La ministra de Sanidad de Francia, Agnès Buzyn.
El presidente de la
Cámara Sindical de Agrupaciones de Farmacia francesa (Federgy), Alain Grollaud y el presidente de la
Unión de Agrupaciones de Farmacéuticos de Ofician de Farmacia (UDGPO), Laurent Filoche, han mostrado su apoyo al
desarrollo de los biosimilares.
Así, han propuesto que la sustitución de fármacos biológicos por biosimilares se pueda hacer por el propio farmacéutico y para ello han ideado un
modelo de remuneración que estaría dividido entre las empresas aseguradoras, el médico prescriptor y el farmacéutico.
Según se extrae de un comunicado emitido por ambas asociaciones, "los biosimilares son un motor clave de crecimiento económico para la red de farmacias y posibilitan
ahorros inmediatos de 600 millones de euros para el seguro de salud".
Además, añaden que la implementación de los biosimilares "ayudará también a
aliviar la presión sobre los precios de los productos maduros". Todos los agentes del sector –farmacéuticos, médicos y pacientes- se han mostrado satisfechos con la idea de integrar los biosimilares a largo plazo.
Objetivo de Sanidad
En 2018, la ministra de Sanidad francesa, Agnes Buzyn marcó el objetivo de que el
80 por ciento de las recetas fuesen de medicamentos biosimilares en 2022. Un punto incluido en la Estrategia Nacional de Salud 2018-2022.
Para lograr este objetivo, es necesario que los farmacéuticos puedan sustituir oficialmente los medicamentos biológicos por biosimilares, de la misma manera que se hace con los genéricos.
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