María Muñoz Pinero, titular de Farmacia en Toledo.
El nuevo
Convenio Estatal de la Oficina de Farmacia ha dejado luces y sombras entre los profesionales del sector. El grueso de los trabajadores consultados por
Redacción Médica ha celebrado el acuerdo que implicará una
subida salarial cercana al 4 por ciento durante los próximos años. Sin embargo, han echado de menos algunas medidas adicionales en materia laboral como la reducción de los
días de preaviso para poder cambiar de empresa o una mayor protección en los derechos con respecto a la remuneración de
los festivos, las guardias o la antigüedad.
María Muñoz Pinero, titular de Farmacia en Toledo, comenta con este periódico
cómo afectará al sector este nuevo convenio y, en primer lugar, aplaude la
subida salarial que recoge. A pesar de que indica esta medida le supondrá “un gasto extra” como empresaria, reconoce que está “fenomenal”.
“También he estado al otro lado como empleada y
me parecía insuficiente el sueldo que percibíamos. Para todo lo que hemos estudiado, invertido y hacemos, los sueldos que había estaban por debajo de lo que realmente merecemos”, puntualiza. Además, advierte en este punto de que este incremento llega en el momento preciso, dada la
inflación que sufre actualmente el país y que, al tener carácter retroactivo, puede llevarse a cabo progresivamente.
Igualmente, se ha mostrado de acuerdo con las medidas que incentivan la
conciliación pero ha pedido que las mismas no solo se apliquen únicamente a los trabajadores, sino que también se hagan
extensibles a los titulares. “En Castilla-La Mancha tenemos una normativa que obliga a los titulares a estar presentes en la farmacia siempre que ésta se encuentre abierta y aunque haya otro trabajador”, ha reprobado a la vez que ha solicitado un
cambio en la guardias por el mismo motivo, así como por el dinero que supone. “Estamos con la calefacción en invierno, el aire acondicionado en verano y la luz encendida todo el año. Los farmacéuticos titulares no somos ricos, sobre todo en los establecimientos rurales”, ha trasladado.
Por último, ha insistido en que el farmacéutico debería tener
mayores competencias en el ámbito sanitario. “Parece que somos simplemente unos ‘cortacupones’ detrás del mostrador y hay mucho más. Estamos capacitados para ejercer y para formar parte del Sistema Nacional de Salud (SNS) de otra forma”, añade y defiende que, el hecho de tener estas capacidades, se traduciría en una
mejor gestión: “Creo que ahorraríamos mucho tiempo de espera en consulta”.
“Cualquier mejora en el convenio siempre es bien recibida”, dice Gema, licenciada en Farmacia. Sin embargo, comparte que “hay muchos aspectos bastante más importantes que el tema económico que deberían cambiar antes”. Así, expone que los farmacéuticos tienen que avisar con 90 días de antelación si quieren abandonar su puesto. “
¿En qué otra profesión se avisa con tanto tiempo?”, se pregunta. Además, muestra su decepción por que el sector no se tenga en cuenta la antigüedad en el momento de realizar subidas salariales ni tampoco valore la formación. De hecho, matiza que en el nuevo convenio
los días festivos se tributan igual que los laborales. “Es absurdo”, expone.
Las profesionales de Farmacia piden más competencias para así ayudar a descongestionar el sistema sanitario
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Asimismo, Gema lamenta la falta de competencias en Farmacia. Llega a insinuar incluso que cada vez tienen menos y, sin embargo, “los pacientes acuden cada vez más veces a nosotros como primera opción”. “Muchas veces estamos atados de pies y manos porque
se necesita receta para casi todo y, seguramente, se saturaría menos el sistema si dejáramos de enviar a los pacientes al médico para asuntos en los que nosotros estamos de sobra capacitados”, dice.
“Tenemos
aptitudes suficientes para dar apoyo al SNS pero antes tienen que mejorar las condiciones laborales y ampliar los límites que tenemos”, agrega. Para ello, esta profesional propone “dejar tanta burocracia a un lado para así hacer más fácil la situación del paciente, que al final es el que realmente importa”.
