Farmacia prepara la primera conexión entre servicios hospitalarios

FarmaHelp, la herramienta digital y gratuita del Consejo General de Farmacéuticos que permite al farmacéutico comunitario contactar con las farmacias de su entorno cuando un paciente necesite algún medicamento y no disponga del mismo, está trabajando para empezar a coordinarse con los hospitales. Ya ha empezado a preparar la conexión de servicios de Farmacia Hospitalaria para que, como máximo, sea "una realidad" este mismo verano. 

Juan Pedro Rísquez, vicepresidente del Colegio General de Farmacéuticos y presidente del órgano colegial en Jaén, explica a Redacción Médica que han comenzado ya las reuniones con su Vocalía Nacional de Farmacia Hospitalaria para conocer de primera mano cuáles son sus necesidades para que la información generada sea incluida y así la conexión de los datos hospitalarios sea lo más óptima para ambas partes. 

Así, los requisitos que se han puesto sobre la mesa plantean una doble vía de comunicación farmacéutica. Por un lado, establecer un canal farmacia comunitaria-farmacia hospitalaria, con el objetivo de localizar medicamentos no disponibles en un lugar concreto y que se necesitan de manera urgente; y, por otro, crear otro canal de comunicación entre las distintas farmacias hospitalarias, para poner en común si hay desabastecimientos y ejecutar las acciones pertinentes.

Estas reuniones para avanzar en esta conexión que ampliará Farmahelp comenzaron justo antes de la Semana Santa. Ahora, una vez conocidos cuáles son los requisitos, el trabajo se está centrando el diseño de estos dos canales de comunicación."Calculo que en un plazo de aquí al verano podemos estar hablando de una realidad", asegura Rísquez. 

Este objetivo lleva en la lista de FarmHelp desde hace tiempo. Si bien, la complejidad del mismo, debido fundamentalmente a las particularidades de cada hospital; y las de cada comunidad autónoma, han alargado este proceso que ya se va a poder realizar. 

Aplicación de la IA en Cismed

Otro de los avances de Cismed 2.0 se centra en la aplicación de tecnologías de inteligencia artificial (IA), como puede ser el Machine Learning, tal y como ya adelantó Rísquez a este periódico el año pasado, y que funciona correctamente. "Aporta una mejor información de los datos, respecto a antes de aplicar estos modelos. Nos consolida mucho dicha información y nos va anticipando de alguna manera problemas que pueden tener incidencia en los desabastecimientos de fármacos", resume.

Aunque si tuviera que quedarse con la mayor aplicación de la IA, se decanta por el incremento de medicamentos de los que actualmente tienen información. El método de trabajo se basa en un sistema de semáforo: los fármacos en verde son aquellos que no tienen problema alguno de desabastecimiento; en amarillo, se encuentran los que, en base a la información que van recibiendo, son sometidos a un proceso de seguimiento más exhaustivo; y en rojo, cuando ya se está ante un problema de suministro.

"La evolución que han tenido los procesos de desabastecimiento al aplicar este tipo de técnicas hace que hayamos incrementado ese nivel de información y del grupo amarillo, es decir, medicamentos que ya no solo por los datos que vamos recibiendo, sino también por ese histórico de evolución. Con ellos podemos aplicar esta tecnología y ampliar la observación de este grupo", comenta,

Además, ese conjunto les "preocupa mucho". Aunque en muchas ocasiones no acaba siendo un problema y, por tanto, no pasa al grupo rojo, aplicar este tipo de tecnología les permite tener mayor predicción.

Rísquez pone un ejemplo concreto: lo ocurrido con Ozempic. En junio ya estaban avanzando que la situación podía derivar en problema de suministros y no fue hasta septiembre cuando la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) lo comunicó. "Son procesos con los que conseguimos anticipar de alguna manera este tipo de problemas hasta que finalmente se consolidan en una información oficial por parte de la agencia", concluye.