La farmacia comunitaria reclama más protagonismo en el plan de adherencia

El desarrollo del plan de adherencia de Farmaindustria no ha sido sencillo, dado el propósito de que el proyecto sea multidisciplinar y que en él participen organizaciones médicas, farmacéuticas y enfermeras, tanto de Atención Primaria como Especializada. Esto ha provocado que haya habido algunos desencuentros entre ellas, con momentos de tensión. Y a pesar de que han dado el visto bueno a la iniciativa y han hecho una llamada general a la colaboración, no todos los colectivos profesionales están satisfechos con su papel.

Este es el caso de la oficina de farmacia, que ha reclamado un mayor protagonismo en el plan. "Se sigue poniendo en tela de juicio la capacidad de control del seguimiento del farmacéutico", denuncia Francisco Zaragozá, vocal de Formación del Consejo General de Farmacéuticos y catedrático de Farmacología de la Universidad de Alcalá de Henares. "Otros sectores profesionales se permiten poner en duda esta característica  y no lo acepto", añade, refiriéndose a las reuniones del consejo asesor que ha participado en la elaboración del plan de adherencia.

Pero el problema no termina aquí. Según fuentes de dicho consejo (formado por representantes de sociedades científicas y profesionales), durante las reuniones preparatorias del plan, los farmacéuticos habrían pedido que la iniciativa incluyera la retribución del servicio de seguimiento que tendrían que realizar, "y este no es el lugar para hacer este tipo de reclamaciones", indican las fuentes citadas.

Con todo, el colectivo profesional de la farmacia comunitaria ha dado sus bendiciones al proyecto de manera pública, tanto Sefac como el Consejo General de Farmacéuticos. Aunque, durante la presentación del plan, el presidente de este órgano colegial, Jesús Aguilar, recordó que es necesario que el farmacéutico pueda acceder al historial farmacoterapéutico del paciente, al completo, para que la botica pueda cumplir óptimamente su función.