Leyre, exfarmacéutica adjunta en la Comunidad de Madrid, defiende en declaraciones a este medio que, aunque el convenio es una mejora de condiciones que había previamente,
“todavía queda muchísimo trabajo por hacer”. En este sentido, coincide en que “sería mucho más sencillo contar con la farmacia como un colaborador del SNS para descongestionar el sistema”. Precisamente, recuerda que
las oficinas de farmacia son el primer punto de acceso para el paciente y, por ello, señala que sería positivo contar con estos profesionales para tareas “tan pequeñas” como controlar el Sintrom, el azúcar o la tensión.
Asimismo, manifiesta que faltan más medidas para modificar el
tiempo de preaviso establecido para dejar la farmacia, algo que ella ha vivido recientemente en primera persona. Así, comenta que los plazos para llevar a cabo este proceso “siguen siendo todavía muy elevados y es el empleado quien, al final, termina
perdiendo dinero cuando quiere cambiar de trabajo”.
Por otro lado, lamenta el abandono que, desde su punto de vista, sufren los farmacéuticos por parte de los COF. “Están mucho
más preocupados por la imagen que el sector ofrece al mundo que por ayudarnos en el día a día”, critica. Es por esta razón que demanda una
“reestructuración desde cero” en este ámbito, además de la elaboración de otro convenio para
mejorar las condiciones de los estudiantes de Farmacia, obligados a realizar prácticas de entre tres y seis meses sin percibir salario alguno, según comenta.
Leyre se encuentra actualmente trabajando en la
industria farmacéutica, un cambio motivado por las condiciones laborales que sufría en la oficina de farmacia. “Era
complicado mantener una vida organizada porque tenía que trabajar muchos días de lunes a sábado y, en ocasiones, no era en el mismo turno ni entraba a las mismas horas. Muchas veces era jornada partida y había cambios en el último momento”, argumenta. “Ahora tengo un horario fijo, trabajo de lunes a viernes y puedo conciliar mi vida personal mucho mejor”, concluye.
Convenio de farmacia: subida salarial y días festivos
El nuevo
Convenio Estatal de Oficinas de Farmacia es el resultado de casi un año de negociaciones entre la patronal y los sindicatos que se han reunido una veintena de ocasiones antes de poder alcanzar un punto de consenso. La gran novedad es el alza salarial que se traducirá en un
incremento de la nómina del 4 por ciento para los años 2022 y 2023, así como un 3,5 por ciento para el 2024.
La mejora de la retribución era una de las líneas rojas planteadas por sindicatos como
UGT o
UTF para contener la
pérdida del poder adquisitivo derivada de las subidas del Índice de Precios al Consumo (IPC) en el último año. La Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles (FEFE) ha aceptado finalmente esta horquilla salarial, aunque ha descartado
aplicar cláusulas de revisión.
Más allá de la cuantía económica, el acuerdo también ha permitido fijar la duración de la jornada laboral que ascenderá progresivamente hasta un total de
1.785 horas anuales en el ejercicio de 2024. Como contrapartida, los empleados podrán disfrutar de
un día más de asuntos propios en el conjunto del año. Mientras que se ha mantenido la libranza de todo el personal en la mañana del
Sábado Santo.
Las dos partes han acordado además mantener el
artículo 3.4 del convenio en los mismos términos que el anterior. Este apartado incide en que en caso de que no se alcance un acuerdo en el futuro se prorrogará “automáticamente” su contenido. Mientras que los conceptos salariales c
recerán en el orden de un 2 por ciento siempre que se esté en fase de crecimiento económico.
“Ha sido primordial alcanzar un acuerdo que garantice el poder adquisitivo y
mejore la conciliación de la vida laboral y familiar de los trabajadores y trabajadoras de este sector”, ha expuesto UGT.
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