Apuestan por una labor más comunitaria mientras Enfermería y Familia ponen freno al modelo activado en Inglaterra

Antonio Fernández Pro, Florentino Pérez Raya y Ana López Casero hablan sobre la posibilidad de que en Reino Unido las farmacias puedan prescribir algunos medicamentos con receta.
Antonio Fernández Pro, Florentino Pérez Raya y Ana López Casero.


10 may. 2023 18:10H
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El Gobierno de Inglaterra ha anunciado que los farmacéuticos podrán tener competencias para prescribir medicamentos y antibióticos con receta médica. Así lo confirmó el Ejecutivo, que da a los ciudadanos la posibilidad de saltar el paso de acudir al médico de cabecera. Las farmacias podrán así prescibir fármacos para siete dolencias como dolor de oído, de garganta, sinusitis o herpes, entre otras. Además los farmacéuticos podrán realizar diferentes pruebas rutinarias. 

La medida ha generado diversidad de opiniones en el sector sanitario español. Mientras que los farmacéuticos celebran el reconocimiento de competencias, aunque no lo ven trasladable a España actualmente, desde Enfemería y Familia denuncian la medida de manera tajante y lo ven como imposible en un sistema como el patrio. 

Ana López Casero, tesorera del Consejo General de Farmacia, ha señalado que sus homólogos ingleses "llevan un camino andando" en este proceso, incluso llegando a la prescripción de antibióticos. Pero la idea de los farmacéuticos aquí es la de instaurar una cartera de servicios en la Farmacia Comunitaria que va "más allá de la dispensación" y que no incluye ni el diagnóstico ni la prescripción de medicamentos con receta. "Nosotros no queremos prescribir antibióticos", asegura. 

"Estos servicios están relacionados con la salud comunitaria, como la colaboración en cribados y la detección precoz. Sobre los relacionados con el medicamento, son programas de adherencia a crónicos, servicios personalizados de dosificación, de seguimiento. Y siempre de indicación farmacéutica, no lo llamamos prescripción. La indicación farmacéutica en síntomas menores no es prescripción", ha añadido López.


Una cartera para integrarse dentro de la Atención Primaria


López ha asegurado que esta cartera no incluye el diagnóstico ya que eso es algo que le corresponde al médico "ni tampoco la prescripción de medicamentos para los cuales, hoy por hoy, se necesita una receta".

"Nosotros queremos que se reconozca una cartera de servicios relacionados con salud comunitaria y medicamentos en la Farmacia y que pueda ser remunerado. Esa es nuestra batalla y nuestra reivindicación. También para estar integrados dentro de la Atención Primaria y del sistema, para que podamos comunicarnos de forma rápida y sencilla con el médico. Que podamos estar integrados en el equipo asistencial y ser parte de él", señala.

Los farmacéuticos de Reino Unido han entendido, como recuerda López, que con su sistema de Atención Primaria y con su red de farmacias "esta medida descongestiona la Primaria". Ahora en España buscan ser "parte de ese sistema", pero aseguran que no es una reivindicación económica. "Estamos convencidos de que, si hacemos todo esto, el paciente mejora, el sistema mejora, los médicos mejoran y el sistema ahorra", concluye.


Una 'invasión de competencias' a ojos de la Enfermería


En la otra cara de la moneda, Enfermería vería una decisión como esta en España como una invasión de competencias y algo que no tiene cabida en un sistema como el nuestro. "Si hay que elegir una palabra para definir nuestro sentimiento como enfermeras ante esta noticia, sería estupefacción", asegura a este periódico Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería (CGE). 

El presidente comenta que el modelo sanitario británico "presenta algunas diferencias sustanciales con respecto al nuestro", y que, por lo tanto, hay matices respecto al "modelo más liberalizado de dispensación de medicamentos en establecimientos comerciales". Aun así comenta que en el modelo español, "que tiene muchas virtudes" también tiene un caracter más "exclusivo y excluyente" y por tanto "resulta curioso". "Nos entran dudas sobre cómo podrá gestionarse que la misma persona que tiene una farmacia en propiedad y vende los medicamentos sea la que decida qué fármaco debe administrase al paciente", dice Pérez Raya. 


"Entran dudas de cómo una persona que tiene una farmacia en propiedad sea la que decida qué fármaco debe administrarse al paciente"



El representante del CGE hace hincapié en que las farmacias son un negocio privado, "que sin duda juega un papel clave a nivel sanitario", y como tal "buscan la máxima rentabilidad". "Habrá que analizar cómo quieren llevar a cabo esta iniciativa en Reino Unido", indica. 

Con el foco puesto sobre España, Pérez Raya recuerda que en nuestro país "tenemos unas funciones muy claras cada una de las profesiones" y no cree que "se pudiera extrapolar una decisión así bajo ningún concepto". Para terminar, deriva al artículo 4.2 de la Ley del Medicamento,  que dice que "el ejercicio profesional del farmacéutico en oficina de Farmacia o en un servicio de Farmacia Hospitalaria y demás estructuras asistenciales será incompatible con cualquier clase de intereses económicos directos de los laboratorios farmacéuticos". "Hay que contemplar esta incompatibilidad", señala el presidente. 


Los médicos ponen el límite en la prescripción


Si bien es verdad que la especialidad del primer nivel asistencial cada vez estrecha más su colaboración con Farmacia, desde la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) recalcan que el “límite” de esa cooperación está en la prescripción. “Cada vez hacemos más programas en común, pero otra cosa bien distinta es la prescripción por parte del farmacéutico. Ahí está el límite”, señala Antonio Fernández Pro, presidente de SEMG.

En Medicina de Familia están en contra de que un profesional de Farmacia tenga competencias para prescribir medicamentos, tampoco en este escenario de crisis de la Atención Primaria en España. “Un farmacéutico no debe prescribir fármacos bajo ninguna situación, porque la prescripción es un criterio del médico”, afirma Fernández Pro. Además, el propio presidente de SEMG augura un escenario perjudicial si en España se llega a ‘copiar’ la norma que en Londres han implementado: “Si el farmacéutico dispensa y prescribe, entonces se generaría una dicotomía que no sería buena en absoluto. Creo que se rompería un equilibrio difícilmente recuperable”.

Por otro lado, ante este poder de la Farmacia británica, en SEMG apuntan que podría darse el escenario contrario: “¿Y por qué no dispensamos nosotros en los centros de salud, por ejemplo? Nosotros no tenemos Farmacia en la Atención Primaria. Podríamos ahorrar así ese margen… Creo que es una dicotomía difícil de digerir”.

 
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