, analizando el coste-efectividad de cada combinación de enfermedad–fármaco–gen– test”. Actualmente, se asume que el coste-efectividad de una estrategia farmacogenética depende en parte de la capacidad real para predecir la toxicidad y controlar los efectos adversos, así como para anticipar la respuesta a los tratamientos, y también de su capacidad para facilitar la individualización de los tratamientos.